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Nicaragua puede convertirse en el epicentro regional de la pandemia

Dr. Jorge Huete: “Urge auditoría de la OPS en el Minsa”. El modelo sueco no es aplicable: “Aquí falló la prevención”

Un doctor toma la temperatura a una mujer como medida de prevención ante el coronavirus, el 25 de abril , durante una velada de boxeo organizada por la promotora Búfalo Boxing Promotions, en las instalaciones del polideportivo Alexís Arguello en Managua. // Foto: EFE

Carlos F. Chamorro

22 de mayo 2020

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En Nicaragua existe el riesgo de que la covid-19 se siga expandiendo sin control y se desborde, debido a que no se establecieron medidas de supresión de actividades y mitigación, como en el resto de los países de Centroamérica, alerta el científico Jorge Huete, doctor en Biología Molecular. “Por lo tanto, lo que uno podría esperar es que el virus empiece a difundirse en toda la población, de una manera en que Nicaragua podría convertirse en el epicentro de la enfermedad en toda la región”, advierte Huete.

En una entrevista con el programa televisivo Esta Noche, el también vicepresidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua, analizó los resultados de las 5900 pruebas de covid-19 realizadas por los laboratorios del Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia que el Ministerio de Salud mantiene en secreto, y emplazó al Gobierno a liberar las pruebas para que se puedan realizar de forma masiva, con la participación de laboratorios privados. El científico, vicerrector de la Universidad Centroamericana, demandó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizar “una inspección en el Minsa, y una auditoría en el CNDR”, para que “se sinceren y no se manipulen los datos” de la pandemia.

El Gobierno nunca ha dicho cuántas pruebas de covid-19 ha realizado, y cuáles son sus resultados. Pero el domingo pasado, CONFIDENCIAL reveló que el laboratorio del Ministerio de Salud ha hecho aproximadamente 5900 pruebas. ¿Es esta una muestra representativa para conocer el estado de la pandemia en Nicaragua?

No. Esa es una muestra demasiado pequeña. El laboratorio central del Minsa, el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR) tiene mucha más capacidad para eso. Si esos números son ciertos, daría un promedio de unas cien muestras diarias en los últimos dos meses, lo cual es muy por debajo de las capacidades que tiene el Minsa, y ya no se diga de otras capacidades que se pueden conseguir en el país.


Los resultados que se conocen, de acuerdo a esas 5900 pruebas es que 1600 personas dieron positivo, esto sería el 27%, es decir, casi una de cada tres personas que fueron testeadas dio positivo. ¿Qué significa esto como una tendencia nacional?

Eso es sumamente preocupante, porque tener alrededor de 30% de las muestras que dan positivas, significa que hay un alto grado de contaminación. En realidad hay un sesgo en el muestreo, no se ha hecho muestreo masivo, y lo que se ha hecho es identificar algunos casos con gente que presenta síntomas, que podría ser la enfermedad, y a esa gente se le toma la muestra.

Lo que debería hacerse es un muestreo mucho más amplio que incluya la posibilidad de identificar gente asintomática, y esto es muy importante desde el punto de vista epidemiológico, porque cuando identificamos los asintomáticos, identificamos las fuentes que están contagiando y que están pasando la enfermedad inadvertida.

En realidad se tiene que hacer un muestreo mucho más grande, y generalmente cuando hay mayor número de muestras, baja ese porcentaje, y esto es algo que en epidemiología es fundamental. Hay que hacer un muestreo mucho más grande hasta que se demuestre realmente lo que está sucediendo, y los casos positivos seguramente serían menores. Si eso se mantuviera entonces significa que aquí ya la epidemia está contaminando al alto porcentaje de la población.

En este momento tenemos una aproximación a tres datos: el nuevo dato oficial que brindó el Ministerio de Salud, que saltó de 25 casos positivos a 279; por el otro lado, están estos 1600 casos positivos derivados de las pruebas realizadas por el Ministerio de Salud, que se mantienen ocultas; y la aproximación que ofrece el Observatorio Ciudadano COVID-19 que también anda cerca de estos 1600 casos sospechosos. Entre esas tres cifras ¿cuáles son las señales que nos está diciendo la realidad?

