30 de noviembre 2020
Tras el paso de los huracanes Eta y Iota, la situación en las comunidades en la Costa Caribe Norte “es precaria”, aseguró monseñor Pablo Schmitz , obispo de la Diócesis de Siuna, quien resaltó que los damnificados “más que casas, necesitan comida. Les urge más ayuda, y la necesitan ya”.
“En Bonanza se encuentra mucha destrucción todavía. En las minas, la gente necesita motosierras para cortar árboles y hacer caminos para abrir las carreteras. En Rosita me están contando como los animales están muriendo porque no hay agua y alimentos para ellos”, describió el prelado.
Muchas de las personas que estaban en los albergues están regresando a lo que hoy son los escombros de sus viviendas, tratando de iniciar desde cero. Sus peticiones son las mismas, las personas están necesitadas de alimentos y agua.
“Todos los ríos están inundados y la gente está sufriendo, hay que buscar cómo ayudarlos; ellos necesitan comida, no solamente por un mes. También hay que ver qué pueden sembrar, necesitan sus cosechas”, dijo el religioso.
Recaudan 1.4 millones de córdobas y 61 mil dólares
El Cardenal Leopoldo Brenes dio a conocer este domingo los resultados del primer corte de la recolecta “para apoyar a los hermanos de la Región Autónoma Costa Caribe Norte” en la que se recaudó casi 1.5 millones de córdobas y unos 61 836 dólares.
“He sentido el dolor de los sacerdotes de esa Diócesis, he sentido el dolor de monseñor Pablo, que estaba en Puerto Cabezas cuando entro Iota, estaba durmiendo en el seminario y de repente las hojas de zinc desaparecieron del techo, él sintió el dolor, el llanto de muchos de sus fieles en ese momento. Hoy nosotros estamos cerca de ellos como arquidiócesis”, comentó Brenes.
Schmitz es el encargado de recibir los donativos de la colecta que realizaron las diócesis de Managua, Carazo y Masaya. Subrayó que para la distribución de la ayuda consultará con los líderes de las comunidades y con el Gobierno central. “Hay mucha gente de las regiones que tenemos que coordinarlo”.
“Están muy agradecidos por lo que han recolectado la Arquidiócesis y las otras diócesis, que están contribuyendo a nivel nacional e internacional”, dijo.
“Años para la reconstrucción”
El prelado llamó a seguir ayudando a los damnificados de la Costa Caribe Norte, debido a la extensa destrucción y porque va a tardar años “la reconstrucción”. “Estamos hablando de millones de dólares a nivel nacional e internacional para ayudar a la gente damnificada”.
“Es un momento que tenemos que ser instrumentos de la esperanza. Hay mucha gente que han caminado junto con ellos en este desastre. (Hay que) decirles que ellos no están solos, que va a llegar la ayuda. Nosotros tenemos que ser ese mensajero, no solamente de amor, sino de esperanza para un futuro mejor”, señaló monseñor.
Schmitz subrayó que otro de los mensajes que deben llevar a los damnificados es que ellos “no han sido abandonados por Dios, ni tampoco por sus hermanos y hermanas del sur o del pacífico; que ellos han mostrado y siguen mostrando su preocupación por lo que ha pasado”.