23 de agosto 2022
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) evocó este lunes el 44 aniversario de la operación “Muerte al Somocismo”, que debilitó la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, derrocada un año después, con una de sus protagonistas, actualmente opositora, por segundo año en prisión.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales que esa operación fue un “histórico momento de osadía y valentía” del FSLN —en ese entonces una guerrilla—, principalmente de “los compañeros y compañeras que participaron como miembros del comando glorioso Rigoberto López Pérez en la operación Muerte al Somocismo”.
La operación, denominada oficialmente con el nombre “Muerte al Somocismo”, fue liderada por el fallecido Edén Pastora, conocido como “Comandante Cero”, quien luego la llamó “Operación Chanchera (corral para puercos)” porque en el Palacio Nacional funcionaba el Congreso y el Senado, y él comparaba a los diputados con los cerdos.
El número 1 y número 2 del comando “Rigoberto López Pérez”, conformado por 25 combatientes, fueron los guerrilleros históricos sandinistas Hugo Torres y Dora María Téllez, respectivamente.
Torres, uno de los guerrilleros más audaces en la lucha contra la dictadura de Somoza, murió el pasado 12 de febrero mientras se encontraba detenido acusado por su antiguo compañero de lucha, el presidente Daniel Ortega, a quien liberó de prisión, de “traición a la patria”.
En tanto Téllez, de 66 años, sigue guardando prisión tras ser condenada a ocho años por delitos considerados “traición a la patria”.
Torres y Téllez ocuparon altos cargos durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990) tras participar en operaciones suicidas que permitieron la liberación de presos políticos en tiempos de Somoza.
Sin embargo, se distanciaron de Ortega por la forma en la que conducía el FSLN, y se sumaron al antiguo Movimiento Renovador Sandinista (MRS), ahora llamado Unión Democrática Renovadora (Unamos).
Día de orgullo nacional
Murillo dijo que los sobrevivientes de ese operativo, con excepción de Téllez, a la que no mencionó, se reunieron con miembros de la Juventud Sandinista, el brazo juvenil del FSLN.
“Hoy es un día de orgullo nacional, evocamos, recordamos, nos sentimos inspirados, por ese heroísmo, esa audacia, audacia heroica, esa osadía, también heroica, el desafío a la brutal genocida dictadura somocista, con una acción que nos inmortalizó a todos, como pueblo precisamente valiente, noble, luchador y como Frente Sandinista de Liberación Nacional”, destacó la vicepresidenta.
“Una de las acciones —continuó— más divulgadas en el mundo entero, y la verdad, todos, de una u otra forma, nos sentimos en aquel momento parte de ese heroísmo”.
La primera dama enumeró a parte de los integrantes del comando guerrillero. “Mandamos un abrazo al compañero Francisco Emilio Mena, le dicen “Chacalote”; a Eddy Leonardo Olivares, en Masaya; a Donald Román Pantoja Herrera, en León; a José Hermógenes Hernández, “La Tunga”, en Masaya; a Porfirio Jalina Sánchez, en Monimbó, Masaya; a Miguel Rutilio Miranda, en Managua, allí en los barrios orientales; al compañero Juan Lorenzo Hernández Cisnes, “Nicanor”, de Managua; a Abilio Enrique Ramírez López, también de Managua”.
La “Operación Chanchera”
Ese día, un martes 22 de agosto de 1978, un comando sandinista integrado por 25 guerrilleros ataviados como cadetes militares simularon ser de la fuerza elite de la Guardia Nacional y desarmaron a la seguridad y a los guardaespaldas del Congreso con la excusa de que llegaba el mismísimo Somoza Debayle, según han relatado los protagonistas.
Una vez dentro del Congreso, que presidía Luis Pallais Debayle, primo hermano de Somoza Debayle, el “Comandante Cero” anunció que se trataba de un asalto liderado por el FSLN y tomaron de rehenes a los diputados para exigir la libertad de decenas de guerrilleros que se encontraban en prisión.
Tras casi tres días de negociaciones, con la mediación del entonces arzobispo de Managua Miguel Obando, los guerrilleros lograron que se emitieran varios comunicados del FSLN en medios de comunicación oficialista, recibieron medio millón de dólares, y la garantía de salir de Nicaragua con los presos políticos liberados.
La “Operación Chanchera”, según los sandinistas, fue el principio del fin de la dictadura de Somoza Debayle, que luego se enfrentó con los jefes de la Guardia Nacional que lo cuestionaron por claudicar en las negociaciones en vez de ordenar la liberación con las fuerzas de las armas del Palacio Nacional.
Para el FSLN, fundado en 1961 como un movimiento guerrillero de corte marxista-leninista, se constituyó en una de las operaciones guerrilleras más emblemáticas en la lucha contra los Somoza, y puso el conflicto en el radar mediático mundial.