2 de abril 2020
Nicaragua es, desde este jueves dos de abril, el único país de América Latina con sus fronteras abiertas, pese a la pandemia de covid-19 que afecta al mundo. Las demás naciones han optado por varias opciones desde el cierre completo a cualquier persona, hasta una clausura parcial.
Nicaragua se convirtió en el único país con esa característica, luego que Cuba decidiera el martes pasado cerrar completamente sus fronteras, suspender los vuelos comerciales y chárter a la isla, y pedir la retirada de las embarcaciones extranjeras de sus aguas territoriales para frenar la expansión del coronavirus.
Un gráfico de Deutsche Welle (DW), la cadena alemana de prensa para el extranjero, muestra que los países latinoamericanos con sus fronteras parcialmente cerradas son: Trinidad y Tobago, México, Venezuela, Guyana Francesa y Barbados.
Las naciones que tienen sus fronteras cerradas para los extranjeros no residentes son: Honduras, Guatemala, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Belice, Uruguay, Brasil, Chile, Guyana y Surinam, según la DW.
Señala que los países con sus fronteras totalmente cerradas son: Cuba, Haití, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina.
En el gráfico, Nicaragua aparece como el único país en toda la región que mantiene sus fronteras abiertas. Esta posición es parte de la política del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, de aparentar una “normalidad” en el país.
“Cierre es algo utópico”
El viceministro de Gobernación, Luis Cañas, defendió la política de fronteras abiertas del Gobierno. En una entrevista con el canal 10, el funcionario aseguró que “el cierre de fronteras es algo utópico, porque las fronteras físicas no se limitan solamente al puesto migratorio oficial”.
“Ningún país en el mundo está cerrado herméticamente”, aseveró Cañas, quien explicó que es “mejor” administrar con el personal técnico, el ingreso y egreso de personas, aunque matizó que no se trata de un “control férreo”, pero “control al fin”.
“Nosotros no hacemos ningún despacho migratorio, sino ha pasado la revisión del personal médico que el Minsa (Ministerio de Salud) tiene en cada puesto”, dijo el viceministro al medio local.
Para qué inmovilizar el país
La política estatal de “todo está normal” en el país, incluye también que Nicaragua sea el único país de la región que no ha establecido medidas —como cuarentena, cierre de clases y restricción a vuelos— para evitar una propagación masiva del coronavirus, en cambio organiza marchas y festivales con sus simpatizantes.
Cañas subrayó que el cierre de fronteras a personas provenientes de países con brotes, “no es necesario que se imponga”. A la par, justificó: “¿Vamos a inmovilizar a nuestro país para evitar los efectos de la pandemia? Eso es discutible”.
“Si de primas a primeras se hubiese dicho: ‘este país (queda) totalmente en cuarentena, a este país no entra nadie’. ¿Qué otra etapa vamos adoptar en las distintas fases, que esto (pandemia), va evolucionando? Ya no hay más, ya tiramos todo, ya hicimos todo; del inicio nos fuimos al fin”, excusó el funcionario.
Indicó que la pandemia “lleva su fase” y que “son las circunstancias las que nos van haciendo ir adoptando las medidas”.
El viceministro se refirió a que Ortega “constantemente” despacha con todas las instituciones, pese a que el presidente lleva más de 20 días sin aparecer en público. Su última comparecencia fue, el pasado 12 de marzo, en un encuentro virtual con sus homólogos del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), para tratar el tema de la pandemia.
Cañas garantizó que Ortega dicta las directrices y busca “cómo hacer”, sobre la crisis por el covid-19.
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