11 de agosto 2018
Seis propiedades del Grupo Coen, de 1,100 manzanas de extensión, todas en Chinandega, permanecen invadidas por grupos de ilegales sin que las autoridades policiales hayan intentado expulsarlos y restablecer el derecho a la propiedad privada.
Carlos Zúniga, Director Jurídico y de Operaciones de ese grupo empresarial, dijo al ser entrevistado en el programa de televisión Esta Noche, que se transmite por Canal 12, que esas fincas representan el 19% de las tierras que la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua registra como invadidas.
Cinco de esas seis propiedades producen cinco de los rubros exportables más importantes del país: textiles, arneses, ganado, oro y azúcar, y eso afecta más la economía, explicó Dávila.
Solo una de las propiedades fue ‘tomada’ por precaristas que se repartieron una tierra que no les pertenece. Las otras cinco fueron invadidas por encapuchados armados, que no han presentado demanda alguna, y se limitan a sustraer bienes y amenazar al personal del Grupo Coen que intenta acercarse para hablar con ellos.
Entre las fincas invadidas destaca ‘Holanda’, de 400 manzanas, en la que se siembra caña, cultivo que no ha sido regado ni cortado desde el día de la invasión. “De aquí se han robado y vendido en partes, los sistemas de riego y los agroquímicos que teníamos en bodegas; usado los tractores para destruir parte del cultivo, y dañado la infraestructura”, dijo Zúniga.
Apastepe por su parte, es una finca de 341 manzanas con bosque de madera preciosa y cultivos de aguacate, de donde “se han robado y vendido la producción de aguacates”, añadió.
La invasión que puede tener mayores consecuencias, es la de la finca donde se instaló la empresa Chinandega Maracuyá Company (Chimaco), que hasta marzo pasado era la joya de la corona de la gubernamental agencia de atracción de inversiones, PRONicaragua, que lo eligió ‘proyecto del año’, y lo presentó al concurso Global Investement Award, en Dubai, donde obtuvo el segundo lugar.
Unos meses después, el proyecto que implicaba la inversión de 19 millones de dólares para sembrar 1,200 hectáreas de maracuyá y dar empleo a 1,500 personas, es solo un mecanismo de venganza en contra del sector privado, por apoyar la Rebelión de Abril.
“Este es un acto deliberado de hostigamiento y pasada de cuentas al sector privado. Es un golpe bajo que no abona a buscar una salida polìtica”, dijo Mario Arana, gerente general de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
Mal mensaje
La invasión de la finca ocurrió el 28 de julio cuando llegaron a la propiedad un camión y varias camionetas llenas de hombres armados, y ocuparon las 28 manzanas que Chimaco alquila al Grupo Coen para desarrollar la plantación, y otras 30 manzanas -también del Grupo Coen- que no estaban cubiertas por el contrato de alquiler.
“El 99% de este proyecto es extranjero”, explicó Juan Fernando Ramírez, representante legal de Chimaco, detallando que la inversión total asciende a 19 millones de dólares a desembolsar a lo largo de cinco años. El proyecto apunta a generar 1500 empleos en la primera etapa.
Hasta el momento de la toma, las labores procuraban desarrollar una plantación demostrativa que sirviera de escuela para los agricultores interesados en ese cultivo, con miras a instalar una planta para hacer concentrado de maracuyá y puré de bananos.
“La plantación demostrativa trabaja con tecnología nueva, sostenible, amigable con el medio ambiente. Ya estábamos comenzando a cosechar, porque las plantas ya están dando sus primeros frutos”, reveló Ramírez.
El siguiente paso incluye ampliar las áreas de cultivo hasta alcanzar 1,200 hectáreas, de las que 80% serían propiedad de productores privados (200 pequeños y 40 medianos), a la vez que se instalaba la maquinaria “que ya viene en camino”, para producir jugo y concentrado de esa y otras frutas.
El Grupo Coen sembrará sus propias áreas, pero tanto ellos como Chimaco serán socios en la planta, que operaría con el nombre de Frutco de Las Américas, filial de la suiza Frutco AG.
Los dueños de la empresa interpusieron denuncia en la Policía Nacional, y enviaron cartas a PRONicaragua “que conoce bien el proyecto, para que hagan el desalojo, pero no tenemos ninguna respuesta”, dijo el representante legal de Chimaco, que confía en la mediación de la representación suiza en el país.
Mario Arana, director de APEN, dijo que “esto envía un pésimo mensaje a la inversión”, explicando que muchos empresarios dedicados al procesamiento agroindustrial de cacao, maracuyá y piña tenían interés en ampliar sus cultivos, “pero la toma de tierras es una decisión totalmente negativa, contraproducente, porque ahora esas inversiones están paralizadas y podrían suspenderse”, alertó.
Arana dijo que “esta es inversión suiza, país que ha cooperado por décadas con Nicaragua y sigue haciéndolo”, por lo que recomienda actuar recíprocamente con este inversionista suizo.