Con esta información que se ha filtrado a los medios de comunicación desde los médicos y desde familiares de pacientes de los fallecidos, creo que estamos aproximándonos un poco más a la realidad que está viviendo Centroamérica. Sin embargo, hay que presentar la alerta de que Nicaragua tiene la posibilidad de desbordar la situación comparado con lo que ha ocurrido en la región, y esto es debido a que no se estableció ninguna medida ni de supresión y de mitigación, por lo tanto, lo que uno podría esperar es que el virus empiece a difundirse en toda la población de una manera desorbitante, sin control. Por lo tanto, Nicaragua podría convertirse en los próximos días en el epicentro de la enfermedad en toda la región y eso es sumamente preocupante.

¿Qué hacer frente a esa alerta que estás mencionando? ¿En este momento qué significado tendría hacer más pruebas en esta etapa de desarrollo de la pandemia? ¿Y cómo se pueden hacer?

Podría existir una tendencia a pensar que la importancia de las pruebas, desde el punto de vista epidemiológico, era solamente al inicio, y es cierto que era sumamente importante, pero las pruebas igualmente son importantes a estas alturas, cuando ya ha crecido el número de contagiados, y parece sin control la enfermedad. Pero las pruebas ayudan siempre a conocer dónde están los focos de infección. Hace falta que el Gobierno reconozca de una vez la importancia que tienen las pruebas de diagnóstico como herramienta fundamental de cualquier estrategia de salud pública, y ellos aún no lo han reconocido y por eso es que no se hace un muestreo a mayor escala, y no se cubre todo el territorio nacional. Lo que se debe hacer es aumentar el número de muestras para identificar esos focos.

Hasta ahora, según los datos del Observatorio, hay al menos cuatro focos centrales a los que el Gobierno debería estar prestando atención, que son: Managua, Masaya, Chinandega, y más reciente también Matagalpa; entonces ahí es donde deberían ir a muestrear; deberían decirle a la gente que se quede en casa por lo menos por unas dos semanas para bajar esa curva de infección que ahorita se está disparando, y en esto las pruebas de diagnóstico tienen muchísima importancia.

En Nicaragua, la consideración fundamental es que no se manda a cuarentena por una motivación económica, se quiere mantener la economía abierta; sin embargo, la contradicción es que usted no puede tener la población económicamente activa enferma, porque simplemente no puede producir, no puede trabajar. Entonces, en principio, si se desea mantener abierta la economía se tienen que hacer las pruebas para identificar esos focos de contagio.

¿Cómo se pueden masificar las pruebas? La donación del Banco Centroamericano de Integración Economía, el BCIE, de 26 000 test, no se ha han aplicado porque estaban incompletos y le faltaban los elementos de extracción. ¿Los hospitales y laboratorios privados tienen capacidad para realizar de manera masiva pruebas junto con el CNDR?

Nosotros hemos argumentado que era importante descentralizar las pruebas, sobre todo esas pruebas de diagnóstico rápido, que no requieren de personal muy entrenado, y que se debería autorizar a los laboratorios privados, que los hay muchos en Nicaragua, que podrían incluso ellos mismos importar sus propios kits, para ayudar al control de la enfermedad y la atención al paciente. Pero no se ha hecho. ¿Qué ha pasado con las 26 000 pruebas? Yo he revisado la información de esas pruebas de Corea del Sur, y no he visto que haya una necesidad de un kit específico adicional a lo que ya se refirió, pero si lo fuera, que el kit necesario es de extracción, eso se hace en casa, eso es muy fácil, cualquier laboratorio de biología molecular puede producir su propio kit de extracción, y en eso el CNDR seguramente que tiene mucha experiencia.

Es muy lamentable, pero los laboratorios de Nicaragua, todos los laboratorios privados, ya deberían estar haciendo, las pruebas.

La Organización Panamericana de la Salud dijo ayer que le ha solicitado al Gobierno de Nicaragua que le brinde información, pero que no ha cumplido. ¿Hay alguna manera de auditar la acción del Gobierno en materia de salud, cuando está ocultando información, y ni siquiera está brindando lo que solicita su contraparte, que es la Organización Panamericana de la Salud?

