24 de mayo 2024
El Instituto Nacional Tecnológico (Inatec) instaló un hotel-escuela en dos propiedades confiscadas en la playa de San Juan del Sur, Rivas. Una de las propiedades era de Rafaela Cerda, mamá del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rafael Solís Cerda, y la otra de la familia Chamorro Barrios.
El hotel-escuela será inaugurado este viernes 24 de mayo de 2024, anunció el Inatec en sus redes sociales. Los locales tendrán el nombre del cacique “Nicarao”.
“Esta nueva escuela, dedicada a la formación de profesionales del sector turístico y hotelero, atenderá a más de 600 protagonistas en dos instalaciones físicas, completamente equipadas con todas las herramientas para el desarrollo de una amplia oferta formativa”, detalló el Inatec.
La propiedad de Rafaela Cerda, donde funcionaba el hotel “Casablanca”, fue confiscada el 29 de enero de 2024. La Policía Nacional tomó posesión del inmueble bajo el argumento de que “llegaba de parte de la Procuraduría General de Justicia (PGR)”, y desalojó a los huéspedes y a todo el personal.
Ese mismo día, el régimen confiscó el condominio de apartamentos Farallón de Sotavento, construido por la familia Chamorro Barrios. La Policía desalojó al personal de servicio que se encontraba en ese momento.
Herencia de los hermanos Chamorro Barrios
El condominio Farallón de Sotavento está construido en un terreno que fue adquirido por el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, mártir de las libertades públicas, a finales de los años 60, donde también construyó una casa veraniega familiar.
En 2007, la casa familiar se demolió y en ese terreno se construyó, por voluntad y herencia de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, un condominio de cuatro apartamentos, y una segunda casa de servicio.
“Los propietarios fundadores de la sociedad Farallón de Sotavento fueron Violeta Barrios de Chamorro, Pedro Joaquín Chamorro Barrios, Claudia Lucía Chamorro Barrios, Cristiana Chamorro Barrios, y Carlos Fernando Chamorro Barrios en iguales porcentajes accionarios. Posteriormente, doña Violeta distribuyó sus acciones entre sus cuatro hijos, de forma proporcional”, detalló una fuente cercana a la familia, en enero pasado.
En 2017, Pedro Joaquín Chamorro Barrios y Carlos Fernando Chamorro Barrios vendieron su porcentaje de la sociedad a otros dueños y cesaron su participación en la misma.
Represalias contra Rafael Solís
Además del hotel Casablanca —de 15 habitaciones—, la dictadura confiscó y desalojó de su vivienda en Managua a la mamá de Rafael Solís. La Policía allanó también las viviendas de una hermana y sobrino del exmagistrado, Ana Isabel Solís y Aldo Rapacciolli Solís, respectivamente.
Rafaela Cerda, de 93 años, adquirió el hotel hace más de 20 años por compraventa a su hijo Rafael Solís, según fuentes vinculadas a la familia, y lo había manejado como propietaria y gerente desde 1999, hasta hace algunos años cuando dejó la gerencia por razones de edad y de salud.
Luego de sufrir un infarto al corazón se retiró a su casa de Managua, pero conservaba la propiedad del mismo. La nonagenaria no ha estado involucrada en política, ni ha sido señalada objeto de confiscación en algún decreto o resolución judicial.
El exmagistrado Solís desertó de las filas del régimen en enero de 2019, generando un terremoto político en la cúpula del FSLN dada su cercanía con Daniel Ortega, cuya reelección promovió en una sentencia de la Sala Constitucional, que integró como parte de la bancada del Frente Sandinista en CSJ.
Rafael Solís Cerda fue declarado traidor a la patria, desnacionalizado y confiscado en sus bienes junto con 93 personas más, el 15 de febrero de 2023.