23 de marzo 2022
En lo que va de 2022, el Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional han informado en escuetos comunicados de prensa sobre cuatro incautaciones de dinero a narcotraficantes, que suman 6.3 millones de dólares. El modus operandi en todos estos casos es el mismo. Los narcotraficantes abandonan el dinero en su huida de la persecución de las autoridades. Los militares capturan el dinero y los medios en los que se movilizaban los narcotraficantes (vehículos y lanchas), pero casi nunca se registran detenidos.
Tampoco se informa sobre el destino de los millones de dólares decomisados, contraviniendo lo establecido en la Ley 735 de Prevención, Investigación, Persecución del Crimen Organizado y Administración de los Bienes Incautados.
Esta falta de transparencia contrasta con lo que ocurren en operativos similares en países de Centroamérica como Honduras o El Salvador, de acuerdo a consultas hechas con especialistas en temas de seguridad y crimen organizado. Aun así, en estos países existen cuestionamientos sobre la falta de transparencia sobre los resultados de estos operativos.
Dinero "se presta para la corrupción", señala especialista
Víctor Meza, exministro del Interior y fundador y director del Centro de Documentación de Honduras, señaló que existe mucha opacidad en Nicaragua en lo referido el manejo sobre los millones de dólares incautados al narcotráfico, y esto puede dar pie a graves de “problemas de corrupción”, debido al volumen de dinero involucrado.
“Hay que hacer transparente la inversión y distribución del dinero capturado al narcotráfico. Generalmente son sumas muy millonarias. En Honduras lo que ocurre de manera similar a Nicaragua, es que se está capturado el dinero o la droga, pero no se está capturando a los narcotraficantes, mucho menos a los operadores intelectuales”, comentó Meza.
La Ley 735 de Nicaragua establece que el dinero obtenido de las incautaciones debe ser distribuido por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público entre diversas instituciones del Estado. Sin embargo, en Nicaragua no se reporta cómo se hace esta distribución, ni las instituciones estatales beneficiadas.
“En Honduras lo que se hace con el dinero capturado es entregarlo a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI). Esta oficina rinde cuentas de lo incautado, y veces genera polémica porque no lo hace. Y lo que reportan es como se distribuyó o al menos donde quedó guardado”, añadió.
En Honduras, con la llegada al poder de Xiomara Castro en enero, la lucha contra las drogas se ha intensificado, así como el número de procesos judiciales para decidir la extradición a Estados Unidos de al menos 92 personas señaladas por supuestos vínculos con el narcotráfico, entre estos, el expresidente Juan Orlando Hernández.
“Lo ideal en Nicaragua es que hubiese una OABI como en Honduras. Y muchas veces a la misma OABI se le ha señalado de que no maneja estos bienes con la transparencia debida. Pero en Nicaragua, si el dinero capturado por el Ejército o la Policía es entregado a la Tesorería General, debería ser de manera pública y transparente”, puntualizó Meza.
“Nicaragua lo que está padeciendo con este problema de las incautaciones es un superávit de secretividad. Y eso se presta para la corrupción. Ese es mucho dinero y es tentador. Tener seis millones de dólares no es así nomás. Debería reforzarse el control civil sobre estas operaciones”, agregó.
El Salvador: Incautaciones van a organismos de seguridad
En el Salvador, las operaciones de decomiso e incautaciones de bienes al narcotráfico son operaciones conjuntas entre la Policía y el Ejército que son manejadas con mucha cobertura mediática oficialista, un sello de la administración del presidente Nayib Bukele.
De acuerdo con Ricardo Sosa, especialista en temas de seguridad de El Salvador, existe una política de despliegue informativo sobre las incautaciones bastante amplia, con la cobertura de presentación de bienes incautados, sospechosos capturados y destrucción de la droga.
“En El Salvador las autoridades investigan, utilizan todas las técnicas especiales de investigación, incautan la droga, decomisan las lanchas de motor fuera de borda y buques de bajo perfil, capturan a los delincuentes y son presentados ante la justicia. Las incautaciones de droga solo en lo que va del periodo (33 meses) sobrepasan las 12.1 toneladas de cocaína pura, con un valor superior a 300 millones de dólares”, mencionó Sosa.
El especialista explicó que en el caso de El Salvador, los recursos son distribuidos en los presupuestos de las entidades a cargo de la lucha contra el crimen, como la Policía Nacional Civil (PNC) y las Fuerzas Armadas de El Salvador (FAES).
“En este período se han capturado al menos a 37 personas extranjeras, nueve lanchas rápidas y tres buques de bajo perfil. La Fiscalía General de la República procede a desarrollar todos los protocolos, pruebas de campo, cadena de custodia, peritajes y una vez el caso está judicializado, se destruye la droga en presencia de los medios de comunicación. Luego los recursos incautados, la administración fiscal los asigna a la PNC y FAES”, añadió Sosa.
Las millonarias incautaciones de Nicaragua
Las cuatro incautaciones reportadas en lo que va de 2022 en Nicaragua son: El 3 de febrero en Estelí, cuando la Policía Nacional informó la captura de una camioneta en la que iban ocultos un 1 335 295 dólares. El 12 de ese mismo mes, en Nagarote, León, se incautaron 3 521 000 dólares en otro operativo.
El 23 de febrero, la Policía reportó que narcotraficantes abandonaron 2 929 000 dólares en San Carlos, Río San Juan. Finalmente, el 20 de marzo, el Ejército informó de un tiroteo con narcotraficantes en la playa de Tola, Rivas, quienes dejaron abandonados 500 000 dólares y una panga.
La socióloga y especialista en tema de seguridad, Elvira Cuadra, explicó que pese a estos reportes del Ejército y la Policía, las estadísticas siguen estableciendo que Nicaragua es el país menos efectivo en lo referido a operaciones de incautaciones, principalmente de drogas.
“De acuerdo con una investigación hecha por AFP recientemente, durante el 2021 el decomiso de droga en Centroamérica se disparó sustancialmente respecto a los años anteriores. En la región se decomisaron 250 toneladas de cocaína, 70 toneladas más que años anteriores en los que se decomisaban 180. Panamá está a la cabeza de los decomisos con 128.7 toneladas, mientras que el último país en Nicaragua con 4.5 toneladas”, señaló.
Cuadra explicó que los datos de incautaciones revelan que en Nicaragua impera un pobre trabajo de inteligencia y vigilancia con respecto a los cargamentos de droga y por eso el nivel de las incautaciones es el más bajo de la región.
“Se revela que Nicaragua es el país menos efectivo en la captura de droga proveniente del sur, si se considera que sus dos vecinos geográficos, Costa Rica y Honduras, incautaron mucha más droga. Es prácticamente imposible que los cargamentos pasen por un país y por otro no, considerando que la región es un puente y una vía natural de tránsito hacia el norte, no solamente para la droga sino para cualquier otro tipo de mercancías e incluso personas”, explicó la especialista.