21 de octubre 2020
Nicaragua necesita "unidad", pero no cualquier tipo de unidad, sino una en la que se antepongan los intereses de la nación por encima de los intereses personales, afirma el obispo de la diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, en una entrevista con CONFIDENCIAL en la cual sostiene que "el amor a la Patria que debe prevalecer".
La unidad es una demanda unánime entre diversos sectores de la oposición nicaragüense que, sin embargo, aún no logra crear un solo bloque de cara a las elecciones presidenciales de 2021.
Álvarez reitera que en las diferentes cartas pastorales publicadas por la Conferencia Episcopal de Nicaragua se ha destacado la esencia de lo que puede servir para constituir esa unidad tan necesaria en el país, y que opositores y analistas han advertido que de no lograrse podría dar la victoria a Daniel Ortega.
"La Iglesia insiste en la importancia de la visión de nación, en ese sentido, los obispos de la CEN, en nuestro Mensaje del 15 de septiembre del año pasado (2019) nos preguntamos, -¿Cómo poder contribuir a la solución de los acuciantes problemas sociales, políticos y responder al gran desafío de la pobreza y la exclusión?... la desigualdad económica, el desempleo y la falta de oportunidades, parece un mal endémico difícil de corregir, condenando a la exclusión injusta y a la invisibilidad a varios colectivos sociales, como son, inmigrantes, mujeres, jóvenes, personas con capacidades diferentes, grupos étnicos, entre otros-. En ese mismo mensaje, los obispos recordamos que -el amor a la Patria que debe prevalecer por sobre todos los bienes particulares, si es tal,… tiene que ir unido a los pilares que dan sustento a toda convivencia: la verdad, la justicia, la libertad, la fraternidad, la solidaridad-", expresó Álvarez.
En mayo de 2018, previo al diálogo nacional entre Daniel Ortega y la oposición ante la masacre contra las protestas ciudadanas, la Conferencia Episcopal convocó un bloque que aglutinara a la oposición contra Ortega. Álvarez aseguró que la Iglesia actuó entonces como mediadora y únicamente convocaron a un amplio grupo de sectores para que fueran interlocutores con el Gobierno, una acción que no aclaró si la Iglesia volvería a repetir.
"Los obispos como mediadores y testigos, lo que hicimos fue convocar a una amplia representación de los sectores sociales para que fueran interlocutores con el Gobierno en el primer Dialogo Nacional. Siempre como Iglesia aspiramos a la construcción de una grande y prospera nación nicaragüense, construida sobre los cimientos de la verdad, la justicia, la equidad, la inclusión y administrada por un Estado social y democrático de Derecho funcional que tenga como centro gravitacional a la persona humana y su dignidad", aclaró el obispo que accedió a la entrevista por escrito debido a dificultades de agenda.
Álvarez además mencionó que por el momento prefería no especular sobre qué puede hacer la oposición para lograr finalmente esa unión, después que la Alianza Cívica por la Verdad y la Justicia empezara a debatir la posibilidad de abandonar la Coalición Nacional. En la práctica, la Alianza Cívica no participa en las reuniones ni comisiones de la Coalición, pero todavía no han logrado obtener los votos necesarios para que la decisión sea tomada completamente.
"El contexto que vive Nicaragua es particularmente sensible y complejo, y lo hace más delicado las últimas propuestas de leyes y las necesarias e impostergables, pero no llevadas a cabo todavía, reformas electorales, de tal manera que, habría que esperar para ver cómo se desenvuelven los acontecimientos y la dinámica del tiempo, por lo que no quisiera especular al respecto", expresó.
Templos abiertos, pero alertas por covid-19
La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó a los obispos que dejaban en sus manos la decisión de abrir o no los templos en todo el país, después que permanecieran cerrados en medio del aumento de los casos de covid-19. Sin embargo, el cuatro de octubre los templos reabrieron, pero Álvarez admite que el temor por el contagio sigue latente.
"Todos tememos que pueda haber más contagio del covid-19 y es por eso, que debemos de guardar las medidas estrictas de prevención y seguridad higiénica. De ahí que la Iglesia seguirá promoviendo dichas medidas", expresó.
Esas medidas contemplan que solo las personas que no presenten fiebre podrán asistir a los templos, todos deberán usar mascarillas y que ese debe respetar los protocolos establecidos por el clero.
El cierre de los templos, según Álvarez, evitó que hubiesen más contagios de covid-19 en el país, por ello decidieron también mantener comunicación con médicos independientes, no solo para valorar la situación de la pandemia, sino también para poder tomar la decisión de reabrir los templos.
"En el mes de agosto, se sostuvo una junta con médicos especialistas en salubridad pública, infectólogos y epidemiólogos, que nos indicaron que efectivamente la curva de contagio había descendido y que septiembre sería crucial para decidir si abríamos o no nuestros templos en el mes de octubre, lo cual hemos hecho bajo un estricto protocolo en fase inicial de transición", detalló el obispo.
"A pesar de ello --continuó-- las reuniones de grupos, movimientos, pastorales, asociaciones, cofradías, etc., se encuentran suspendidas. Naturalmente tenemos un monitoreo permanente de la situación, del comportamiento del virus y cualquier rebrote, para tomar las medidas correspondientes".
- Recibí las noticias más importantes del día en tu correo electrónico. Suscribite a nuestro boletín de noticias.