31 de mayo 2018
Las opciones de gobernar sin represión se le acaban cada día a Daniel Ortega.
Aparte de refugiarse en su búnker de El Carmen detrás de su ‘guardia pretoriana’, integrada por oficiales fieles de la Policía Nacional, y de recurrir a bandas paramilitares que asesinen en su nombre al pueblo desarmado, al mandatario no le queda más opción que negociar su renuncia al poder. Y si no lo hace, un paro nacional lo empujará en dirección a la puerta de salida.
Son las apreciaciones de Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), y miembro de la delegación del sector privado que busca la salida de Daniel Ortega a través del Dialogo Nacional.
El productor considera que deben continuar los esfuerzos por resolver las cosas en una mesa de diálogo, pero como muchos, se siente cada vez más escéptico, en especial, al considerar la actitud criminal del régimen de Daniel Ortega, que no tuvo empacho en mandar a disparar en el mismo Día de las Madres, sobre una multitud desarmada que clamaba justicia.
“Si no vemos avances la próxima semana, los productores vamos a usar nuestros tractores y maquinaria agrícola para parar este país y enseñarle a él, [Ortega] que está solo, acorralado”, anunció en una entrevista en el programa Esta Noche.
Aunque el clamor de muchos ciudadanos es porque el sector privado tome la decisión inmediata de convocar a un paro nacional para acelerar la salida de Ortega, los capitales prefieren esperar, en parte, porque saben que el daño que genera tal decisión será devastador para todos, pero también, porque tienen la esperanza de resolver la situación a través del diálogo.
Healy reconoce que la opción de convocar a un paro nacional “está en la lista de opciones”, en especial, si se considera que “60% de Nicaragua está paralizada”.
“La próxima reunión del diálogo es importante, porque si quedamos en la misma centrífuga en que hemos estado los otros días, vamos a tener que aumentar la parada fuertemente. Hay que hacerle entender a Ortega y Murillo que vamos en serio. Ya no podemos perder más tiempo. Queremos hacer los cambios” que demanda el pueblo de Nicaragua, aseveró.
Los tranques se quedan
Al referirse a los tranques que tanto angustian a la administración Ortega, el presidente de Upanic insiste en que “tiene que haber una presión fuerte. Los tranques atemorizan al Gobierno, porque paralizan el 60% a 70% de la economía del país, y no vamos a permitir que se quiten, a menos que el gobierno vaya cediendo en los temas de seguridad, justicia, y gobernabilidad o democratización”.
A los segmentos de población que se debaten entre dialogar o no dialogar, Healy les recuerda que “todo comienza y termina con un dialogo. Aun si Ortega se fuera mañana del país, tendríamos que hacer un diálogo para establecer las reglas claras para el futuro de Nicaragua”, ilustró.
Del mismo modo, advirtió a quienes abogan por marchar hacia El Carmen para resolver la situación de una vez por todas, que esa decisión crearía otro montón de muertos. Las barricadas de piedras cantera instaladas en los accesos a la residencia del mandatario, “muestran su miedo, y por eso se escuda en un ejército de mil personas que lo protege”, aseguró.
Healy también destacó la actitud del Ejército Nacional, “que ha jugado un papel increíble”, no solo ahora, sino desde 1990, durante la transición democrática cuando tenía 200,000 personas, pero aceptaron entregar las armas, y disminuir su número. “En 1979 y 1989, había dos ejércitos peleando. Hoy, es una policía pretoriana, atacando con paramilitares del FSLN a un pueblo desarmado, con el corazón en una mano, el alma en el otro, luchando por su patria”, detalló.
“Nicaragua no puede seguir sufriendo como está sufriendo. No podemos ser reprimidos como nos están reprimiendo. Tenemos derecho a ser libres, y a decidir sobre nuestro futuro. Este es el momento. La historia muestra que cada 40 a 45 años regresamos al momento inicial, y ya es momento de romper con eso, aunque será difícil porque en el gobierno hay dos personas que no son coherentes. Una persona normal ya se hubiera bajado de ahí”, sentenció el líder gremial.
Justicia reclama cambios en Fiscalía, Policía y CSJ
Investigar y encontrar a los culpables materiales e intelectuales de las masacres, no bastará si no hay unas cortes creíbles para juzgarlos y hacerlos pagar por sus crímenes.
Por eso, los representantes de la Alianza ante el Diálogo Nacional, se plantean desde el primer día que hay que traer a los relatores de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas.
“Tiene que haber garantes, sean de la Unión Europea, o de los mismos Estados Unidos y otros, que pueden ayudarnos a ser garantes de la investigación a fondo para encontrar a los culpables y poder juzgarlos, porque ni la Corte Suprema, ni la Policía Nacional son confiables”, dijo Michael Healy.
“Del diálogo debe salir las modificaciones al sistema de justicia, para poder establecer las cortes que los van a juzgar. Deben ‘rodar cabezas’ en la Fiscalía, Policía, Corte Suprema… todos estos poderes del Estado están tan podridos, tan corruptos, que hay que hacer un trabajo a fondo, para cambiar algo que se viene moldeando desde la época del pacto con Arnoldo Alemán”, dijo Healy.
El productor aseveró que “estamos claros que todo comienza con una nueva Ley Electoral, cambio de magistrados electorales, de la Corte y en los juzgados del país, (porque la corrupción del sistema judicial esta a todos los niveles), y cambios en todo el Poder Ejecutivo, demandó.