16 de abril 2022
El obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, denunció —durante su homilía del Viernes Santo— que un grupo de personas que se ubican regularmente en los alrededores de la catedral de San Pedro, Matagalpa, “atacaron” a una colaboradora de este templo.
“Hoy fue atacada una de nuestras ministras lectoras”, denunció Álvarez. “Y quiero decirles, Dios sabe que con toda sencillez, si es a mí a quien buscan dejen que estos se vayan. No hagan con los fieles lo que quieren hacer conmigo. Lo que quieran hacer conmigo, si van a hacerlo háganlo conmigo y no con los fieles, no con el santo pueblo de Dios, se los digo con toda claridad y sencillez”, agregó.
Aunque el obispo no explicó en qué consistió dicho ataque, advirtió a los agresores que “si tocan a un miembro de la iglesia nos tocan a todos”, ya que, valoró, “la unidad de la iglesia es indestructible”.
“Hoy es el día de la unidad de la iglesia. No saben con quién están queriéndose afrontar y enfrentar. No es contra fuerzas humanas. No, es con fuerzas de Dios que son sobrenaturales. La unidad de la iglesia no viene de nosotros que somos pecadores, frágiles, débiles, limitados, la unidad de la iglesia viene de Dios”, expresó el jerarca católico.
#Nicaragua | "Si es a mí a quien buscan dejen que estos se vayan. No hagan con los fieles lo que quieren hacer conmigo. Lo que quieran hacer conmigo, si van a hacerlo háganlo conmigo y no con los fieles", denunció este viernes Monseñor Álvarez https://t.co/5iW9Mdwlfu pic.twitter.com/EEEOzOL8Sq
— Confidencial Nicaragua (@confidencial_ni) April 16, 2022
De acuerdo con Álvarez, el “ataque” ocurrió en el pórtico de la catedral matagalpina minutos antes de iniciar la celebración del Viernes Santo.
Asediado constantemente
En varias ocasiones monseñor Álvarez ha denunciado que es víctima de asedio y persecución por parte de simpatizantes del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El 27 de marzo pasado el obispo señaló, a través de sus redes sociales, que cuatro agentes de la Policía le dieron persecución mientras se desplazaba por la carretera panamericana y luego interceptaron su vehículo “de manera brusca”.
En esa ocasión, el obispo explicó que los oficiales se movilizaban en una patrulla del puesto policial de San Benito, municipio de Tipitapa, quienes después de interceptarlo le pidieron sus documentos y le tomaron una serie de fotografías.
“Denuncio este hecho ante el pueblo nicaragüense, como haré cualquier otro tipo de acción que violente mi libre derecho de movilización”, agregó el obispo, una de las voces más críticas de la Iglesia católica contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ataques a la Iglesia
Ortega ha calificado a los obispos de “golpistas” y los ha acusado de “ser cómplices” de fuerzas internas y de grupos internacionales para derrocarlo. Durante la pasada campaña electoral, el caudillo sandinista se refirió también a los jerarcas católicos como “terroristas”.
El pasado seis de marzo, el régimen expulsó al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, representante de la Santa Sede en Nicaragua. El Gobierno de Ortega y Murillo le dio al religioso un poco más de una semana para dejar el país, pero tras consultas con el Vaticano, el monseñor abandonó su misión diplomática en Nicaragua, sin despedirse de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) o del cuerpo diplomático acreditado en el país.
En comunicado, el Vaticano aseguró que recibió “con sorpresa y dolor la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito (agrément)” al nuncio apostólico.