9 de septiembre 2015
“Parece que en México y en Nicaragua se tocan las mismas rancheras”, ironizó la periodista Carmen Aristegui este martes, al referirse a la concentración de los medios de comunicación en ambos países, mientras mantenía un conversatorio con el director de Confidencial, Carlos Fernando Chamorro, en Managua. La destacada periodista mexicana, y símbolo de la libertad de expresión y prensa en Latinoamérica, llegó a Nicaragua a la celebración de los 15 años del programa Esta Semana, que también es dirigido por Chamorro.
Para celebrarlo, se realizó un coloquio en el teatro de la Alianza Francesa entre ambos periodistas al que asistieron decenas de televidentes del programa, universitarios, escritores, intelectuales, miembros de la sociedad civil y la prensa nacional. La casa estuvo llena. Un ensordecedor aplauso soltó la multitud cuando Aristegui apareció, junto a Chamorro, en la tarima principal.
Chamorro presentó a Aristegui y sin más preámbulos inició el conversatorio que duró aproximadamente dos horas. El caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, México, y el reportaje de “La Casa Blanca de Peña Nieto”, que tantas ampollas levantó en el gobierno priísta, fueron algunos de los temas abordados. También lo fue la concentración de los medios de comunicación en el país azteca que se asemeja al caso de Nicaragua, bajo el duopolio de la televisión ejercido por la familia gobernante Ortega-Murillo y el empresario Ángel González.
“Lo más grave que le puede ocurrir a una democracia es la concentración de un bien nacional, como lo es el espectro radioeléctrico, porque vulnera los derechos de las audiencias”, consideró Aristegui.
La concentración de medios de comunicación, al menos en México, ha sido propio del modelo político imperante, de acuerdo a la periodista que dirige el portal Aristegui Noticias y el programa de tevé Aristegui en la cadena CNN.
“Los medios han sido un engranaje en la lógica del poder y la reforma de telecomunicaciones en México no ha podido desmontar”, aseguró.
Según Aristegui, en estos duopolios de medios de comunicación priman contenidos triviales que no le proporcionan a las audiencias información de interés público para que, como ciudadanos, puedan exigir una democracia más sólida.
El duopolio afecta directamente a los periodistas, acotó también Aristegui. Ella y su equipo de investigación periodístico se enfrentaron a presiones cuando publicaron “La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto”. La repercusión del reportaje fue tal que terminó con su salida de la radio MVS Noticias, donde mantenía un espacio de periodismo independiente y uno de los más escuchados en México.
La Casa Blanca de Peña Nieto
La historia de la mansión de Peña Nieto empezó con la curiosidad de un reportero, afirmó Aristegui. Mientras el periodista Rafael Cabrera estaba de compras en un supermercado vio en la revista HOLA a la actriz y primera dama mexicana, Angélica Rivera, posando en una imponente mansión a propósito de una entrevista, en la que aseguraba que después de la presidencia de Peña Nieto ese sería el hogar de su familia.
“La curiosidad del periodista, que no deja de serlo ni cuando hace las compras, lo empujó a preguntarse de quién es la casa. Si Peña Nieto, un político de mediano nivel, pudo haber pagado esa casa”, narró Aristegui.
Fue así como nació el reportaje que arrinconó al gobierno de Peña Nieto. A sabiendas de lo que tenían entre mano era algo grande, el equipo periodístico de Aristegui revisó cada dato hasta 10 veces para corroborar la información. Así tejieron la historia que terminó incluyendo a la empresa China Railway Construction Corporation Limited, una de las grandes contratistas proyectadas por el concesionario HKND-Group para la construcción del Canal Interoceánico en Nicaragua.
Cuando los periodistas de Aristegui consultaron a la Presidencia sobre el dueño de la Casa Blanca, la alarma cundió en Los Pinos, la residencia presidencial de México, desde donde se movieron fichas. MVS Radio se negó a publicar el reportaje y tras una alianza con otros medios de comunicación, Aristegui decidió lanzarlo un domingo, coincidiendo con la explicación del gobierno de Peña Nieto sobre los 43 desaparecidos de Iguala. “La información hay que darla cuando más duele”, dijo.
Los 43 de Ayotzinapa
Aristegui se refirió a los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala que durante esta semana volvieron a ser noticia. Una investigación independiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tumbó la “verdad histórica” de la Fiscalía mexicana de que los cuerpos fueron quemados en un basurero.
“Un componente internacional le da vuelta al caso de los normalistas, a la versión oficial. Hay una crisis profunda en las instituciones mexicanas que obligan a abrir la puerta a expertos independientes”, aseguró Aristegui, alertando de las inconsistencias del caso por parte de las autoridades.
“¿Qué móvil hubo detrás? ¿Una estructura criminal con anuencia gubernamental?”, interrogó la periodista, en referencia a la nueva hipótesis planteada por la CIDH de que la desaparición pudo estar vinculada al tráfico de heroína.
Los comentarios de Aristegui fueron seguidos atentamente por el público que después tuvo la oportunidad de dirigirles preguntas. La periodista le agradeció a Chamorro la invitación y afirmó que el programa Esta Semana “es uno de los espacios mejor consolidados de Latinoamérica”.
“Carlos Fernando es un periodista de referencia en América Latina, que ha construido un prestigio propio y una identidad vigorosa”, sostuvo Aristegui.