2 de noviembre 2017
La Fundación Violeta Barrios de Chamorro, PEN Nicaragua y la Universidad Centroamericana (UCA), realizaron el evento “Los que no callaron, sus ideas no mueren”, en homenaje a los hombres y mujeres de prensa que fueron asesinados (o continúan desaparecidos) en la región por investigar, cuestionar y reportear temas que incomodan a políticos, empresarios, grupos armados y el narcotráfico.
"No se mata la verdad, matando periodistas" corean los asistentes al evento "Los que no callaron, sus ideas no mueren" pic.twitter.com/3HubLPCImM
— Fundación Violeta B. de Chamorro (@FundVioleta) November 1, 2017
En el evento se conversó sobre las amenazas que sufren los periodistas en el día a día, las restricciones a la libertad de prensa y los riesgos que implica ejercer esta profesión en una región en la que más de 180 profesionales han sido asesinados y en la que el 90 por ciento de los casos permanecen en la impunidad.
Gioconda Belli, escritora y poeta nicaragüense, cuestionó la incapacidad de los gobiernos de la región para capturar y castigar a los responsables de los asesinatos de los periodistas. También transmitió su preocupación por los hombres y mujeres de prensa de Nicaragua, que han sido hostigados, presionados, golpeados y espiados, por las autoridades del Gobierno del presidente Daniel Ortega.
“Los medios independientes no tienen acceso a la información pública. No los dejan entrar a las conferencias de prensa. Cada día tienen mayores restricciones y ante un Gobierno que no rinde cuentas, estamos en una situación en la que no sabemos qué está pasando”, expresó la escritora.
Belli consideró que la sociedad nicaragüense debe salir de su zona de confort y denunciar las atrocidades que el régimen orteguista comete en contra de los periodistas. “Esto que vivimos en Nicaragua no es normal, es inaceptable”, declaró.
Cristiana Chamorro, presidenta de la Fundación Violeta Barrios, destacó que todos los periodistas asesinados en todos estos años, son un ejemplo de heroicidad en el ejercicio de la libertad de sus conciencias y expresiones, además de ejercer un liderazgo al servicio de la sociedad.
“A todos ellos los mataron por el mismo supuesto delito, por no callarse, por decir la verdad. Quisieron brutalmente silenciarlos, pero lo que no sabían sus asesinos es que se puede matar a un hombre o mujer, pero no sus ideas se eternizan en las nuevas generaciones”, refirió la presidenta de la Fundación.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), reporta en su sitio oficial hasta octubre de este año un total de 32 periodistas asesinados. Irak, Siria y México son las ciudades en las que mueren más hombres y mujeres de prensa.
Uno de los casos más emblemáticos fue el del periodista mexicano Javier Valdez, quien fue asesinado a balazos el pasado quince de mayo cerca del semanario Ríodoce, que fundó en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, uno de los más violentos de ese país. Valdez era un reportero especializado en crimen organizado y narcotráfico.
Ya van 169 días sin saber quién asesinó al periodista mexicano #JavierValdez pic.twitter.com/yBNVnZ6QIe
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) October 31, 2017
“Cada uno de estos periodistas fueron fieles a su vocación, periodistas independientes ligados a la democracia, derechos humanos y libertad de expresión. Fueron perseguidos, torturados, humillados y exiliados por las mismas razones profesionales, la de usar sus plumas, voces o palabras para oponerse a gobiernos dictatoriales y corruptos. Hoy reconocemos y celebramos sus vidas que mantienen en nosotros sus ideales y ejemplos”, finalizó Chamorro.