18 de septiembre 2022
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, dijo este fin de semana que "sigue cerca la situación" de sus ciudadanas, Jeannine Horvilleur Cuadra, de 63 años, y su hija Ana Álvarez Horvilleur, de 43 años, quienes fueron detenidas en Nicaragua el pasado 13 de septiembre.
Horvilleur Cuadra y Álvarez Horvilleur son madre e hija, y fueron detenidas el martes por la Policía de Nicaragua cuando buscaban a su esposo y padre, respectivamente, el nicaragüense Javier Álvarez Zamora, quien logró salir del país para solicitar protección internacional.
La Policía también capturó a Félix Roiz Sotomayor, de nacionalidad nicaragüense, quien es esposo de Ana Álvarez Horvilleur. Los tres miembros de esa familia permanecen en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.
"Nos hemos puesto en contacto con las autoridades nicaragüenses", señaló la Cancillería francesa. La embajada está totalmente movilizada, en conjunto con la oficina consular en Costa Rica”, dice el comunicado divulgado en París.
Las autoridades de Nicaragua no informaron recientemente sobre la nueva ola de detenciones contra perseguidos y familiares de opositores.
"No han cometido ningún delito"
El perseguido político Javier Álvarez Zamora denunció, en entrevista con el programa Esta Semana, que el 13 de septiembre la Policía ingresó a su casa, en Managua, después de las once de la noche, "revisaron toda la casa y al no encontrarme, porque me andan buscando a mí, se llevan a mi hija, que en ese momento está acompañando a mi esposa. También, allanaron la casa de mi hija, en la que vive con su esposo Félix Roiz Sotomayor y también a él se lo llevan preso”.
Álvarez resaltó que ninguno de los tres “tienen por qué ser capturados” porque “no han cometido ningún delito”. “Yo tampoco he cometido ningún delito, no soy ningún delincuente, no soy ninguna persona peligrosa. Yo no soy ningún elemento peligroso y esto es para mí un nivel extraordinario de inhumanidad y de represión porque al no encontrarme a mí se los llevan a ellos detenidos a las celdas de El Chipote”.
En esa entrevista, Álvarez también explicó que la situación de su esposa e hija, ambas de nacionalidad nicafrancesa, ya fue informada a las autoridades de Francia, a través de la embajada de ese país en Nicaragua, aunque, por ahora indicó que prefería no extenderse en detalles sobre las gestiones que puede estar haciendo el Gobierno francés.
“El embajador de Francia ayer (viernes) se comunicó conmigo y preferimos por común acuerdo con la embajada no ahondar más sobre lo que se está haciendo, pero, sí, ya la embajada de Francia en Nicaragua, la cancillería en Francia, ya están enteradas de la situación de este par de ciudadanas nicaragüenses en primer lugar y francesas por ascendencia familiar, de ciudadanía francesa adquirida precisamente por ascendencia familiar”, apuntó.
Para el colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más existe “un patrón de acciones arbitrarias e inconstitucionales (por parte de la Policía), que consiste en la captura de familiares, de seres queridos de las personas perseguidas”, con el objetivo de obligarlas a entregar información para la captura de la persona buscada.
Este nuevo patrón “reafirma prácticas de terrorismo intensificado en los últimos meses contra diferentes sectores sociales del país. El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más denuncia la reciente ola de detenciones arbitrarias dirigida contra diferentes sectores sociales del país, una vez más condenamos y exigimos el cese inmediato de la represión”, dice la denuncia pública de los defensores de derechos humanos.
Diez detenidos en los últimos días
En la última semana el régimen de Ortega y Murillo ha detenido arbitrariamente a diez personas, la mayoría pertenecientes a la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista, así como familiares de los mismos.
De acuerdo con el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) a nivel nacional "se ha desatado una estrategia de acoso, persecución, amenazas e incluso detenciones arbitrarias de integrantes del partido y sus familiares". Pero algunas de las víctimas han resuelto "no denunciar para evitar represalias mayores que conduzcan a situaciones irreparables".
El organismo también señaló que "este comportamiento delincuencial" de las autoridades del régimen no tiene precedente en la historia.
"No es característico de ninguna dictadura, posee los ribetes de un secuestro donde el secuestrador se apodera de víctimas inocentes, las toma como rehenes para lograr capturar a la persona a quien quiere secuestrar. Lo que supera la gravedad delictiva del secuestro extorsivo, que según el Código Penal es cuando se exige un rescate o cualquier utilidad monetaria", apuntó el Cenidh.
Para el organismo "esto no es una persecución coyuntural" sino que "estamos ante una evidente decisión de aniquilarlos política y físicamente".