14 de marzo 2020
Mientras El Salvador cierra sus fronteras para tratar de impedir que el covid 19 entre a su territorio, y Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá anuncian medidas para contener el contagio, el Gobierno de Nicaragua invita a una marcha denominada “Amor en tiempos del covid-19”.
En un mensaje publicado a través de su perfil en Twitter, monseñor Silvio Báez consideró que “es preocupante lo que ocurre en Nicaragua frente a la amenaza del coronavirus. Quienes tienen el poder siguen organizando eventos de todo tipo, vacaciones en el mar, y hasta promueven una marcha para este sábado. Me parece algo irresponsable y un atentado contra el pueblo”.
En contraste, la Cámara de Comercio y Servicios sugirió a sus agremiados que consideren la posibilidad de “paralizar la actividad laboral”, mientras la Conferencia Evangélica Pentecostés de las Asambleas de Dios, recomendó “promover que en las casas se levanten altares de adoración, evangelismo, y ayunos con periodos de intercesión permanente”, acorde con las medidas de ‘distanciamiento social’, a las que recurren los Gobiernos alrededor del mundo.
El profesor Alberto Trejos, decano del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), dijo a través de un webinar que “postergar la prevención hasta que haya casos, o hasta que se llegue a un punto crítico, es exactamente lo contrario que hay que hacer. Contradice la misma palabra”.
“La transparencia es clave. La gente debe saber lo que pasa para cambiar su comportamiento, y generar los datos” que después servirán para analizar todo lo actuado, explicó el profesor Trejos.
“El Gobierno tiene que dar instrucciones –y no solo a través de comunicados- para dar seguridad a la población. La gente no está clara de cómo actuar, así que cada quién busca cómo asesorarse por su cuenta”, señaló Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio.
En esa misma línea, Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias, opinó que “deberían tomarse medidas similares a las de los países desarrollados, sobre todo con el tema del contagio”, a la vez que reclamó porque haya mayor información sobre el tema, y un protocolo que indique a los ciudadanos a qué hospital acudir, o a qué número llamar si necesitan saber más.
Prevenir es más barato
“El hecho de que los Gobiernos en términos generales sean renuentes a adoptar las medidas de control y mitigación, obedece a que estas medidas tienden, por sí mismas, a tener un impacto serio en la economía”, explicó a Confidencial un economista que solicitó el anonimato por temor a represalias.
“Al posponer estas medidas, lo que provocan es que el virus se propague a tasas muy altas, exponenciales en su primera fase, y hasta que la situación se torna inmanejable, se ven forzados a adoptar medidas que tienen que ser mucho más drásticas todavía, como ha ocurrido en Italia y ha comenzado a ocurrir en otros países”, añadió.
Consultado si la aparente inacción del Ejecutivo nicaragüense demuestra una actitud recaudadora, el economista citado antes dijo que “todos los Gobiernos –sea Estados Unidos, Italia o España- temen que aplicar medidas severas conlleve a una caída brusca de la economía. En el otro extremo, vemos que China tomó medidas drásticas, y en efecto, se le cayó la economía, pero ya está saliendo”.
En Nicaragua, “el Gobierno dijo que dejará entrar a cualquier turista que no tenga síntomas, pero la enfermedad se puede transmitir desde dos días antes que aparezcan los síntomas”, recordó.
El presidente de una cámara empresarial que también accedió a hablar protegido desde el anonimato, opina que, tal vez, la actitud del Gobierno solo intente ahorrar gastos al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que por ley debe asumir el 60% del pago de cualquier trabajador que reciba una orden médica de subsidio.
Funides: PIB puede caer hasta -3.9%
El silencio del Gobierno, y su permisividad al permitir que entren turistas de cualquier país del mundo –incluyendo aquellos con altas tasas de contagio- parecen explicarse por su afán de no colocar un nuevo freno a la economía, pero como dice el economista citado, “o priorizás salvar vidas, o mantener la economía”.
Lo dice basado en que “las medidas drásticas afectan el turismo, los restaurantes, el comercio, los viajes, la hotelería”, que son, precisamente, algunas de las actividades que resultarían más afectadas, de acuerdo con una nota informativa publicada por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Citando tres posibles escenarios, los economistas del centro de pensamiento señalan que el -1.1% en que se prevé que se contraiga la economía nicaragüense en 2020, podría hundirse hasta el -3.9% si la pandemia del covid-19 genera una recesión mundial.
“El impacto del covid-19 se registraría inicialmente en tres sectores económicos: comercio, hoteles y restaurantes, y servicios”, porque “el temor al contagio afectaría la demanda de sus productos y servicios”, aunque luego “los efectos iniciales se propagarían al resto de sectores de la economía”.
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