25 de abril 2020
Los estudiantes de los colegios públicos de Nicaragua son obligados por el Ministerio de Educación (Mined) a asistir presencialmente a clases, a pesar de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del covid-19; esta reacción, dicen los expertos en educación, se debe a la falta de condiciones para implementar la modalidad virtual.
“Una de las razones por las que el Ministerio de Educación nunca ha mandado a los estudiantes a sus casas o ha suspendido el sistema escolar, es precisamente porque el sistema educativo nicaragüense no tiene condiciones para llevar la educación en línea. Los docentes no están preparados para desarrollar estos procesos de aprendizaje”, explica el experto en educación, Jorge Mendoza.
Según un estudio que cita el también director del Foro de Educación y Desarrollo Humano, de los más de 56 mil docentes que hay en todo el país, solamente “15 de cada cien utilizan el internet para fortalecer búsquedas que faciliten el proceso de aprendizaje, el resto no lo usa”.
Sin embargo, es prioritaria la suspensión de clases presenciales ante la amenaza del nuevo coronavirus, pues en una gran parte de los colegios públicos del país, no tienen servicios básicos como el agua potable. Entonces, en estos casos, difícilmente los estudiantes podrán cumplir con la principal recomendación: lavarse las manos. Además, que otra sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el distanciamiento social.
“El cierre de las clases no es algo que los educadores celebramos. Durante años nos hemos opuesto a las pérdidas de clases, cuando llevan a los estudiantes a actividades partidarias, pero el problema de ahora no es que nos guste o no, sino que hay que cerrar las escuelas por el bienestar superior del niño y la niña”, señala la investigadora y especialista en educación, Josefina Vijil.
Colegios privados tienen ventajas ante la pandemia
Previo a que se reportara el primer caso de covid-19 en Nicaragua, los colegios privados del país decidieron cambiar a la modalidad virtual para no exponer a los estudiantes y al personal docente. La diferencia con las escuelas públicas es que los privados han desarrollado plataformas de aprendizaje en línea y ya tienen experiencia usando esta modalidad, pues fue la herramienta que implementaron durante la crisis sociopolítica que detonó en 2018.
Según un padre de familia del colegio La Salle, de Managua, las clases virtuales funcionan a través de varias plataformas digitales: Google Classroom, Santillana e i-mereb. En estas, los docentes dejan presentaciones en Power Point con audio sobre las lecciones del día, guías de estudio y, desde esta semana, están implementando videoconferencias. En este caso, la responsabilidad de la educación es compartida entre los padres y maestros.
El panorama cambia para los colegios subvencionados. Una madre de familia que tiene un hijo en el colegio parroquial La Purísima, cuenta que las clases se suspendieron desde la semana del 18 de marzo; sin embargo, el método de aprendizaje en esta escuela funciona a través de guías de estudio. Los maestros crearon un grupo en WhatsApp en donde comparten lecturas de estudio y dejan actividades que los alumnos deben resolver y entregar presencialmente cada cierto tiempo. Sin embargo, confiesa tener desconfianza de la calidad del aprendizaje porque hace falta la explicación del docente.
Mined estaría creando plan de emergencia por covid-19
La experiencia en los colegios públicos es aún más escaza. Sin embargo, según un documento del Mined que se filtró esta semana, las autoridades educativas estarían creando un plan de acción para continuar el programa escolar en un escenario que los obligue a suspender las clases debido a la pandemia.
El documento, titulado “Lógica y pautas para diferentes escenarios de educación no presencial (a distancia), ante el contexto pandemia covid-19”, detalla que están creando pautas educativas en dos tipos de escenario: uno para los estudiantes que tengan acceso a internet, y otro para los que no.
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En el primer escenario planean usar distintas plataformas digitales para publicar los libros y material didáctico. Además, crearán grupos en las redes sociales (Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram), utilizarán la señal del canal 15 para trasmitir clases. En el caso de los estudiantes que no tengan acceso a internet prevén entregar guías de autoestudio elaboradas por el Mined, les darán acompañamiento a través de llamadas y mensajes de texto y se apoyaran en los libros de texto físico.
Sin embargo, en el plan no se detalla si habrá capacitaciones para los docentes, si estos cuentan con el equipo necesario para impartir las clases o cuál es la señal de alerta que obligaría al Mined a suspender las clases presenciales.
“Si bien se debe saludar la iniciativa de ese documento, llega muy tarde. Incluso, todavía no es un hecho que se está implementando”, lamenta Mendoza.
Alternativas a la educación virtual
Vijil propone otras alternativas al Mined para continuar con el plan educativo, sin vulnerar la salud de los estudiantes y de sus familias. “Uno de los escenarios es la educación a través de la radio. Esta llega a la mayoría de lugares del país y a través de ella se pueden dar consejos a los padres sobre cómo los niños y niñas pueden seguir aprendiendo desde la casa. También hay algunos programas pregrabados que se pueden reproducir o se pueden hacer programas nuevos”, señala la experta.
Sin embargo, explica que al implementarse la educación a distancia lo primero que se debe entender es que el aprendizaje es distinto al que recibían de forma presencial, pero pueden enfocarse en las áreas de matemáticas, lectoescritura, ciencias, pensamiento crítico, cultura.