29 de septiembre 2020
Por primera vez en cuatro meses, el Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua reportó menos de 100 casos positivos de la covid-19, por semana. Según el último informe publicado este 29 de septiembre, la semana pasada solo atendieron a 97 personas, sumando como total de contagios desde la confirmación del primer caso, 5170 infecciones.
Asimismo, las autoridades informaron que por segunda semana consecutiva solo hubo dos fallecimientos atribuibles a la covid-19. Elevando la cifra de muertes a 151 y bajando la letalidad de la enfermedad al 2.9%.
Sin embargo, reconocen que hubo otras muertes provocadas por otras enfermedades. “Con frecuencia han tenido padecimientos asociados como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, enfermedades cardíacas, síndrome de inmunodeficiencia, insuficiencia renal crónica, antecedentes de accidente cerebro vasculares, tuberculosis pulmonar y enfermedades pulmonares crónicas”, afirman.
Esos “otros fallecimientos” que el Minsa atribuye a comorbilidades han sido ampliamente desmentidos por expertos en epidemiología. Desde inicios de junio, un reportaje de CONFIDENCIAL mostró cómo el Minsa utiliza la comorbilidad para ocultar las cifras reales sobre la pandemia.
En contraste con estas cifras, el Observatorio Ciudadano COVID-19 informó que, hasta el 23 de septiembre, en el país habría 10396 contagios y 2735 muertes a causa de la pandemia.
Minsa asegura que el 75% de los contagiados se han recuperado
Según los datos del Minsa, desde el inicio de la pandemia se han recuperado 3,898 contagiados, ubicando al país un porcentaje de recuperación del 75.40%, el más alto de Centroamérica. Sin embargo, las autoridades no informan cuántas de estas personas quedaron con secuelas a causa de la enfermedad y cuántas fallecieron tras ser dadas de alta.
“Las secuelas dependen de la severidad de los problemas de los pacientes. Por ejemplo, los que son ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) tienen más probabilidades de tener secuelas cardiovasculares y pulmonares. Incluso, hay algunos que pueden tener complicaciones muy graves por la intubación prolongada”, explicó el doctor, Carlos Quant, en un reportaje de CONFIDENCIAL.
Esta situación se agudiza porque según la actualización del mapa de la salud que realizó hace unos días el Ministerio de Salud, en el 2020 hay un aumento de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y las enfermedades cardíacas que son comorbilidades que se han presentado con bastante frecuencia en los pacientes con covid-19.
Falta de información
El Observatorio lamentó en su último informe que a casi seis meses del reporte del primer caso de covid-19, “el pueblo sigue sin saber cuál es la verdadera situación de la infección”.
“No ha habido informes de prevalencia, se desconocen los datos reales del número de enfermos leves, moderados y graves y, aún en el caso de los fallecidos, se desconoce la verdadera magnitud de la pandemia”, explicaron.
En su discurso durante sesión inaugural del Consejo de Derechos Humanos, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó que la crisis sanitaria requiere más transparencia y difusión de información por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
“Los datos oficiales sólo se reportan una vez por semana y carecen de información epidemiológica detallada”, lamentó.
En ese sentido, mencionó que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió “que ha sido necesario recurrir a datos producidos por fuentes no oficiales para analizar la situación en el país”.
“Preocupa, especialmente, la falta de información desglosada sobre los impactos de la pandemia en pueblos indígenas y afrodescendientes, así como sobre medidas específicas adoptadas en su favor”, manifestó la funcionaria.
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