12 de junio 2019
La comerciante Irlanda Jerez pasó 329 días secuestrada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Durante ese tiempo fue entrevistada desnuda, golpeada, torturada y manoseada por una funcionaria del penal La Esperanza. Ella fue excarcelada este martes 11 de junio, pero no pudo llegar a su vivienda, en Managua, porque horas antes fue saqueada y confiscada por paramilitares orteguistas.
Jerez cobró notoriedad durante las protestas de 2018 al abanderar dentro del Mercado Oriental un movimiento de ciudadanos autoconvocados que llamaba a la desobediencia civil, como forma de protesta contra el régimen orteguista. Ella fue detenida ilegalmente el 18 de julio de 2018, y acusada, sin pruebas, por los delitos de fraude y estelionato.
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“En el Chipote fui drogada, entrevistada desnuda, querían que grabara unos videos y me retractara de impulsar la desobediencia civil”, dijo la también odontóloga, durante una entrevista con el programa Esta Noche, que se transmite en YouTube.
“En La Esperanza fui golpeada físicamente en más de siete ocasiones. Me decían amenazas directas: ‘Te queremos a vos. Vos sos la huevoncita. Esta es la que dirige todo. El penal está a punto de levantarse por vos’”, narró Jerez, quien lamentó que sus dos hijas hayan abandonado el país por la persecución y hostigamiento de simpatizantes y funcionarios del Gobierno.
Acoso y manoseo sexual
“Incluso viví situaciones de acoso y manoseo sexual de parte de una funcionaria”, afirmó la excarcelada política, quien identificó con el nombre de “Eunice”, a la custodia que la agredía sexualmente.
“Nos desnudaban y nos obligaban hacer sentadillas. Cuando estaba desnuda, en varias ocasiones sola, esta funcionaria quería tocar mi cuerpo totalmente desnudo. Comencé a oponerme brutalmente y (ella) dijo vulgarmente que podía meterme el dedo en mi vagina o en el ano, donde ella quisiera o le daba la gana”, relató la comerciante del Oriental.
Tal situación fue expuesta por Jerez a las autoridades del penal La Esperanza, así como al embajador de la Unión Europea en Nicaragua, Kenny Bell, y un grupo de eurodiputados que visitaron la cárcel de mujeres en enero pasado.
Golpizas de custodias
La odontóloga reconoció que ella y todos los presos políticos han “temido por sus vidas”, aunque han entendido que “luchan” por una “causa mayor a la vida misma: la libertad de Nicaragua”.
“Estamos dispuestos a pagar el precio que sea necesario para liberar a Nicaragua”, apostilló.
Explicó que las golpizas en La Esperanza involucraban a funcionarios varones y mujeres, paramilitares encapuchados que llegaban armados y con perros. “Utilizaban de todos, inclusive hasta pedradas”.
La comerciante destacó que solo en una de las últimas golpizas, el pasado 17 de mayo, se involucró a un “grupito de presas comunes”.
Rechaza autoamnistía
Jerez y otros 55 presos políticos fueron liberados este martes bajo una autoamnistía que aprobó, con urgencia, el régimen el sábado pasado.
“Rechazo rotundamente esta autoamnistía que el Gobierno está dando. El mundo entero sabe que este es el único Gobierno genocida que se ha autoamnistiado de todos los crímenes que ha cometido durante 40 años contra nosotros la población”, manifestó.
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Diputados oficialistas han avisado que los presos políticos no pueden participar en manifestaciones porque serían encarcelados nuevamente. Al respecto, la líder del Oriental mencionó que “nosotros advertimos a los dirigentes sandinistas que recuerden que Nicaragua es de todos, y que la única bandera que tenemos es la azul y blanca”.
“Nosotros advertimos (a los dirigentes sandinistas) que se sumen a una desobediencia parlamentaria, desobediencia policial, desobediencia militar, a una desobediencia nacional masiva contra Daniel Ortega y Rosario Murillo”, expresó.
Confiscan vivienda
Jerez no pudo llegar a su vivienda, ya que esta fue allanada, asaltada y confiscada por un grupo de paramilitares orteguistas, que golpearon a su esposo Daniel Esquivel Artola, y a un trabajador de la casa, mientras esperaban la llegada de la comerciante.
“Por el Colegio Centroamérica encontramos un grupo de personas, entre ellos mi esposo, que me gritaron que no podía llegar a la casa porque estaba tomada en ese momento por paramilitares, policías y civiles. Saquearon completamente la casa, y esté tomada en este momento”, detalló.
La odontóloga fue dejada cerca de su casa, desde donde aseguró que “este Gobierno sabe que no va poder con mi espíritu de guerrera”. La comerciante fue trasladada al catedral de Managua, aunque luego fue llevada a otro lugar por su seguridad.
Esquivel dijo a CONFIDENCIAL que tiene golpes en el cuello y rostro, pero lo que más le importa es la seguridad de su esposa, por lo cual no han decidido dónde se instalarán.
Saña contra ella
La confiscación de la vivienda de Jerez es uno de los tantos hechos ilegales contra la comerciante. “Daniel Ortega y Rosario Murillo son unos cobardes. Se han ensañado conmigo y con toda mi familia; mis hijas están en el exilio, mi padre tiene orden de captura, mis negocios han sido confiscados, saqueados, casas quemadas, negocios quemados”, denunció.
“Hoy 11 de junio, día de mi supuesta liberación, mi propiedad —casa en la que he vivido por más de 12 años—, se encuentra confiscada porque no encuentro otra palabra, robada por estos delincuentes”, añadió.
Jerez no se considera una líder política, sino una “autoconvocada y una mujer que habla la voz de su pueblo que sufre”. “Lo peor que nos pueden hacer es matarnos, y ¿A cuántos han matado durante 40 años?”, se preguntó la comerciante, quien afirmó: “al pueblo no se calla con las balas”.