23 de enero 2022
Nicaragua cerró el 2021 con la segunda cifra más alta de contagios de malaria de las últimas dos décadas. Según el boletín epidemiológico número 46, hasta la última semana de noviembre de ese año, en el país se registraban 21 030 infecciones de paludismo.
Esta cantidad representa, sin las cifras del último mes, un 33% menos que el total del año anterior, cuando el país registró un récord de 31 763 infecciones a nivel nacional. Sin embargo, esta cantidad se sitúa como la segunda más alta de los últimos 20 años.
Se desconoce el número exacto de contagios con el cual cerró Nicaragua, pues a pesar del desborde esta epidemia, el Ministerio de Salud (Minsa) no ha brindado un informe sobre el impacto registrado principalmente en las regiones autónomas del Caribe ni tampoco ha brindado una alerta sanitaria como sí lo hizo en 2019, cuando los casos de dengue se dispararon.
Según confirmó la investigación de CONFIDENCIAL, “La promesa de erradicar la malaria: el fracaso del Minsa en Nicaragua”, esta epidemia se salió de control desde hace más de cinco años y en el Caribe, una de las regiones más pobres del país, la población se enferma hasta cuatro veces en un mismo año debido a la proliferación del mosquito transmisor: Anopheles.
En lo que va del 2022, según informó el pasado lunes la vocera estatal y vicepresidenta, Rosario Murillo, quien desde 2020 lee un breve informe semanal de las epidemias, se registran 1381 contagios, de estos 303 ocurrieron en la semana previa.
Minsa calla ante malaria cerebral
El reporte mundial sobre malaria 2021, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que Nicaragua, Honduras y Panamá son los países de Centroamérica que más incremento de malaria registraron en 2020, pues los datos se publican con un año de retraso. Sin embargo, fue nuestro país el que sobrepasó sus propias estadísticas.
Asimismo, es Nicaragua el país que mayor incremento de malaria falciparum conocida como malaria cerebral tuvo. Este tipo de paludismo es más grave y podría ser mortal si no se atiende a tiempo. Según la OMS, en 2019 la cantidad de personas infectadas con este tipo en Nicaragua fue de 2398 y un año después la cifra se elevó a 11 250.
En los escuetos informes del Minsa no hay una especificación sobre la malaria dividida por tipos y las autoridades tampoco explican a la población cuál es el comportamiento. Ni por qué se perdió el control de esta enfermedad desde hace más cinco años, cuando comenzaron a subir los contagios.
Según la investigación de CONFIDENCIAL, el país ha recibido más de 31 millones de dólares de fondos internacionales para combatir esta epidemia e incluso en 2017 recibió un premio de 1.2 millones de dólares “como resultado de los logros alcanzados en el proceso de eliminación de la malaria en el país”.
Entonces, Nicaragua tenía tan buena tendencia que, la actual ministra Martha Reyes, aseguró que en 2020 se lograría la eliminación de esta epidemia. Sin embargo, las estadísticas indican que el Minsa perdió el control de la misma.
Nicaragua firma acuerdos con Honduras y Costa Rica
Durante el último año, Nicaragua firmó dos acuerdos con los países vecinos para planificar acciones conjuntas en las zonas fronterizas que ayuden a la eliminación de la malaria.
Según informó la OPS, Costa Rica, Honduras y Nicaragua acordaron brindar tratamiento y seguimiento a todo paciente diagnosticado con malaria independientemente del país de origen, proveer asistencia y garantizar el libre tránsito del personal de salud para la realización de actividades de control de la malaria.
Un médico nicaragüense, que pidió no ser identificado, explicó que la cooperación entre los países es importante porque debido a las movilizaciones realizadas en las zonas fronterizas se propaga esta epidemia. Si Nicaragua pierde el control de la epidemia también pone en riesgo a los países.
Costa Rica, por ejemplo, planea erradicar esta epidemia de su territorio para el 2025, para sumarse a El Salvador que en 2020 consiguió la certificación de eliminación de la malaria otorgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).