20 de mayo 2023
Un ranking elaborado por Wisevoter, un centro de pensamiento estadounidense especializado en procesamiento de datos, estableció que Nicaragua se encuentra entre los diez países del mundo con el peor promedio de coeficiente intelectual entre sus ciudadanos, debido a sus condiciones de pobreza, su inestabilidad política y un deficiente sistema educativo
Nicaragua se encuentra en el puesto 188, de 193 países incorporados al ranking por Wisevoter. Sin embargo, no es el país con el peor promedio de la región centroamericana; Guatemala está en el lugar 190.
El centro de pensamiento reconoce que este ranking no pretende establecer qué ciudadanos de cuáles países son más inteligentes que otros, sino funcionar como un indicador de la realidad socioeducativa de cada nación. "Las investigaciones han demostrado que las personas que tienen acceso a una educación de calidad, una atención médica adecuada y recursos financieros, tienden a desempeñarse mejor en las pruebas de coeficiente intelectual. Por el contrario, aquellos que carecen de estos recursos pueden estar en desventaja y sus puntajes de coeficiente intelectual pueden no ser un reflejo exacto de su verdadera inteligencia”, señala el estudio.
“Esta es la razón por la que a menudo se considera que clasificaciones como estas colocan a los países de ingresos más altos en una ventaja injusta en comparación con los países de ingresos más bajos, ya que miden y comparan a los ciudadanos de los países en aspectos que pueden variar ampliamente de un país a otro, por lo que estos puntajes deben debe tomarse como una indicación, no como una medida exacta”, añade.
Junto a Nicaragua, que registra un promedio de coeficiente intelectual de 52.69 puntos, los otros nueve países que conforman la lista son Mauritania (59.76), Sudán del Sur (58.61), Ghana (58.16), Costa de Marfil (58.16), Guinea (53.48), Gambia (52.68), Guatemala (47.72), Liberia (45.07), Sierra Leona (45.07) y el último lugar lo ocupa Nepal, con un 42.99.
El ranking fue elaborado cruzando variables como los indicadores oficiales sobre acceso y calidad en la educación, salud, desigualdad de ingresos y el financiamiento gubernamental a la educación.
El estudio incluso enfatiza en el capítulo de Nicaragua, que un factor mayúsculo para estos resultados es la grave crisis sociopolítica que carga el país desde 2018, cuando la dictadura de Daniel Ortega reprimió con violencia las protestas ciudadanas e impuso un estado policial de facto que anuló los derechos civiles y las libertades democráticas de los nicaragüenses.
“Nicaragua enfrenta escasez de maestros calificados”, cita estudio
“Nicaragua, un país en desarrollo ubicado en América Central, tiene un historial de inestabilidad política, y la pobreza es un problema importante. Muchas personas carecen de acceso a necesidades básicas como educación, atención médica y agua potable. Su sistema educativo enfrenta varios desafíos, incluida la escasez de maestros calificados, una infraestructura limitada y una financiación inadecuada. La desnutrición, la mala atención médica y la desigualdad social son algunos de los factores que pueden contribuir al bajo coeficiente intelectual entre sus ciudadanos”, refiere el estudio.
En la acera de enfrente, los países que registran los mejores índices de coeficiente intelectual son Japón (106.48), Taiwán (106.47), Singapur (105.89), la ciudad de Hong Kong (105.37), la República Popular de China (104.1) Corea del Sur (102.35), Bielorrusia (101.6) Finlandia (101.2), Liechtenstein (101.07) y Alemania (100.74). Estados Unidos, la principal potencia económica del mundo, ocupa el lugar 28, con un promedio de 97.43.
El estudio hace hincapié en que las diferencias en el coeficiente intelectual promedio entre los países, es influenciado por factores como la genética, el medio ambiente, la educación y los antecedentes culturales, entre otros.
“Los países con un fuerte énfasis en la educación, como Japón y Singapur, tienden a tener un coeficiente intelectual promedio más alto. De manera similar, los países con un historial de inestabilidad política y social, pobreza y falta de acceso a la educación y la atención médica, como muchos países africanos, tienden a tener coeficientes intelectuales promedio más bajos. Por lo tanto, es esencial considerar varios factores que influyen en el coeficiente intelectual al comparar los coeficientes intelectuales promedio entre países”, explica.
Wisevoter detalla en su reporte que las estadísticas oficiales sobre las que elaboraron su ranking fueron procesadas utilizando una metodología basada en un estudio de Lynn y Becker, denominado Intelligence of Nation.
El centro de pensamiento reconoce que este ranking no pretende establecer qué ciudadanos de cuáles países son más inteligentes que otros, sino funcionar como un indicador de la realidad socioeducativa de cada nación.