Definitivamente. En el lenguaje diplomático de la OMS, de la OPS, lo que ellos están diciendo es eso, aquí lo que hace falta es una inspección a fondo de lo que está ocurriendo, de que se sinceren los datos, de que no se fabriquen datos, que no se manipulen, para conocer verdaderamente lo que está ocurriendo y para que al pueblo de Nicaragua se le pueda ofrecer la mejor herramienta de atención ante esta pandemia, que es letal. Entonces, yo creo que eso es lo que está buscando la OMS, la OPS, es lo que han solicitado los médicos independientes, que quieren que se conozca la verdad de lo que está ocurriendo en el país para poder atenderlo debidamente.

La otra noticia que causó una enorme preocupación, porque se estaría poniendo en riesgo la capacidad del CNDR de realizar más pruebas, es el grado de contagio de covid-19 que existe en ese centro científico: más de 50 de 110 trabajadores están contagiados, entre ellos el director de CNDR, algunos directores de área. ¿Esto es resultado del contagio comunitario? ¿O podría estar causado por fallas en el manejo de las muestras en ese laboratorio?

A mí como persona que trabajo en laboratorio, lo primero que me surge es que hay un contagio y hay un mal manejo en el laboratorio. Sin embargo, esto únicamente se puede averiguar si se hiciera una inspección a fondo sobre lo que está ocurriendo, y eso es fácil de hacer. De hecho, la misma OPS podría tener algún personal para identificarlo, y esto no es simplemente para descubrir en dónde estuvo el problema, sino que es necesario para rectificar cómo se está haciendo el manejo total en ese laboratorio; y tendría que revisar todos los datos, las bitácoras de cada laboratorista, ver cómo se reciben las muestras que se puedan estar recogiendo de todo el país; y para eso haría falta realmente una inspección a fondo, la podría hacer un organismo independiente como la OMS y la OPS.

Esto nos da una alerta de cómo se están manejando las muestras para tratar de proteger las vidas de todos los laboratoristas, lo mínimo que debían haber hecho ahí, al descubrir que hay un foco de infección, es detener todo lo que estaban haciendo, mandar a la gente a cuarentena, desinfectar, para proteger la vida, resguardar la vida de sus laboratoristas. Pero, definitivamente que es una lástima para el país porque laboratorio queda bastante diezmado.

Algunos funcionarios han sugerido que el Gobierno está siguiendo algunas pautas de lo que llaman el modelo sueco, o la promoción de la autoinmunización de la población, con todo el impacto que tiene el hecho de que tengan que morir por ello centenares o miles de personas, y muchos más hayan sido contagiados. Pareciera que hay gente en el Gobierno que piensa que se va a lograr frenar por un efecto de autoinmunización.

Sí, el modelo de Suecia no es aplicable a Nicaragua, porque en Suecia partimos de un país altamente desarrollado, muy tecnológico, que cuenta con un sistema de salud pública sumamente desarrollado, entonces pensar que eso se puede comparar en Nicaragua, es absurdo; y de hecho, como país en vías de desarrollo, sumamente atrasado, Nicaragua tendría que haber apostado por una estrategia de prevención. De hecho, su modelo, que ellos denominan familiar y comunitario presta muchísima atención a la prevención. Pues, aquí falló. Aquí no se implementó ese modelo de prevención. Se dejó entrar al virus, se dejó que la gente se enfermara, y ahora le está cayendo la responsabilidad a los médicos que tienen que atender centenares de pacientes infectados al mismo tiempo, y que los mismos médicos lo están sufriendo por que ellos se están contaminando, y todo el personal de Salud.

La inmunidad de rebaño supone que todo mundo se va infectar. Y es lo que se ha hecho en Nicaragua, que todo mundo se infecte, porque aquí se dejó entrar el virus. Obviamente, en un período determinado, prácticamente todos en la población estamos expuestos a ser contaminados. Sin embargo, eso supone que la gente va a adquirir cierta inmunidad, pero esa apuesta ha sido equivocada porque ni siquiera se sabe si con este virus se va a desarrollar alguna inmunidad, hasta ahora, incluso, se sabe que se puede conseguir por cuatro o cinco semanas, y que posteriormente la gente puede ser reinfectada.

Entonces la apuesta por esa inmunidad de rebaño resultó ser equivocada, al punto de que países como Suecia y como Inglaterra, al principio se estuvo especulando con esa idea, tuvieron que rectificar.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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