18 de febrero 2019
Los empresarios Roberto Zamora, Carlos Pellas, Ramiro Ortiz, Juan B. Sacasa y José Antonio Baltodano, representantes del “gran capital” que se reunieron este sábado con el dictador Daniel Ortega, informaron que el objetivo de dicho encuentro fue “abrir las puertas para reanudar la negociación entre el Gobierno y la Alianza Cívica”, así como trasladar al régimen los “planteamientos de la sociedad civil y la comunidad internacional para resolver la crisis y trabajar en los objetivos democráticos”.
Carlos Tünnermann, educador y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, manifestó que, si el Gobierno realiza un llamamiento al diálogo, la primera condición que pondrán sobre la mesa es que se libere a los presos políticos, pues esto garantizará el éxito de las conversaciones.
“Entre los que están presos hay seis miembros de la Alianza Cívica, tanto del sector estudiantil como del movimiento campesino. Para restablecer el diálogo se necesita la libertad de los presos políticos, el cese a la represión, que se respete el derecho a manifestarnos, a la libertad de expresión y que se devuelvan las personerías jurídicas a los organismos de la sociedad civil que les fueron arrebatadas”, aseguró Tünnermann.
Liberar a todos los presos
El Comité pro Liberación de Presos Políticos también demandó la liberación de todos los presos y presas políticas, la restauración de la libertad de expresión, movilización y organización, como una garantía para el desarrollo de un diálogo fructífero.
“En primer lugar exigimos que antes de iniciarse cualquier diálogo tiene que liberarse a nuestros familiares presos, porque el Gobierno tiene que dar muestra de que realmente quiere ir al diálogo. Aquí no puede haber un diálogo si tenemos presos políticos. Esa es nuestra condición y no vamos a aceptar que se vaya al diálogo, se negocie y nuestros familiares estén presos, en ningún momento”, afirmó Tamara Zamora, madre de la estudiante Amaya Coppens.
De universitarios a presos políticos de la dictadura. A diez meses del estallido social contra la dictadura, detonado por los estudiantes, más de 30 activistas universitarios y voceros del movimiento estudiantil están la cárcel. https://t.co/cSkvB5dGSb
— Carlos F Chamorro (@cefeche) February 18, 2019
Zamora no desestimó el acercamiento hecho por el “gran capital”, sin embargo, aseguró que continúa desconfiando de un régimen que está juzgando a ciudadanos sin el debido proceso y que, durante estos diez meses de crisis, ha mutado en una de las más crueles dictaduras de Latinoamérica.
“Mientras no dé la orden de que nuestros familiares sean liberados tendremos desconfianza total. Pareciera que siempre está queriendo tener pequeños escapes, mantener a la gente calma para luego seguir actuando. La cacería no ha cesado, siguen ‘cazando’ a nuestros muchachos. El Gobierno es mentiroso y no ha adquirido ningún compromiso”, insistió Zamora.
CIDH: cinco principios
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró fundamentales cinco principios a seguir para la reanudación del diálogo nacional. El primero es la representatividad, es decir, incluir a los familiares de las víctimas fallecidas y detenidas, de las exiliadas, de los estudiantes, de los movimientos sociales y campesinos, de los nuevos colectivos y movimientos surgidos pos crisis.
El segundo tiene que ver con un equilibrio de representación eclesiástica, empresarial y social, con relación a las instituciones del Estado. El tercero es la libertad de todos los presos políticos, así como devolver los bienes confiscados a medios de comunicación, restituir personería jurídica a organizaciones y dejar sin efecto los decretos de la Policía Nacional que prohíben manifestaciones.
“Permitir en la práctica las manifestaciones públicas, cesando la ocupación policial desproporcionada de los espacios públicos y así desactivar el ambiente de represión e intimidación. Y el compromiso público previo de que los acuerdos asumidos en el diálogo serán efectivamente cumplidos por todas las partes, con presencia de veedores internacionales”, aconsejó la CIDH.
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, aconsejó a los nicaragüenses a valorar los pequeños pasos que se están dando para reanudar el diálogo nacional, no obstante, señaló que se debe aprender de la historia y reconocer que los arreglos de cúpulas en Nicaragua nunca han funcionado.
“Las negociaciones debajo de la mesa, a espaldas al pueblo, han traído mucha desilusión y han dañado mucho a nuestra sociedad. Creo que todos nos tenemos que empeñar en llevar adelante y exigir un diálogo en donde el pueblo sea el primer sujeto de participación y en donde el objetivo sea devolverle la democracia a Nicaragua”, estimó Báez, quien igualmente coincidió en que la libertad de los presos políticos es fundamental para dar paso a la negociación.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), escribió en su cuenta de Twitter que saludaba la reunión convocada por el Gobierno de Nicaragua. Reafirmó que el cese de la represión, la liberación de los detenidos y el compromiso de justicia para las víctimas, deben preceder cualquier diálogo participativo basado en sus obligaciones en materia de derechos humanos.
Los motivos de Ortega
Eliseo Núñez, abogado y exdiputado opositor, considera que Ortega pretende usar algunas ventajas “relativas”, como la nula movilización ciudadana producto de la represión y el control de su estructura partidaria, para mostrarse fuerte frente a sus opositores y negociar acuerdos favorables.
Los efectos de las sanciones de Estados Unidos y la posible aplicación de la Carta Democrática de la OEA, podrían estar ocasionando un cambio en la política de Gobierno de Daniel Ortega, quien estaría buscando abrir la ventana a un diálogo que le sitúe en posición ventajosa, en esta etapa terminal de su dictadura.