“Las investigaciones han demostrado que las personas que tienen acceso a una educación de calidad, una atención médica adecuada y recursos financieros, tienden a desempeñarse mejor en las pruebas de coeficiente intelectual. Por el contrario, aquellos que carecen de estos recursos pueden estar en desventaja y sus puntajes de coeficiente intelectual pueden no ser un reflejo exacto de su verdadera inteligencia”, señala el estudio.
“Esta es la razón por la que a menudo se considera que clasificaciones como estas colocan a los países de ingresos más altos en una ventaja injusta en comparación con los países de ingresos más bajos, ya que miden y comparan a los ciudadanos de los países en aspectos que pueden variar ampliamente de un país a otro, por lo que estos puntajes deben debe tomarse como una indicación, no como una medida exacta”, añade.
Se prioriza la propaganda y la exaltación política, señala experto
Ernesto Medina, docente universitario experto en temas de educación, exrector de la Universidad Americana (UAM), analizó el estudio y explicó que estos resultados son el reflejo de una política educativa establecida en el país que prioriza la propaganda y la exaltación política al régimen orteguista, por encima de un proceso autocrítico en función de mejorar su calidad.
“Hay que dejar claros que son cálculos y valores estimados, porque existen valoraciones de coeficiente intelectual que toman como base grupos de población o sectores específicos, pero este estudio es muy interesante en el sentido de que logra detectar problemas como la deficiencia del sistema educativo en Nicaragua y los maestros mal preparados, un problema que quienes hemos seguido el tema educativo hemos denunciado durante mucho tiempo”, explicó Medina.
“Lo preocupante es que, juntando estos factores, dan como resultado un bajísimo nivel de capacidad intelectual de la población, lo que se traduce en un pobre nivel de preparación para entender lo que está aconteciendo en el mundo en el campo de la ciencia y la tecnología, que requiere capacidad de extracción, comprensión y el uso de herramientas básicas”, subrayó.
El docente universitario comentó que los resultados de las proyecciones hechas por el estudio de Wisevoter son basados en aquellas estadísticas que el régimen permite sean públicas, pero si hubiese una completa apertura informativa a la realidad educativa de Nicaragua, los resultados pudiesen ser peores.
“Nicaragua es uno de los países que menos información da sobre indicadores educativos. Debería ser todo lo contrario, porque cuando querés solucionar algo, tenés que reconocer que hay problemas. Pero este Gobierno quiere hacernos creer que todo es perfecto y magnífico, esconden la realidad, con lo cual cometen un gravísimo error, porque de esa forma, no se hace nada para mejorarla o transformarla”, opinó Medina.
“Aquí más bien se despiden maestros por no seguir las líneas del partido, se meten como maestros a personas que lo único que demuestran es lealtad e incondicionalidad al Gobierno, no se hacen reformas de fondos, sino que cada año se corre a andar improvisando políticas que son hechas sin mucho análisis o reflexión técnica. Tenemos libros de textos politizados, donde se tergiversa la historia con la intención de quedar bien con los que gobiernan”, agregó.
Estudio de la Unesco “desnudó” deficiencias del sistema educativo
Medina recordó que uno de los últimos procesos evaluativos a los que el régimen permitió someter a análisis el sistema educativo de Nicaragua fue el Estudio Regional Comparativo y Explicativo promovido en 16 países latinoamericanos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 2019.
Entre los hallazgos más destacados de este estudio, es que Nicaragua ocupó el penúltimo lugar, con 63.9% de estudiantes de III Grado y el último lugar, con 87% estudiantes de VI Grado, por debajo del Nivel Mínimo de Competencia para Lectura, resultados más bajos que los registrados en el último estudio de 2013.
En el caso de las Matemáticas, el estudio de la Unesco determinó que Nicaragua ocupó el antepenúltimo lugar, con 65.3% de estudiantes por debajo del Nivel Mínimo de Competencia, mientras en Ciencias, se ocupó el último lugar junto a República Dominicana, con 95% de estudiantes por debajo del Nivel Mínimo de Competencia.
Estos resultados, en términos generales, establecieron que Nicaragua ocupará doceavo lugar entre los 16 participantes, con 97% de estudiantes por debajo del Nivel Mínimo de Competencia.
“Los pocos indicadores que tenemos, como las pruebas comparativas que hace la Unesco en las que dichosamente se ha participado en los últimos tres estudios, te dan una radiografía de lo que está pasando al menos en los últimos 15 años, y Nicaragua siempre está en la cola. El principal responsable es el Gobierno, que ha sido incapaz de reconocer que la educación tiene problemas y tomar las medidas necesarias”, afirmó Medina.
“Por ejemplo, los resultados de ese test comparativo que hace la Unesco, desde que llegó (Daniel) Ortega al poder en 2007, nunca se han discutido esos resultados públicamente con nadie, ni ha dicho si los acepta o cómo los interpreta. Pasan sin pena ni gloria, y el Gobierno no les hace caso”, agregó.