20 de enero 2021
A pesar de las restricciones que trajo la pandemia de coronavirus, 5571 trabajadores nicaragüenses han entrado a Costa Rica, hasta la fecha, bajo el Convenio binacional para lograr la contratación temporal de trabajadores nicaragüenses en Costa Rica, firmado entre ambos países en noviembre de 2020, informaron las autoridades de la Dirección General de Migración y Extranjería a CONFIDENCIAL.
Los primeros buses entraron desde finales de noviembre del año pasado, en especial los que trasladaron a recolectores de café cuya cosecha empezó en diciembre. Víctor Vargas, coordinador del Departamento de Producción Sostenible del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFÉ), dijo que el 15 de enero terminaron los ingresos de recolectores de café.
En total, 106 buses movilizaron a 4449 personas hacia las zonas cafetaleras de Costa Rica. “Estamos contentos porque de alguna manera logramos por lo menos un granito de arena en la recolección del grano cafetalero”, dijo Vargas.
Al final, se disiparon los temores que surgieron el año pasado sobre cómo se levantaría la cosecha del grano de oro sin el trabajo de los migrantes estacionales ante el cierre de la frontera costarricense. Al menos en el sector café, se ha logrado recoger casi toda la cosecha entre trabajadores costarricenses, migrantes con arraigo, los panameños indígenas Ngäbe Buglé y los nicaragüenses que entraron bajo el convenio, agregó.
Gastos de traslado deben ser asumidos por productores
Instalados ya en las distintas fincas de café, los trabajadores permanecen allí hasta que termine la cosecha. CONFIDENCIAL consultó sobre las condiciones en las que viven y trabajan a un par de trabajadores nicas que entraron bajo el convenio binacional y que accedieron a compartir sus experiencias, pero sin revelar sus identidades.
Uno de ellos dijo que el año anterior había recolectado café en la misma finca con el mismo patrono y que la experiencia ha sido buena. “Tenemos todo, hasta cobijas y cubrecamas nos dan”, comentó; a diferencia del otro recolector que señaló que las condiciones de la casa en la que se albergan “son pésimas. No hay camas, entonces dormimos en el piso, en espuma. No hay luz, entonces hay que usar focos o candelas”.
A pesar de ello, dijo que le han tratado bien, aunque planteó una duda mostrando un papel: su jefe le había descontado 135 dólares de su pago que incluía un monto por el traslado de Nicaragua hasta la finca y otro que cree era por los trámites migratorios.
Planteada la consulta sobre si los trabajadores deben cubrir esos costos, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG) dijo que son los productores quienes deben asumirlos y que los nicaragüenses, como personas trabajadoras abrigadas bajo el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) pueden denunciar ante esa instancia.
“Eso está prohibido. Esos gastos corren por cuenta del empleador. Los afectados tienen que ir a la oficina más cercana del MTSS y poner la denuncia. Aunque sean trabajadores nicaragüenses, ellos están aquí con un derecho, están regularizados y formalizados”, dijo la viceministra del MAG Ana Cristina Quirós.
Así está descrito en el Convenio, cuyo cuarto punto señala que los pagos y gastos de aranceles migratorios de ingreso y salida, el traslado y los derivados de las medidas sanitarias (como la prueba COVID-19) “serán asumidos por los sectores contratantes de Costa Rica”.
Ambos trabajadores ganan 1200 colones por cada cajuela de café recolectado. En promedio, juntan unos 500 dólares mensuales. Uno de ellos los ahorra para llevar lo más que pueda a su regreso, otro debe mandar remesa a Nicaragua “porque la familia tiene que comer”. Los dos esperan quedarse trabajando en Costa Rica hasta marzo.
La mano de obra nica en otros productos agrícolas
Si bien la cosecha de café ya pronto termina, otras empiezan. Vargas de ICAFÉ comentó que se encuentran en trámites de manera que unos mil trabajadores de café puedan trabajar ahora en los cortes de naranja.
Fernando Vargas, director regional Huétar Norte del MAG, explicó que para la cosecha de cítricos esperan ingresen entre 600 y 800 trabajadores. Además han entrado 350 trabajadores nicaragüenses para la cosecha de caña de azúcar. Los ingresos empezaron a inicios de enero y continuarán durante todo el mes.
Para la producción y cosecha de melón y sandía habían ingresado, hasta esta semana, 890 nicaragüenses, detalló Ana María Conejo, también del MAG.
Así lo confirmó, Nancy Vargas, de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Cucurbitáceas de Costa Rica (Canapecu), quien agregó que la mayoría proviene de Estelí y Matagalpa.
Vargas dijo que esperan a unos 500 trabajadores más, así como la aprobación de las autoridades para que estos puedan también laborar en el empaque de las frutas.
Los buses con trabajadores estacionales para este sector seguirán entrando hasta la primera semana de febrero. La mano de obra ha sido asegurada gracias a que existe una relación de trabajo de larga data, explicó.
“Si no fuera por los nicaragüenses, sería un fracaso la actividad de melón y sandía”, expresó, ya que el 80% de la mano de obra es migrante nicaragüense.
El año pasado el sector agro de Costa Rica planteó una expectativa de ingreso de 25 mil personas procedentes de Nicaragua y de Panamá para las cosechas. Desde Nicaragua, más de 5.000 entraron ya, mientras que otras 6.000 entraron desde Panamá.
En el caso del convenio entre Costa Rica y Nicaragua, estará vigente hasta el 6 de mayo, con opción de extenderse por otros seis meses si fuese necesario, por lo que seguiría la posibilidad de que más trabajadores nicas encuentren trabajo del otro lado de la frontera.