“Ortega va a procurar conseguir algunos acuerdos, como adelantar elecciones en una fecha cómoda para él y no para la oposición, así como algún tipo de garantías para su familia, sin embargo, no lo miro cerrando una negociación hasta que sepa lo que va a pasar con Maduro. Si Maduro cae de manera estrepitosa, Ortega va a tener unos tres o cuatro acuerdos empezados y va a decir ‘bueno, mirá, aunque haya caído Maduro, nosotros ya teníamos estos acuerdos avanzados, solo cerramos y vamos para adelante. Pero mientras no pase nada, va a administrar el tiempo”, opinó Núñez.
A juicio de Núñez si Ortega no empieza en estos momentos una negociación, el impacto masivo de la crisis económica, las sanciones, el cierre de empresas y de espacios a sus simpatizantes, podrían ocasionar que en un futuro cercano la oposición tome fuerza, que la ciudadanía salga nuevamente a las calles y que sus “fieles partidarios” lo abandonen y pierda el control que logró obtener en estos últimos meses a base de represión y muerte.
“Si no hace nada hoy y detona otra crisis, estaría en una situación de debilidad total, entonces por eso él va a tratar de conseguir desde hoy hasta ese día suficientes acuerdos, sin cerrar el acuerdo general para no verse obligado a cumplir lo que no quiere, para tener ciertas garantías. Para mí ese es el diseño que ha hecho. Si las cosas le salen muy mal a Maduro entonces él va a decir que tiene preacuerdos y que deben cumplirlos”, consideró Núñez.
Tünnermann expresó que el giro de Ortega tiene que ver con la agudización de la crisis económica, que no va a solucionarse con las reformas fiscales ni de seguridad social, sino resolviendo el problema político.
Pendiente de Venezuela
“Probablemente él quiere tener este nuevo canal de comunicación porque está pendiente de lo que pase en Venezuela, es decir, la situación de Maduro está cada día más crítica. Las sanciones a Maduro están alcanzando al régimen. Ya la primera para Albanisa se hizo efectiva y eso involucra al Banco Corporativo. Hay más sanciones que ya están anunciadas si él no muestra apertura”, señaló educador.
De acuerdo al análisis de Tünnermann, el dictador Ortega sabe que la crisis fiscal, la caída de la economía y la agudización del problema de la seguridad social, no podrán ser resueltas por muchas reformas que se aprueben en la Asamblea Nacional, y es por eso que el contexto actual lo ha llevado a deponer su actitud de intransigencia y buscar una negociación.
“La Alianza Cívica está preparada para cuando se nos llame. Depende ahora de que Ortega cumpla a los señores con quienes se reunió y a quienes les dijo que iba a mantener nuevos encuentros para que se decida a convocar a una reanudación del diálogo nacional. La Conferencia Episcopal sería el mismo mediador, pero esta vez pediríamos que haya garantes para el cumplimiento de los acuerdos, y estos podrían ser la Unión Europea y la OEA”, destacó Tünnermann.
El eurodiputado español Ramón Jáuregui, escribió en su cuenta de Twitter que estos primeros pasos para una posible reanudación del diálogo nacional son una buena noticia y que la Unión Europea está dispuesta a incorporarse si es llamada por las partes.
“El Gobierno debiera mostrar un gesto de voluntad política y de credibilidad liberando a los presos políticos”, escribió en su cuenta oficial el eurodiputado Jáuregui.
El embajador de estadounidense en Nicaragua, Kevin Sullivan, publicó en su cuenta de Twitter que el Gobierno de EE.UU. acogía con “agrado” el esfuerzo de restablecer las negociaciones entre la administración orteguista y los representantes de la sociedad civil.
“Las negociaciones requerirán de esfuerzos de buena voluntad para alcanzar soluciones reales en tiempo real para el pueblo de Nicaragua”, añadió.
Tünnermann también resaltó que el tema del adelanto de las elecciones seguirá en agenda pese a que en las primeras conversaciones el Gobierno no dio paso a esta petición. Agregó que la OEA tiene preparado un proyecto de reformas electorales con miras a unos comicios adelantados.
Alianza Cívica y UNAB
La Alianza Cívica emitió un pronunciamiento en el que apoyó y respaldó “este esfuerzo” y resaltó que espera que lleve a una solución a la problemática sociopolítica nacional y al restablecimiento del ambiente de paz. Asimismo, instó a todas las fuerzas de la nación a realizar el mejor esfuerzo para que la negociación, de producirse, rinda los frutos anhelados.
“Como participantes del Diálogo Nacional estamos listos para participar de este esfuerzo y juntos encontrar una salida a la terrible crisis política y económica que atraviesa Nicaragua. Durante los últimos meses, nos hemos preparado trabajando con un equipo de expertos de diversas especialidades”, dice el pronunciamiento
La Unidad Nacional Azul y Blanco, que está integrada por varios movimientos, incluida la Alianza Cívica, igualmente expresó su apoyo y respaldó las solicitudes realizadas por la oficina de la Alta Comisionada y de la CIDH, como garantías para el restablecimiento de la mesa de diálogo.
La Cámara de Comercio Americana también respaldó la iniciativa para restablecer el diálogo nacional, deseando que este sea inclusivo, como lo ha venido reiterando en sus anteriores comunicados.
“AmCham reitera que, para salir de la crisis económica y social, primero tiene que existir una solución política, por lo tanto, acoge con esperanza este encuentro”, expresó la Cámara.