17 de mayo 2016
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El periodista Marcio Vargas Aguilar, reconocido por su talento como escritor, cronista y editor, falleció este domingo a las 11 PM en Managua, después de luchar durante dieciocho meses contra el cáncer. Vargas trabajó en los principales medios de comunicación del país, en los que dejó una huella por la calidad de su pluma y su estilo personal como narrador.
Laboró como reportero en el diario La Prensa a finales de los setenta, y fue editor en el desaparecido periódico sandinista Barricada en los ochenta. Fue corresponsal en México de la Agencia Nueva Nicaragua y también trabajó en las agencias internacionales de noticias ANSA y Prensa latina.
A inicios de los noventa, fue director de El Semanario, escribió crónicas para Confidencial entre 1996 y 1997, y colaboró con otros medios de comunicación como Bolsa de Noticias, incursionando también en la radio y la televisión.
Los comienzos de Vargas en el periodismo se dieron de la mano de Edgar Tijerino, el más destacado periodista deportivo en el país. Ernesto Aburto, exeditor de El Nuevo Diario, recuerda que Vargas empezó como cronista deportivo en una publicación del extinto Banco de América, titulada La Nación.
“Yo era redactor en jefe y él era un pupilo de Tijerino. Estaba empezando, escribía algunas cosas y luego pasó a La Prensa en la sección de deportes. Dominaba muy bien el lenguaje y también el humor político. Siempre dije que él escribía con un bisturí como pluma, con el cual era capaz de llegar al corazón de la gente, para meterle cargas eléctricas o para acariciarlo suavemente” expresó Aburto.
El ingenio de sus escritos y la capacidad de crítica social a través del humor son parte del legado que deja Vargas al periodismo nacional. En los últimos años, se dedicó a escribir artículos de opinión denominados “postalitas”, en la web “La Gente” de Radio La Primerísima. En 2008, recibió del gobierno del comandante Daniel Ortega la “Orden Independencia Cultural “Rubén Darío”.
El periodista, Xavier Reyes Alba, lo recuerda, de los años en que laboraron juntos en Barricada, como uno de los “últimos de la generación de la máquina de escribir y un gran titulador". “De carácter tímido y retraído, Marcio se transformaba cuando estaba frente a los hechos noticiosos, un personaje cautivante o alguien capaz de provocar su innato olfato periodístico, aunque se crecía aún más cuando estaba frente a la máquina de escribir”, escribió el director de Trinchera de la Noticia, en una publicación de ese medio.
Su hijo, Marcio Vargas Arana, fue quien anunció el fallecimiento, a través de la red social Facebook. En su publicación, expresó que su padre “fue uno de los mejores periodistas en la historia de Nicaragua” y lamentó para su familia la “pérdida irreparable de un padre y esposo ejemplar”.
Vargas Arana describió a su padre como un revolucionario comprometido, que desde muy joven acogió la ideología sandinista. “Creyó siempre en que la revolución sandinista que encarna los ideales de nuestro pueblo, liderado por el comandante Daniel Ortega y de la victoria en las elecciones del 6 de noviembre”, dijo.
Ayer en el salón de los cristales en el Teatro Nacional Rubén Darío, sus amigos, colegas y familiares, encabezados por su viuda Ligia Arana y sus hijos Marcio y Carlos, participaron en un homenaje a la memoria del periodista. Sus funerales se llevaron a cabo esta tarde en Jardines de El Recuerdo.
