20 de diciembre 2021
El agravamiento de la represión dirigida por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, sumado al aumento de hostigamientos, persecución y amenazas de criminalización, ha hecho que en el último trimestre del año incremente el número de excarcelados políticos nicaragüenses que emigran para garantizar su libertad.
La Unión Nacional de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses (UPPN) registra que entre enero y noviembre de 2021,0 al menos 30 excarcelados políticos salieron del país, producto de la persecución gubernamental.
Los meses en los que más excarcelados políticos han partido de Nicaragua, según los datos de la UPPN, fueron septiembre, octubre y noviembre, cuando contabilizaron a 15 excarcelados que emigraron hacia destinos como: Estados Unidos (7), Costa Rica (2), México (2), Irlanda (2), Honduras (1), y Guatemala (1).
Algunos de estos nicaragüenses que decidieron salir de país, lo hicieron de forma irregular, por puntos “ciegos” en las fronteras, ante el temor de ser retenidos por las autoridades de Migración de Nicaragua. Durante sus travesías han sido víctimas de secuestros, torturados psicológicamente, robados y obligados a viajar en condiciones inhumanas.
La excarcelada política Ana Gabriela Nicaragua relató en un reporte de CONFIDENCIAL, que salió del país el pasado 3 de noviembre, junto a su pareja e hijo, de forma irregular por la zona fronteriza El Espino, en busca de asilo en Estados Unidos. Sin embargo, al transitar por México, el 14 de noviembre, fue secuestrada durante cinco días por el cártel de Jalisco.
La excarcelada política sufrió torturas psicológicas y fue testigo de graves agresiones físicas a personas que no logró identificar. Para ser liberada, pagó 5000 dólares a sus secuestradores, logrando así continuar su travesía y entregarse a las autoridades de Migración de Estados Unidos, donde actualmente lleva el proceso de solicitud de asilo.
Recientemente también se conoció que los excarcelados políticos Kenia Gutiérrez y Lener Fonseca, ambos miembros del Movimiento Campesino de Nicaragua, se encuentran en Estados Unidos cumpliendo con un proceso para solicitar asilo.
Gutiérrez confirmó a medios de comunicación independientes que pasó más de tres meses en un centro de retención de Migración de Estados Unidos y fue liberada “bajo supervisión” el pasado 16 de noviembre, por problemas de salud que presenta como secuelas de las torturas a las que fue sometida en Nicaragua, cuando fue encarcelada por el régimen Ortega Murillo.
Los excarcelados políticos, según los reportes periodísticos en el que relatan la decisión de migrar, concuerdan en que no tenían planificado irse de Nicaragua, pero decidieron hacerlo ante la represión que dirige el régimen orteguista y la amenaza de una nueva criminalización.
Hostigamientos, amenazas y detenciones
El Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas registra que entre el primero de octubre y el diez de diciembre se contabilizaron 17 amenazas y 30 hostigamientos contra personas excarceladas políticas. También denuncian que hubo al menos nueve detenciones y dos retenciones contra exreos de conciencia del régimen Ortega Murillo.
Entre las detenciones registradas recientemente se encuentra la del excarcelado político Allan Gómez, coordinador de prensa de la UPPN, que el pasado 10 de diciembre fue capturado, junto a otro excarcelado político de Ciudad Sandino, del cual que no se divulgó públicamente su identidad.
Gómez denunció que permaneció detenido por 24 horas en el Distrito Uno de la Policía Nacional en Managua. En todo ese tiempo, el universitario fue golpeado por negarse a desbloquear su celular e interrogado en cuatro ocasiones sobre las actividades que tenían planificadas como organización.
Mientras Gómez estaba detenido, la Policía allanó nuevamente la vivienda de su familia, ubicada en uno de los barrios de carretera Norte en Managua. Esta es la segunda ocasión en que la vivienda del universitario es cateada por la Policía; la primera vez ocurrió el pasado 29 de octubre, cuando más de 20 agentes rodearon la vivienda, ingresaron, revolvieron todo y se llevaron algunas banderas de Nicaragua que encontraron en la propiedad.
El excarcelado indicó que fue liberado, al igual que el otro joven de Ciudad Sandino, bajo la amenaza policial de que debían abstenerse de seguir organizándose y de dejar exigir libertad para los presos políticos.
Manuel Orozco, investigador de Diálogo Interamericano que ha estudiado durante décadas el comportamiento e impacto de la migración nicaragüense, refiere que más de 100 000 nicaragüenses han migrado en 2021, producto del deterioro económico y el agravamiento de la crisis sociopolítica, incluyendo el incremento de detenciones y criminalizaciones de ciudadanos por su activismo cívico o por oponerse al régimen orteguista.