16 de octubre 2024
Los indicadores de seguridad que usó el jefe de la Policía Nacional de Nicaragua, primer comisionado Francisco Díaz, para autonombrar a Nicaragua como el “país más seguro de Centroamérica” no reflejan la realidad de seguridad ciudadana que existe en el país, coinciden analistas de temas de seguridad consultados por CONFIDENCIAL.
“Nuestro país es el más seguro de Centroamericana y uno de los más seguros de Latinoamérica”, afirmó Díaz durante el acto del 45 aniversario de constitución de la Policía Nacional, y seguido agregó “mantenemos una tasa de seis homicidios por cada 100 000 habitantes”.
Un discurso similar ha usado el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien asegura que la tasa de homicidios bajó a 2.4 por cada 100 000 habitantes.
“La frase de que Nicaragua o El Salvador son los países más seguros de la región, no se apega a la realidad y no se puede acuñar solamente en referencia a un indicador como es la tasa de homicidios porque hay datos como la tasa de robos o de violencia sexual que se ha incrementado prácticamente en todos los países”, explicó un especialista en seguridad ciudadana, que pidió no ser identificado.
En la región centroamericana las tasas de homicidios que presentan los Gobiernos muestran, desde hace unos años, una tendencia a la baja, principalmente en El Salvador, señala el experto. A excepción de Costa Rica que reporta incremento debido al narcotráfico y crimen organizado.
Según un balance de InSight Crime sobre los homicidios en 2023, el país que tiene la tasa más alta por cada 100 000 habitantes en Centroamérica es Honduras con 31.1, le sigue Belice con 21.5, Costa Rica con 17. 2, Guatemala con 16.7, Panamá con 11.5, Nicaragua con 6.2 y El Salvador con 2.4.
Díaz agregó que del “100% de los delitos que ocurren en el país, únicamente el 2.6% son delitos de peligrosidad. El 97.4% de las denuncias, son delitos menores”.
El consuegro de Ortega también destacó que Nicaragua continúa siendo un referente en América Latina por sus niveles de seguridad y que en el país no existen maras o pandillas, ni carteles, células, bases y pistas clandestinas del narcotráfico.
Asimismo, indicó que de septiembre de 2023 a septiembre pasado decomisaron 1.7 toneladas de cocaína y 3.1 toneladas de marihuana.
Cifras de Nicaragua no son creíbles
Otro analista consultado por CONFIDENCIAL añade que las estadísticas publicadas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo “no son fiables” y “no hay forma de verificarlas”.
“Si bien los asesinatos no se pueden esconder porque está el cuerpo de la víctima, las estadísticas oficiales sí lo pueden hacer. Lo que se cuestiona aquí es la cifra oficial que, en el caso de Nicaragua, no puede ser creíble por el tipo de política gubernamental que existe”, opina.
Asimismo, “por el tipo de institución en la que se ha convertido la Policía, una institución represora que ha perdido toda legitimidad y confianza”.
La Policía Nacional se ha convertido en el brazo represor de la dictadura Ortega-Murillo, y la represión ha incrementado significativamente desde la imposición de un Estado policial de facto instalado en septiembre de 2019.
Esta institución se ha encargado de perseguir y encarcelar a los ciudadanos que el régimen considera una amenaza. Esto incluye a opositores, empresarios, activistas y hasta altos funcionarios públicos que eran sus aliados. Así como reprimir cualquier expresión de libertad o, incluso, de religión.
No incluyen asesinatos de indígenas
“Un ejemplo claro de la diferencia existente en las cifras oficiales e independientes sobre los asesinados en la crisis de 2018”, sostiene el analista.
Agrega que “los asesinatos de indígenas producidos por la violencia armada de colonos invasores. Estas muertes son agregadas como homicidios en una cifra general, a pesar que la mayoría de los casos son asesinatos donde predomina la planificación y la ventaja como elementos característicos”.
El otro experto reiteró que “cuando se contrastan con otro tipo de delitos y de violencia, la afirmación de que el país es el más seguro de Centroamérica, es bastante relativa”.
Los expertos explican que “no hay un método específico para medir la seguridad de un país. Algunos aspectos importantes a tomar en cuanto son: las estadísticas oficiales, el índice de victimización y la percepción de seguridad de los ciudadanos”.