24 de julio 2022
Monseñor Silvio José Báez abogó en su homilía dominical dedicada al poder y el consuelo que brinda la oración a Dios a no dejar en el olvido a quienes han sufrido la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El obispo auxiliar de Managua afirmó que la oración es la mayor contribución de los cristianos a las causas sociales que consuelan a los quienes han sido víctimas de injusticias o violaciones a sus derechos.
"Al orar acogemos en nuestro corazón también el dolor social: el drama de los pobres, el sufrimiento de los presos políticos y de los exiliados, la zozobra de una Iglesia perseguida y la humillación de sacerdotes acusados con odio y en modo irregular. De todos estos sufrimientos, no basta hablar, también hay que convertirlos en oración para hacerlos llegar hasta Dios, en forma de súplica humilde, de pregunta indignada o de lágrima silenciosa. Ciertamente que 'no basta rezar', pero para un cristiano es verdad también que 'no basta hablar y actuar”, expresó en su homilía desde desde la parroquia Santa Agatha en Miami, Florida.
El régimen orteguista mantiene una escalada represiva en contra de la Iglesia Católica que ha llevado al encarcelamiento de monseñor José Leonardo Urbina Rodríguez, de Boaco, y el párroco de Nandaime, Manuel García- quien ya fue declarado culpable del supuesto delito de violencia física y violencia psicológica- y el recrudecimiento de la persecución contra sacerdotes como el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, y el párroco de la Iglesia San Juan Bautista en Masaya, Harving Padilla.
"Por eso, a nivel social, la mayor contribución que los cristianos podemos ofrecer es nuestra oración. La historia no es solo un escenario en el que actúan las voluntades humanas, sino también el lugar adonde Dios hace llegar su reino de caridad, de paz y de justicia. Al orar hacemos posible que Dios misteriosamente fecunde la historia y transforme la sociedad con nuestra colaboración y a través de nuestras acciones>", añadió Báez, quien está exiliado a causa del asedio de fanáticos sandinistas.
El régimen ha mantenido un ataque frontal contra obispos y sacerdotes de la Iglesia católica, a quienes califica de “terroristas” y “golpistas” desde 2018, cuando alzaron la voz contra la represión y masacre que dejó más de 325 asesinados entre abril y septiembre de ese año, y sus templos fueron usados como refugio de cientos de estudiantes y ciudadanos.
Durante los últimos cuatro años, el régimen también ha lanzado campañas de desprestigio contra la Iglesia y sus sacerdotes, promoviendo agresiones físicas y verbales por parte de fanáticos orteguistas, como ocurrió con la profanación de la Catedral de Managua en la misa de cuerpo presente del poeta Ernesto Cardenal, en marzo de 2020.