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Grito no cesa en las calles: "Dejanos en paz Daniel"

En escalada de hostigamiento y persecución orteguista, detienen a sonidista y guía de los recorridos de las marchas. En Somoto, dos fueron heridos

En escalada de hostigamiento y persecución orteguista

Franklin Villavicencio

17 de septiembre 2018

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Miles de nicaragüenses “autoconvocados” superaron una vez más el asedio que las fuerzas policiales del régimen de Daniel Ortega intentaron imponer en las calles. Con globos, pancartas y consignas, miles salieron a marchar en Managua, demandando “libertad para los presos políticos”, un reclamo que los “azul y blanco” hacen al Gobierno de Ortega y Rosario Murillo, que en los últimos meses ha encarcelado a varios líderes opositores.

Antes que la manifestación iniciara en la capital, agentes de la Policía Nacional se plantaron en varios puntos de Managua y en toda la Carretera Norte. Media docena de camionetas Hilux repletas de antimotines asedió de principio a fin toda la marcha, convocada a las 10:00 de la mañana en los semáforos de Las Mercedes.

Pero los ánimos de los manifestantes no bajaron y bailaron con las banderas de Nicaragua frente al despliegue policial. Abraham, un joven delgado con el rostro cubierto con una pañoleta azul y blanco, tomó su bandera y danzó con ella a pocos metros de los antimotines. Sus pasos llenos de gracia emocionaron a otros manifestantes que hicieron lo mismo.

“Bailé porque no tengo miedo. Voy por una Nicaragua libre, hasta donde Dios me lo permita”, aseveró el joven.

Marcha

Muchos manifestantes se apostaron frente a los agentes con cárteles, banderas y baile. Carlos Herrera | Confidencial


Los demás manifestantes interpretaron el acto como un gesto espontáneo y “simbólico” de burla y rebeldía y también carteles que decían “los tenemos locos”, en referencia al número inusual de policías en las calles de la capital cada vez que ciudadanos convocan a una protesta contra el Gobierno.

“No es justo que ellos hagan en el mismo lugar sus marchas, las dos marchas juntas. Ellos (los simpatizantes progobierno) son los que provocan, porque nosotros entre más largo convocamos, más cerca hacen sus caminatas”, agregó Abraham.

A pocos metros, también se encontraba Carlos Silva Grijalva, padre de Carlos Silva Rodríguez, acusado por la Policía Nacional de quemar un “árbol de la vida” y de “varios delitos” –no especificados por las autoridades– en el sector de la UNAN-Managua.

Acompañado de un sombrero, gafas de sol y un cartel con la fotografía de su hijo, Silva Grijalva manifestó en la marcha que el pueblo “repudia” y siente “asco por estas autoridades”.

Marcha

"Esta es mi arma", escribió un joven sobre la bandera de Nicaragua, que portó en una marcha más contra el Gobierno. Carlos Herrera | Confidencial

Déjenos en paz Daniel, déjenos en paz. Si nuestra única arma que tenemos es demandar la libertad de los presos políticos. ¡Dejá la represión, Daniel! Reclamamos a esta Policía que nos dejen en paz, como padres estamos exclamando justicia”, llamó.

Asedio no impidió desborde en las calles

A eso de las 10:30 de la mañana la marcha comenzó su trayecto hasta los semáforos ubicados cerca de El Nuevo Diario, donde según el plan original iba a culminar. Sin embargo, un fuerte cordón de antimotines liderado por el comisionado mayor Fernando Borge, provocó que la manifestación girara hacia el puente El Edén y luego a la rotonda Cristo Rey, donde otro cerco policial impidió el paso hacia Metrocentro.

Sin embargo, los pobladores de los barrios aledaños salieron de sus casas con banderas y globos azul y blanco, considerados como una nueva forma de protesta contra el régimen.

“Tiro las chimbombas porque estos son los colores que deben prevalecer, más que los de algún partido”, manifestó un joven que en el trayecto inflaba globos y los tiraba al aire. “Ahora hasta esto es un delito, es encarcelamiento, es tortura, son un montón de anomalías y cosas que no están bien vistas ante la ley”, agregó.

Mientras tanto, otros ciudadanos bailaban al ritmo de marimbas y chicheros; tiraban papelillos de colores y otros gritaban consignas como: “Moncada tapudo, te vas con el trompudo”, en alusión al canciller de Nicaragua Denis Moncada, que ha tachado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Organización de Estados Americanos (OEA) de “injerencista” y ha sostenido internacionalmente que en Nicaragua hubo “un golpe de Estado”.

Al mediodía la manifestación bordeó los barrios orientales de Managua, que el 11 de junio —un día antes que se conmemora su sublevación contra la dictadura somocista en 1978— fueron asediados por policías y paramilitares armados con fusiles AK-47. Los pobladores sacaron banderas y gritaban “¡asesinos!” a los antimotines que venían detrás de la manifestación.

“Me uno a la lucha y a las injusticias que este Gobierno genocida está haciendo en el poder. Le está haciendo mucho daño a la juventud. No quiere que la juventud se rebele, nos reprime, nos ataca con antimotines como si van a la guerra. ¡Las calles son del pueblo y lo que queremos es que se vayan!”, clamó una mujer en el sector de los semáforos del Edén.

Cerca de la 01:00 de la tarde, los "autoconvocados" habían llegado a la rotonda Cristo Rey. A unos metros, un cordón de antimotines y cinco camionetas de la Policía Nacional impedían el paso. La marcha se dio por finalizada y los pobladores tiraron cientos de chimbombas al aire, cantaron “Nicaragua Nicaragüita” --la icónica canción del cantautor Carlos Mejía Godoy que ha acompañado las protestas-- y luego entonaron el Himno Nacional. Luego de haberse dispersado la manifestación, camionetas de simpatizantes del FSLN transitaron por la zona con el fin de pinchar los globos tirados por los “autoconvocados”

Más heridos y secuestrados

Horas después que finalizara la concentración, se reportaron dos ciudadanos que fueron atacados por motociclistas “encapuchados” mientras se dirigían a sus casas. No obstante, no hubo heridos de gravedad.

También Javier Espinoza, quien animaba las protestas con su equipo de sonido; y Norwin  Gutiérrez Álvarez, encargado de dirigir el recorrido de las manifestaciones fueron capturados por la Policía Nacional.

La Coordinadora Universitaria por la Justicia y la Democracia (CUDJ) confirmó el secuestro de Javier Espinoza. Los agentes llegaron a su casa en el barrio Monseñor Lezcano y lo arrestaron. Desde el inicio de las protestas, Espinoza animaba las convocatorias con un camión blanco de sonido, que también fue incautado.

En Somoto se reportaron al menos dos heridos en una manifestación. Según testigos, turbas del FSLN atacaron a las 11:00 a. m. a los manifestantes que marchaban en esa ciudad. Algunas viviendas que sirvieron de refugio para los “autoconvocados” fueron atacadas a "tiros y pedradas", según los denunciantes.

(Con información de EFE)

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Franklin Villavicencio

Franklin Villavicencio

Periodista nicaragüense con tres años de trayectoria en cobertura de temas culturales y derechos humanos. Ganador del Premio Pedro Joaquín Chamorro a la Excelencia Periodística.

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