24 de abril 2018
Los “minúsculos” se expresaron. Los “minúsculos” marcharon. Por centenares. Por miles. Una multitud de ciudadanos nicaragüenses caminó desde la rotonda ‘Rubén Darío’, en Metrocentro hasta la sede central de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), para expresar su solidaridad con los estudiantes, y su rechazo a la violencia desplegada en contra del pueblo, que deja alrededor de 30 fallecidos.
La ruta original de la marcha trazada por el sector privado fue modificada por los ciudadanos autoconvocados hacia la Upoli, el bastión universitario que todavía no ha podido ser quebrado por la represión. En su camino, los manifestantes pintaron de roja la fachada de la sede de la Policía Nacional en Plaza el Sol como protesta a los asesinatos de los jóvenes.
Los símbolos Ortega Murillo fueron derribados por los manifestantes. Los rótulos con los rostros de la pareja presidencial fueron pateados y en su lugar fueron colocadas banderas de Nicaragua.
Los símbolos del régimen Ortega-Murillo siguen siendo derribados. Sobre el esqueleto que sostenía la gigantografia de la pareja, fue colgada la bandera de Nicaragua 🇳🇮 #SOSNicaragua pic.twitter.com/UZTOaHga13
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) April 24, 2018
Fue un acto de libertad… libertad para asistir o no; libertad de expresión, que se manifestó en la irreverente creatividad de los ciudadanos, con frases como “si ser universitario es ser pandillero, entonces yo también fui pandillero”.
La marcha convocada inicialmente por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara Americana de Comercio de Nicaragua (AmCham), la Comisión Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipime), más UniRSE y las universidades. Sin embargo, ciudadanos de todas clases sociales reivindicaron la memoria de los asesinados y pidieron justicia para los responsables. La marcha además pidió la salida del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Esta ya no es solo es por el INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social)”, podía verse en algunas pancartas. “Es por las elecciones sucias, las reformas a la constitución, por meterse las leyes por donde se le dé la gana a Daniel Ortega. Por asesinar a los chavalos”, dijo Carlos López, ingeniero civil.
Los banqueros y oficinistas dejaron por una tarde sus rígidos trajes de etiqueta; se quitaron sus corbatas, y se enfundaron jeans, camisetas, zapatillas cómodas, e hicieron uso de gorras, sombreros y lentes de sol para caminar con comodidad. Fue una marcha multitudinaria a la que asistieron jóvenes, adultos de todas las clases sociales.
La gente marcha y en las casas han sacados las mangueras y picheles para dar agua 💧 todos siguen hasta la UPOLI, bastión universitario que ayer fue reprimido con balas por el régimen Ortega-Murillo. Hay solidaridad dicen los manifestantes pic.twitter.com/bDE9WgHk4c
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) April 23, 2018
“Es impresionante la cantidad de personas que están aquí. Este es un mensaje, una señal clara. Esto sobrepasó las expectativas que nos habíamos formado a partir de los mensajes que nos enviaban los diferentes grupos que prometían estar aquí”, dijo José Adán Aguerri, presidente del Cosep.
“Nicaragua, te queremos libre”.
Además del hartazgo con la pareja presidencial, los manifestantes caminaron por más de tres horas para mostrar su simpatía con un grupo de estudiantes rebeldes que han visto caer a sus amigos, pero no han aceptado rendirse ante tropas policiales armadas con modernos fusiles de asalto, bombas lacrimógenas, y toda la fuerza del Estado, reforzadas con hordas de delincuentes sacados de los barrios aledaños.
“Que se rinda tu madre”.
Aguerri dijo que “aquí se está enviando un mensaje de apoyo a los jóvenes caídos en esta lucha en la que el decidido apoyo de la juventud, ha sido determinante para el despertar de la conciencia ciudadana, además de corroborar que eran estudiantes, no pandilleros”.
“No eran delincuentes. Eran estudiantes”.
El inicio: Marcha multitudinaria
Desde mucho antes de las tres de la tarde, hora fijada para reconcentrarse en Metrocentro, las calles aledañas estaban llenas de ciudadanos portando banderas azul y blanco para expresar su esperanza de tener un país mejor.
"¡Eran estudiantes, no
eran delincuentes!"
¡INMENSA! Así fue la marcha en apoyo a los estudiantes en #Managua. Terminó en la Upoli y los estudiantes agradecieron a todo el pueblo, a los doctores, a los de Monimbó y la Costa Caribe. pic.twitter.com/EAvtAre9iJ
— Néstor Arce (@NestorArce) April 24, 2018
Los jóvenes tienen que estar presentes en el diálogo. Ese es un derecho ganado. Este es un trabajo que la comisión garante tendrá que trabajar, para incluirlos a ellos, aunque tiene que cubrir a todos los actores de la sociedad: academia, sector privado, trabajadores, las iglesias evangélicas, e incluir todos los temas nacionales que sean de interés”, declaró Aguerri.
“El Cosep no me representa”.
El descubrimiento de un dron que sobrevolaba la marcha cautivó la atención de los asistentes, que al inicio se limitaron a abuchearlo, hasta que alguien disparó una bengala en dirección al ingenio volante, cuyo operador tuvo que maniobrar para evitar el peligro. Poco después, el disparo de un mortero en dirección al artefacto, obligó a retirarlo por completo.
Aunque no se sabe quién lo operaba, el dron se retiró en dirección a Plaza el Sol, sede de la jefatura nacional de la Policía Nacional.
El paso frente al edificio policial sirvió de desahogo a los marchistas, que gritaron “asesinos” a los oficiales formados en actitud preventiva, para pasar luego a invitarlos a unirse a la marcha al grito de “Únanse...”.
“Cuando se lee poco, se dispara mucho”.
Oscar Sobalvarro, ex dirigente de la Contra, dijo que “la ciudadanía se está dando cuenta que los estudiantes que iniciaron esta protesta no están solos. Aquí esta el pueblo nicaragüense, respaldando esa lucha de los estudiantes, que en un principio era por Indio Maíz, que era por el INSS, pero ahora vemos que es porque el pueblo está cansado del gobierno de Ortega”.
Al final, miles de gargantas, cientos de pancartas, decenas de eslóganes, y un solo sentimiento, una sola verdad, un solo anhelo, un solo sueño repetido a gritos o en silencio: “Que se vaya Daniel. Que se vaya la Rosario”.
“Lo único que se puede dialogar con la dictadura, es su salida del poder”.
¡Vaya! ¡Cómo gritan y marchan los minúsculos!