26 de noviembre 2019
Tres miembros de una familia de conocidos opositores al régimen de Daniel Ortega, en León, fueron torturados por el comisionado mayor Fidel Domínguez, jefe policial de esa ciudad, ; quien -en un afán de humillarlos- los grabó en una serie de videos en los que se comprometen "a no seguir jodiendo" a la Policía y a los militantes del Frente Sandinista.
En los videos aparecen esposados Diego Reyes, su esposa María Eugenia Alonso y su hijo Diego Reyes Alonso, quienes luego de haber sido agredidos físicamente fueron obligados a repetir las palabras del jefe policial. Me comprometo a "no joder a los militantes (del Frente Sandinista) ni al pueblo. No repetición. Con la paz no se juega. Palabra de Hombre", repite Reyes, en la primera imágen.
🚨 #ReporteCiudadano | Fidel Dominguez, jefe de la Policía de León se aprovecha de que los opositores están amarrados para obligarlos a repetir la frase "Con la paz no se juega", la última línea de los recientes discursos de Rosario Murillo pic.twitter.com/XcliFGEdNW
— Confidencial.com.ni (@confidencial_ni) November 26, 2019
En otro de los videos se aprecia a Domínguez coaccionando a la doctora Alonso para que repita "no volves a andar filmado, ni hostigando a los militantes sandinistas, ni al pueblo, ni alterando el orden". Y en un tercer video aparece el hijo del matrimonio repitiendo "Me comprometo a respetar la paz, a respetar las leyes, a respetar a la Policía y las comunidades de nuestro país por el beneficio de la paz. Con la paz no se juega, no repetición".
"Con la paz no se juega" y "no repetición", son frases extraídas de los discursos de la vicepresidenta Rosario Murillo, estas mismas palabras han sido usadas como eslogan partidario en las últimas semanas, justo cuando incrementó la persecución a la Iglesia Católica.
🚨 #ReporteCiudadano | Jefe de la Policía de León obliga a familia de opositores a pedir perdón y repetir el discurso de Ortega y Murillo. pic.twitter.com/6mWLnCOPxI
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Previo a la humillante filmación, la Policía derribó con un mazo la puerta de la vivienda, golpearon a tres miembros de la familia y se llevaron consigo teléfonos celulares, computadoras y todos los equipos tecnológicos que encontraron en la casa.
El jefe policial no supo explicar las razones del allanamiento y ante los reclamos de los Reyes Alonso respondió: “Ustedes lo provocaron” mientras los oficiales rompían los candados de la vivienda.
La doctora María Eugenia Alonso relató después del asalto que los “esposaron, nos tiraron al suelo, nos patearon, nos golpearon por todos lados. Después nos sentaron y nos siguieron golpeando y a punta de golpes nos hicieron comprometernos, según el comisionado, a que no íbamos a seguir molestando al Gobierno, ni levantando a la gente, ni molestando a sus sandinistas. A punta de golpes”, enfatizó.
A criterio de Alonso ella “no estoy molestando al Gobierno, yo le estoy exigiendo paz, justicia y libertad” y pese a la agresión sufrida expresó que no la callarán.
Antes, en una transmisión de Facebook, realizada por Diego Reyes Alonso, se percibe a la anciana Margarita Flores de Alonso, de 94 años, llorando desconsolada ante el ataque. De forma simultánea se escucha a un miembro de la familia “no respetan ni a mi abuelita de 94 años que por este mismo asedio sufrió un derrame cerebral”.
Asimismo, se percibe en instante en que la doctora Alonso reclamó al jefe policial “todo el pueblo está siendo testigo de este allanamiento ilegal donde no enseñan ningún papel, solo por fuerza, porque sos el comisionado”.
La transmisión finalizó cuando la Policía ingresó a la vivienda y agredió a los Reyes Alonso. Los vecinos de la vivienda, ubicada en la Villa 23 de Julio, se acercaron a exigir una explicación y también fueron agredidos.
Magda Alonso, nieta de doña Margarita, denunció el ataque -a través de las redes sociales- y responsabilizó al Gobierno de Nicaragua “por cualquier daño a la integridad física de mi familia. Basta de tanta represión. La represión solo genera odio y más violencia, no es posible, debemos ya comenzar a construir un futuro de paz y eso solo se logra con respeto”, enfatizó.
Por su parte, la defensora de derechos humanos, María Oviedo, explicó que lo sucedido con la familia Reyes Alonso, en León, constituyen una serie de "contra la libertad de actuar, contra el orden económico, contra la propiedad privada, contra la integridad física y psicológica, contra la intimidad, abusos de autoridad y delito de lesa humanidad. Todos flagrantes", subrayó.