24 de junio 2021
En la cima de una colina, desde la que Managua se observa a la distancia, se impone el Complejo Policial Evaristo Vásquez, conocido como el “Nuevo Chipote”. Aquí nadie vive en varios kilómetros a la redonda y el transporte colectivo no transita por esta calle pavimentada para uso exclusivo de la Policía, el principal brazo represor del régimen de Daniel Ortega. Solo los familiares de los detenidos suben tres veces al día para dejar comida a sus parientes, o al menos intentarlo.
Son las cuatro de la tarde cuando Cristian Tinoco, hija del exguerrillero Víctor Hugo Tinoco, baja de un vehículo blanco. En su mochila trae medicinas, agua y la cena para su padre, quien fue capturado el 13 de junio pasado. Camina unos pasos y explica a un grupo de periodistas, que están en el lugar, que desde hace dos días los oficiales solo le reciben las botellas de agua. Situación que le genera mucha preocupación porque tampoco le han permitido verlo y corroborar su estado de salud.
“Tememos por la vida de él (su padre) porque es un señor de 68 años de edad con comorbilidades, es hipertenso, es asmático”, enfatiza Tinoco. En algunas ocasiones “los oficiales nos han pedido medicamentos para mi papá, lo último fue preocupante porque nos pidieron medicamento para el síndrome de Meniere, que se caracteriza por presentar mareos muy fuertes, zumbidos en los oídos y pérdida de la audición. Estamos muy preocupados por él porque lo está viendo un médico general y quisiéramos que lo vea un médico especialista”, lamenta.
Su angustia es similar a la de María Consuelo Céspedes, esposa de Walter Gómez, quien lleva 26 días detenido en el "Nuevo Chipote". Ella intenta mantenerse serena para denunciar que "desde hace tres semanas solo una botella de agua le permiten en los tres tiempos", situación que, valora, podría afectar la salud de su conyugue. "Lo que yo digo es que con tres semanas de pura agua… ¿Quién puede tener una salud formidable?", se pregunta.
Céspedes relata que cuenta con una autorización judicial para ver a su esposo, pero aquí, en el "Nuevo Chipote", no la dejan verlo. "Yo creía que hoy en el Día del Padre nos iban a permitir traerle una comida decente y ni eso nos han permitido. Mis hijos preocupadísimos por el papá, incluso el niño había hecho una carta que se la quería mandar al papá y no te admiten nada", continúa.
En las últimas semanas el régimen de Ortega ha desatado una cacería en contra de los principales líderes de la oposición política, empresarios y periodistas, quienes supuestamente están siendo "investigados" por traición a la patria, en el marco de la “Ley de Soberanía”, y presunto lavado de dinero. Algunos de los 20 detenidos ya tienen más de veinte días encerrados y sin ningún tipo de comunicación con sus familiares y abogados.
El último capturado fue el cronista deportivo Miguel Mendoza. Su esposa, Margine Pozo, subió hasta la cima de la colina del "Nuevo Chipote" a preguntar si él está en este lugar inhóspito. A ella le permitieron ingresar a una sala de espera donde únicamente le confirmaron que su pariente está encerrado ahí, pero no le permitieron verlo. Al igual que los otros familiares de los detenidos, solo le recibieron una botella de agua.
El periodista Chistopher Mendoza, sobrino del cronista deportivo, relató que su familia atraviesa "una situación dura" y reclamó que su tío únicamente hacía su trabajo de informar. "Yo creo que el periodismo está haciendo su trabajo y obviamente hay mucha gente interesada en que el periodismo no lo haga, que el periodismo se quede callado, pero confiamos en la justicia", subrayó.