17 de abril 2020
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En dieciséis días, más de 9000 nicaragüenses han espiado a sus vecinos y luego llamado a la línea 132 —que el régimen habilitó para consultas sobre la covid-19— para denunciarlos por sospechar que son portadores del nuevo coronavirus. Se trata de una práctica de vigilar y acusar que ha sido avalada por el Ministerio de Salud (Minsa), como parte de su modelo de "vigilancia sanitaria y comunitaria", según confirmaron a CONFIDENCIAL trabajadores del Estado que atienden el call center. La cifra también fue detallada en medios oficialistas.
El régimen activó esa línea, el pasado 30 de marzo, para que los nicaragüenses puedan llamar gratis al Centro Nacional de Información covid-19. El número es atendido por unos 150 operadores, divididos en cuatro turnos de seis horas.
Humberto Román, director general del Sistema Nacional de Comunicación del Minsa, informó que desde el 30 de marzo hasta el martes pasado habían recibido 24 979 llamadas, de estas 15 515 eran para solicitar información sobre la covid-19, y las 9464 restante eran denuncias “reportando el ingreso de personas al país, por vía legal o puntos ciegos”.
En promedio 591 nicaragüenses han llamado diario para acusar a sus vecinos, entre el 30 de marzo y el 14 de abril de 2020, según las cifras del funcionario.
En una entrevista con un programa matutino del oficialista Canal 4, Román defendió que esa práctica es parte de la red comunitaria de salud. “No es que estén denunciando, sino que están cuidando la salud de su familia y de su comunidad”, matizó.
“También hemos recibido llamadas de familiares para decir que sus hermanos han entrado por puntos ciegos”, añadió.
Resaltó que en muchas ocasiones reciben más llamadas de los departamentos que de Managua, principalmente de zonas fronterizas como Nueva Segovia, Madriz, Chinandega y Rivas.
Actuación de equipo médico
El funcionario explicó que los ciudadanos solo proporcionan la dirección de sus vecinos, y que esa información es enviada “al director de salud del Silais (Sistema Local de Atención Integral en Salud) correspondiente (al sector) y ellos dan seguimiento al caso”.
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Sin embargo, una operadora de la línea 132 dijo a CONFIDENCIAL que en las denuncias además de la dirección, preguntan el nombre del presunto contagiado, el tiempo qué tiene en el país, de qué país regresó, y si presenta síntomas.
“Toda la información la anotamos en un formulario y luego se lo pasamos a unos médicos que están ahí (en la central)”, subrayó la empleada, quien solicitó no revelar su nombre por temor a ser despedida.
El director de Comunicación detalló que, con los datos del sospechoso, un equipo de salud del sector visita la vivienda y hace la atención que “corresponde”; el caso se maneja según las características “que se encuentran”.
“Muchas veces ya un equipo médico del Minsa ha llegado a las casas. Nosotros preferimos pecar de exceso”, mencionó.
Llaman a denunciantes
En una reciente entrevista con un canal local, la ministra de Salud, Martha Reyes Álvarez, indicó que los ciudadanos denunciados “pasan a un resguardo de 14 días y se les da un seguimiento con todas las medidas preventivas con toda su familia, para que, si realmente llegara a desarrollar una situación de riesgo, podríamos detectarlo oportunamente y controlar”.
Román dijo que, tras la visita a la vivienda, otro equipo de la línea 132 llama al denunciante y le informa que su queja fue procesada. Para esto, les solicitan a los ciudadanos que dejan su nombre y número de contacto.
“Se les llama y dice: ‘ya nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, ya escalamos las inquietudes a otro nivel, ya se está dando atención’. Muchos nos dicen que cómo se sienten: ‘ya vi que vino la gente del Ministerio’”, describió el funcionario.
Método desde 2016
La idea de la línea 132 no es nueva en el Minsa, ya que desde noviembre de 2016 habilitaron el número 84189953, donde —según Román— se atiende cualquier emergencia médica, consultas sobre la vigilancia epidemiológica, desastres naturales y alertas en salud pública. Igualmente funciona para poner denuncias contra ciudadanos.
La diferencia entre ambas líneas es que la 132 es gratuita y la otra no, además que la primera es parte del Centro Nacional de Información Covid-19, donde además se encargan de llamar a los viajeros que llegan a Nicaragua. Desde finales de marzo hasta el martes pasado, habían “realizado 31 979 llamadas a viajeros”, según Román.
El diputado sandinista Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional y sancionado por Estados Unidos, en una sesión de inicios de abril, reveló que más de 16 000 nicaragüenses han llegado al país, provenientes de países con brotes de covid-19, a quienes el Minsa les da un seguimiento diario.
Cada viajero deja un número de contacto a su entrada a Nicaragua, luego lo llaman para preguntarle si cumplen con las indicaciones dadas por el personal del Minsa en las fronteras, y si presentan algún síntoma.
“Si no tienen síntomas se les llama cada 48 horas, si tiene algún síntoma se le llama diario”, aseguró el director de Comunicación, quien señaló que el periodo de seguimiento se amplió de dos a tres semanas.
Funcionan en Telcor
Román afirmó que los operadores telefónicos “es un personal de salud que está entrenado para esto (pandemia)”. Sin embargo, la operadora contactada por CONFIDENCIAL no trabaja en el Minsa. Ella fue seleccionada junto a otros ocho empleados de su institución.
El funcionario dijo que mantienen en capacitación constante a los operadores sobre el estado de la pandemia en el mundo y Nicaragua, aunque la operadora comentó que solo fue capacitada al inicio. “En dos días nos capacitaron sobre qué es el covid-19 y cómo opera el sistema”. Este centro de llamadas funciona en el edificio del Instituto Nicaragüenses de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
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