18 de diciembre 2015
“Hola mamá, te extraño y te amo, estoy orando por ti. Ya se me cayó mi primer diente”, reza la carta que María Peña sostiene entre las manos. La misiva, escrita por su nieta de seis años y dirigida a Mariela Molina, es uno de los recursos que Peña usó para “demandar la libertad” de su hija en un plantón protagonizado este viernes por un grupo de mujeres que se apostaron frente al edificio del Grupo Pellas, en Carretera a Masaya.
Con una manta las mujeres, pertenecientes a distintas organizaciones de derechos humanos, detenían por unos minutos el flujo de los vehículos en esa vía, mientras entregaban volantes con un resumen del caso de Mariela quien -antes de ser detenida en octubre durante los disturbios en Chichigalpa y trasladada a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial en Managua- era secretaria de la junta directiva de la Asociación Nueva Esperanza IRC (Insuficiencia Renal Crónica).
“Necesitamos que pase Navidad fuera, ya va sobre tres meses de estar ahí detenida ilegalmente, violándole todos sus derechos sin respetar su integridad física en el estado que la tienen (…) que en esta Navidad que todo mundo habla de amor, de paz, de solidaridad, queremos ver esas palabras reflejadas (…) yo le pido a las autoridades que hagan lo que la ley dice, porque están violando la ley”, resaltó María Peña, madre de Mariela.
Azahálea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua, aseguró que Molina “es una persona que ha sido ilegalmente detenida, está sustraída de su juez natural que le corresponde y está siendo víctima de torturas o de malos tratos”. Esto último en referencia a la denuncia que en días anteriores hacía María Peña, quien señalaba que en las celdas de El Chipote su hija es obligada a permanecer en ropa interior.
Solís, explicó que esta actividad es parte de una serie de acciones que estarán ejecutando para exigir “libertad para todos los reos políticos” en Nicaragua.