11 de abril 2022
La falta de atención médica especializada pone en riesgo la salud del preso político, Yoel Ibzan Sandino Ibarra, denuncia su madre Yamilet Ibarra, quien demanda a las autoridades del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, le permitan asistir a una valoración neurológica y la realización de una resonancia magnética para dar seguimiento al quiste congénito alojado en el lado derecho de su cabeza.
“Preocupada estoy por qué aún no me lo valora el médico especialista, el neurólogo, por la patología del quiste congénito que tiene en su cabeza, la cual ya sobrepasó el tiempo que el médico le envía su chequeo para valorar el crecimiento del quiste”, dice madre.
En agosto de 2021 una resonancia magnética reveló que Sandino, de 25 años, tenía un quiste del tamaño de una moneda en su cabeza. Esa era la causa de las migrañas, la presión alta, mareos, y visión doble que padecía el joven sin una explicación aparente. El médico recomendó monitorear de cerca su problema y realizar un chequeo completo cada seis meses, principalmente, para evaluar el tamaño del quiste.
Sin embargo, en la cárcel ha sido imposible seguir las recomendaciones médicas. Su madre señala que el pasado 25 de noviembre de 2021, Sandino tenía una cita en el hospital Antonio Lenín Fonseca, que fue gestionada por el Distrito Dos de la Policía -donde fue llevado al ser capturado el viernes 5 de noviembre de 2021- pero no lo presentaron.
El quiste medía cuatro centímetros según el último chequeo, pero actualmente desconoce qué ha pasado y teme que haya crecido por "todo está presión que me lo han hecho pasar injustamente a mi hijo”, expresa. Si el quiste continúa creciendo, Ibarra señala que es probable que se requiera una operación delicada, por eso es importante la revisión constante. Además, el joven debe estar tranquilo, relajado, pero eso no es fácil en un penal. "Mi preocupación es su salud, el encierro le hace mucho daño", dice su progenitora.
Sandino fue capturado durante la última oleada represiva del régimen orteguista contra los liderazgos políticos, de sociedad civil y voces disidentes. Al joven lo condenaron a once años y seis meses de cárcel más una multa de 42 000 córdobas por los delitos de “menoscabo a la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”. La acusación de la Fiscalía se basó en publicaciones que realizó Sandino desde la página Mentes Libres, que creó en 2018 para denunciar las violaciones a derechos humanos por parte del Estado contra la ciudadanía.
“Como madre me preocupa enormemente y es urgente la salud de mi hijo”, añade, que teme que los síntomas provocados por el quiste también aumenten. En la cárcel le reciben la paquetería y sus medicamentos. Sin embargo, tiene restricciones en algunas visitas, ya que no les han autorizado un carné para sus hermanos, a pesar de que lo han solicitado en reiteradas ocasiones.
Presos políticos sin acceso a la atención médica
El caso de Sandino no es el único. El fin de semana pasado, familiares del preso político Bryan Alemán denunciaron que presentaba “graves problemas de salud” y las autoridades de La Modelo no autorizaban atención médica adecuada. Los parientes de los reos de conciencia, agrupados en diferentes organizaciones, han señalado de forma conjunta la falta de atención médica y la negativa, en algunos casos, de la entrega de medicamentos que se vive en los penales.
La angustia creció entre los familiares de los presos políticos encarcelados en las diferentes bartolinas del país, incluida la Dirección de Auxilio Judicial, El Chipote, tras la muerte en cautiverio del exguerrillero Hugo Torres Jiménez, general de brigada en retiro y también preso político del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el pasado 11 de febrero.