10 de julio 2018
Fátima Vivas, madre del oficial Faber Antonio López Vivas, aseguró que la muerte de su hijo es responsabilidad de “los policias mierdas”. En medio de lágrimas y mucha impotencia, sentenció que “ellos me lo mataron”. Su hijo falleció este domingo, durante el ataque que oficiales y paramilitares realizaron a los tranques de Diriamba, Dolores y Jinotepe, en el departamento de Carazo.
La madre del oficial López Vivas relató que la última vez que habló con su hijo fue el sábado 7 de julio, un día antes del ataque a los tranques. El oficial le expresó que no estaba a gusto en la Policía Nacional y por eso había pedido la baja, sin embargo, el superior le respondió que “si se salía mataban a toda su familia”.
“Él me decía, ‘mamá yo estoy en contra de eso, no quiero estar aquí, pero me están amenazando’. Me dijo que yo era lo que más amaba y prefería que lo mataran a él antes que me hicieran algo a mí”, aseguró Vivas.
La Policía Nacional emitió un comunicado este domingo informando la muerte de López Vivas y el suboficial Hilario de Jesús Ortiz Zavala. La nota de prensa reza que “al ingresar las Fuerzas Policiales para restablecer el orden fueron agredidas por terroristas con armas de fuego, asesinando a los compañeros policías”.
Vivas rechazó la versión de la Policía Nacional. Explicó que el pasado 13 de mayo, fecha en que ella celebraba su cumpleaños, su hijo llegó a su casa, ubicada en Santo Tomás, Chontales, y le reveló que estaba con ella porque no sabía “si era la última vez que me iba a ver”.
El oficial López Vivas permaneció 15 días en la casa de su madre, sin embargo, recibió muchas llamadas de su superior, quien le “amenazó” y le expresó que si no regresaba a la base en El Rama, lo llegarían a buscar hasta su vivienda. Finalmente tuvo que ir a León, a desmontar las barricadas con los demás oficiales.
“Me ocultaron información”
Vivas llamó a su hijo el domingo a las seis de la mañana. El celular salía apagado. Angustiada, continuó llamando pero no tuvo éxito. Luego se comunicó al 118 y le contestaron, sin embargo, la comunicación se perdió.
López Vivas le comentó a su madre que iba a estar en Carazo, en el operativo que la Policía realizaría junto a paramilitares el domingo. La madre del oficial llamó nuevamente al 118 para obtener información de su hijo. Esta vez solo le dijeron que había recibido un disparo en la pierna y que debía llegar a Managua a verlo.
“Yo me vine desde San Carlos, sin saber que mi hijo estaba muerto. Me di cuenta por las redes sociales de que había muerto y hasta ahora que lo vengo a ver aquí, con un disparo en la frente”, relató la madre.
Pablo Cuevas, abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), reveló que el dictamen del médico forense del Instituto de Medicina Legal, dice que el oficial López Vivas murió por de un disparo en su frente.
“Le encontraron un pasamontaña. Y nos aseguraron que llegó vestido de civil. Entonces si él andaba operando, andaba sin uniforme y encapuchado. Lo extraño es que murió de un disparo en la frente, pero el pasamontaña no tiene ningún agujero. Y el dictamen dice que él murió entre las cinco y las seis de la mañana”, explicó Cuevas.
Vivas manifestó que la Policía le ocultó en todo momento información sobre su hijo. Nunca le dijeron si estaba bien o no. Ella y su familia han recibido amenazas de parte de oficiales de la institución policial y del Ejército.
“Desde el teléfono de mi hijo, atrevidamente, llamaron al papá de él para amenazarlo. Temo por mi familia porque la han amenazado. Son César Corrales, de Ejército, Humberto Andrade, del Ejército y Cecilio Aguirre, que es de la Policía”, aseguró Vivas.
El oficial López Vivas llevaba tres años dentro de la institución policial y realizaba un curso de técnica canina. Al formar parte de la brigada especial de antimotines, le ordenaron que saliera a las calles a reprimir a los ciudadanos que estaban en protesta.
“Yo no le tengo miedo a nadie, ya me mataron a mi hijo. Me lo mataron a mí. Con un balazo en la frente. Quién pega en la frente, la Policía, quién anda las armas, la policía”, cuestionó la madre del oficial.