4 de junio 2021
‘Emilia’ logró vacunarse contra la covid-19 al tercer intento. Ella supera los 80 años y camina con ayuda de un bastón. Acompañada de una nieta llegó por primera vez el pasado 11 de mayo al Hospital Alemán Nicaragüense, pero les dijeron que ya no había dosis de la vacuna; eran un poco más de las 6:30 de la mañana. Volvieron al día siguiente, un poco más temprano, pero la respuesta fue la misma: Ya estaban completos los cupos.
La señora y su nieta, que pidieron omitir sus nombres por temor, hicieron el tercer intento el pasado martes 18 de mayo, en el centro familiar Elena Lau. Llegaron a las 5:15 de la mañana. “Me dijeron que abrían a las 6 de la mañana, pero por si acaso nos venimos antes. Y como ve, ya está abierto”, comentó la joven.
‘Emilia’ entró sola. Una enfermera, que anotaba los nombres y números de cédula, le indicó a la nieta que, por “cuestión” de espacio, solo los ciudadanos en sillas de ruedas o muletas pueden ir acompañados. La señora tardó casi tres horas para recibir la vacuna.
Un equipo de CONFIDENCIAL que acompañó a ‘Emilia’ y su nieta constató que, en el centro Elena Lau, un poco antes de las 7 de la mañana ya no se permitió el ingreso de más ciudadanos que deseaban vacunarse. Adultos mayores o ancianos con bastón o en silla de ruedas fueron enviados de nuevo a sus casas, y les sugerían que estuvieran pendientes de la “comunicación de la compañera Rosario (Murillo)”, quien cada mediodía adelanta los puestos de vacunación.
Un médico, que entró también a vacunarse ese día, indicó a CONFIDENCIAL que esperó por más de tres horas para vacunarse, en un espacio sin el distanciamiento de un metro y medio entre cada persona, que es lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin jabón
El médico, que pidió omitir su nombre por temor a represalias, destacó que en los baños no había jabón para lavarse las manos. Además que el tiempo de reposo no superó los diez minutos, cuando lo recomendado es media hora, como mínimo.
Nicaragua lleva cinco semanas desde que inició la tercera jornada de vacunación contra la covid-19, en la cual el Ministerio de Salud (Minsa) planea inmunizar al personal de primera línea de varias instituciones del Estado y a ciudadanos mayores de 55 años. Sin embargo, el proceso de aplicación de estas dosis ha sido agotador para la población porque hay limitaciones en la cantidad de biológicos que se envían a diario a los puestos de inmunización.
“Esta vacunación no se ha organizado, como toda la jornada, a pesar que aquí hay suficiente experiencia en vacunación. Ahorita lo que tenés es un calendario que te dice ‘vacunación voluntaria’ y es un calendario que tenés que estar averiguando todo los días a dónde es. Eso demuestra que no hay una planificación adecuada”, opina el epidemiológico Leonel Argüello y reitera que lo ideal es que las personas pasen el menor tiempo posible en un centro de vacunación.
Si existiera una planificación, basada en el número de la población que van a vacunar, la cantidad de dosis disponibles y los insumos necesarios, señala, no debería haber ningún tipo de escasez. Por lo tanto, las autoridades tendrían que orientar a la población con mayor claridad, estableciendo los puestos y los horarios en que entregarán los números para guardar cupos para “no hacer que la gente pierda tiempo”.
Sin embargo, esta jornada de vacunación ha sido menos transparente que las anteriores. Se desconoce cuántas dosis de las vacunas Covishield y Sputnik V se aplicarán, de cuánto es la población meta para vacunar, cuántos corresponden al personal médico de primera línea y de otras instituciones estatales. La escasa información que se conoce es a través de los monólogos diarios de la vicepresidenta y vocera estatal, Rosario Murillo.
Tras salir de vacunarse, ‘Emilia’ comentó que les indicaron que ese día —18 de mayo— solo había dosis para 500 personas. Mientras, su nieta recordó que en el Alemán Nicaragüense —el 11 de mayo— les dijeron que solo llegaron 300 dosis para justificar no dejarlas pasar.
Vacunas comprometidas
La cantidad de vacunas Covishield que dispone Nicaragua está comprometida porque de las 335 000 dosis que fueron donadas en marzo pasado, por el Gobierno de la India y el Mecanismo Covax, ya se aplicaron 167 500, según reportó el Minsa a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y estas personas esperan recibir la segunda dosis, para alcanzar la inmunidad, en menos de 15 días.
Mientras, el Mecanismo Covax aún no anuncia la fecha de arribo del próximo lote de vacunas, que podría retrasarse porque el Instituto Serum de la India suspendió la exportación de vacunas para satisfacer la demanda interna de este país. No obstante, las autoridades de la OPS aseguraron que mantienen comunicación de alto nivel con el Gobierno de la India para que se cumpla el acuerdo preexistente con Covax.
“La tercera fase que abrieron lo hicieron porque tenían la confianza del compromiso de OPS de entrega de las dosis de mayo. O si no lo hubieran soltado, ellos (el Minsa) no quieren tener problemas, no quieren que lleguen los que se pusieron la primera dosis y le reclamen la segunda dosis, porque entonces se les vuelve problema político de incumplimiento”, señala un médico salubrista que habló bajo anonimato por temor a represalias.
Además de las dosis de la vacuna Covishield, el 04 de mayo pasado, Nicaragua recibió un primer lote de compra de 70 mil dosis de la Sputnik V. Estas ya se están aplicando, pero el Gobierno no ha explicado cuántas han aplicado ni cuánta es la población meta. Esta semana, el Minsa anunció que ampliará el plazo de aplicación entre las dos dosis de la vacuna rusa, que contemplaba 21 días de diferencia desde la primera inoculación y ahora será hasta noventa días posterior.
“Es necesario que esa vacuna esté lo más rápidamente posible, puesta en el brazo de una persona para que la segunda dosis sea cerca; entre más te atrasas en poner una primera dosis, más te atrasas en poner en una segunda dosis y por lo tanto tu protección la vas a lograr a tiempo más tardío”, explica el epidemiológico Leonel Argüello.
3000 completamente inmunizados
A tres meses de haber iniciado la aplicación de las vacunas contra la covid-19, en el país solo habría 3000 personas completamente inmunizadas con las dosis completas. Estas fueron inmunizadas en la primera jornada que se realizó en marzo y duró del 02 al 23 de ese mes.
En abril, la jornada de vacunación se amplió y se habrían aplicado 167 500 dosis, según prometió Murillo. Esto indica que solo un 2% de la población ha recibido una dosis. A pesar que el Minsa tiene capacidad de aplicar como mínimo 148 600 dosis en un día.
“El problema de la vacunación en general es que es muy lenta. Y hay una alta demanda a pesar que las jornadas se han vuelto un evento político. Se siguen promoviendo las aglomeraciones y ya los datos del Observatorio nos están diciendo que hay una aceleración en los contagios”, señala el salubrista que pidió anonimato.
Nicaragua dispone de un monto de 100 millones de dólares para la adquisición de 6.86 millones de vacunas contra la covid-19, con lo que pretenden inmunizar a 3.27 millones de nicaragüenses. Se desconoce si el Gobierno está en conversaciones con otros laboratorios para comprar más vacunas.