12 de agosto 2021
En una escuela de primaria en Estelí, en el norte de Nicaragua, tres maestros están de subsidio por presentar síntomas gripales. La misma situación se repite en un centro escolar en el Distrito Uno, de Managua. Los docentes se han resguardado en sus casas con la incertidumbre de saber si son casos positivos covid-19 o no, porque no les realizaron las pruebas moleculares. Su situación es conocida por todos en sus centros escolares, pero prevalece el silencio o la "discrecionalidad".
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Una docente de Estelí, que accedió hablar bajo anonimato para evitar represalias, explicó que las escuelas subvencionadas y privadas en esa ciudad del norte del país continúan las clases de forma virtual por el riesgo del rebrote; sin embargo, en las escuelas públicas “está todo normal”, pese a que persisten casos sospechosos covid-19 en familiares de estudiantes, alumnos y docentes.
La inasistencia de los docentes es “un misterio”. Cuando preguntan porqué uno de sus colegas no llega a clases, la respuesta general es que está con fiebre, con gripe. “Se esconde”, “se oculta”, denuncia.
“En las escuelas se debería informar a los padres de familia, es más se debería de decir al padre de familia, tal maestro está enfermo, póngale atención al niño, vea si presenta sintomatología para que acuda rápido a la unidad de salud. Todo es un secreto”, cuestiona la docente.
Maestros de subsidio por cuadros "gripales"
“Carla” también es profesora de una escuela de primaria en Managua. Muchos de sus compañeros de trabajo se han enfermado, ella incluida. Acudió a la clínica provisional de la Seguridad Social, pero no le practicaron el test PCR, pero si le orientaron siete días de reposo. Una vez los cumpla y si aún se siente mal, debe presentarse para que le extiendan el subsidio 15 días más.
Varios maestros se reintegran a los siete días sin saber si se contagiaron o no del virus, y con el riesgo de afectar a otros docentes y a estudiantes, señala “Carla”. “(Las autoridades médicas) desconocen si realmente esta persona continúa con el covid-19, y prácticamente, lo está pasando a otro maestro y a los mismos alumnos”, advierte.
La notificación de subsidio se maneja a nivel institucional: Seguridad Social y Mined, no se entrega a los maestros, por lo tanto, se quedan sin respaldo por escrito. Esto representa una desventaja para los docentes, ya que el subsidio puede ser utilizado como una herramienta en su contra, los pueden acusar de ausentarse a clases y al no tener documentos de esos días de reposo, quedan sin protección, indica la docente.
“Todo está normal”, pese a inasistencias y rebrote de covid-19
Mientras en las últimas semanas, al menos cuatro colegios privados en Managua -Pedagógico La Salle, Pureza de María, Instituto Loyola, Colegio Centroamérica, según el diario La Prensa-, suspendieron clases presenciales por notificación de más casos sospechosos y positivos de covid-19 en sus comunidades estudiantiles, en las escuelas públicas no existen advertencias sobre el riesgo de contagio, pese a que las infecciones también han aumentado, afirman los docentes a CONFIDENCIAL.
El Plan de Salud Preventiva, que tanto el Ministerio de Salud (Minsa) junto con el Ministerio de Educación (Mined) aseguraron se cumplirían para proteger a 1.7 millones de estudiantes en 2021 en las escuelas públicas, no se ha cumplido por completo. Muchas de las escuelas no exigen el uso de mascarilla y el distanciamiento sigue siendo un reto. “Ni el Minsa ni el Mined visitan las escuelas para verificar cómo está el rebrote (...)”, reclama la maestra de Estelí.
Más bien, cuando un maestro se va de subsidio bajo la sospecha de covid-19, su grupo de clase se une a otro y facilita más aglomeración, al que se exponen los estudiantes y docentes, señalaron los maestros.
Los docentes consultados por CONFIDENCIAL en Granada, Managua, Jinotega, y Estelí coinciden que el aumento de casos covid-19 en sus escuelas públicas ha generado más inasistencia. En Estelí, señala una profesora de primaria, un aula de clases integrada por 40 estudiantes ha llegado a registrar tan solo la mitad, otras veces, treinta y otros días, 35.
Asegura que, en esa ciudad, hay muchos contagios y los padres no envían a sus niños cuando están con síntomas gripales, y otros, por temor a que se contagien.
Una maestra granadina relata que su escuela "hay mucha inasistencia de estudiantes y docentes producto de la pandemia (…) La situación es terrible con los contagios. No tuvimos agua por dos semanas y nunca se suspendieron las clases. De parte del Mined no hace nada. Si estamos sobreviviendo porque Dios sabrá por qué”, describió la docente.
En otra escuela privada en Jinotega, pese a que hay un caso sospechoso en una docente, la dirección no ha decidido suspender clases, como si ocurrió en abril, cuando identificaron dos contagios sospechosos y uno confirmado. La fuente del sector educativo dijo que en ese centro si se cumplen el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distanciamiento, pero que, de igual manera, no todos los niños están asistiendo.
Las clases en las escuelas públicas se mantienen pese al rebrote de covid-19, reconocido de forma tácita por el Ministerio de Salud, que en su informe semanal ha reflejado un mantenido aumento de nuevos contagios. Este martes 10 de agosto confirmó 398 nuevos nicaragüenses enfermos de covid-19. Es decir que, a diario, identifican en promedio 56 casos.