8 de abril 2020
La “preocupación” de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por la falta de respuesta del Gobierno de Daniel Ortega ante la pandemia del coronavirus, expresada este martes por su directora Carissa Etienne, debería representar algún tipo de acción en defensa de la salud de la población y no solo un discurso sobre la soberanía del país, ya que se trata de “vidas que se encuentran en riesgo”, señaló la exministra de salud de Nicaragua, Margarita Gurdián, quien dirigió el Minsa entre 2004 y 2007.
“Tenemos preocupaciones en cuanto a la falta de distanciamiento social, las aglomeraciones masivas, tenemos preocupaciones sobre las pruebas, el rastreo de contactos, sobre el reporte de casos, también nos preocupa sobre lo que vemos cómo inadecuado, en cuanto a control y prevención de la infección”, enfatizó Etienne durante la conferencia de prensa virtual.
Gurdián, quien es especialista en Salud Pública, afirmó durante una entrevista en el programa Esta Noche que la OPS, como la máxima entidad regional de la salud, no debería limitarse a “reconocer que hay un problema” en este país, sino buscar los mecanismos para dialogar con el Gobierno y “defender la vida de los nicaragüenses y los centroamericanos” que se verán afectados con el avance de la pandemia en la región.
“No solamente es decir ‘ese país es soberano y ellos deciden qué hacer con el pueblo a como creen que es mejor’. No, esa no es una respuesta de la máxima autoridad regional de salud”, enfatizó Gurdián, quien también fue consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Panamá y durante una década dirigió varios proyectos internaciomales de salud en Angola.
Aunque la exministra reconoce que la OPS debe reflejar las estadísticas oficiales del país, llamó la atención sobre el caso de Nicaragua. Veiuntiún días después que se reportó el primer caso de covid-19, el Ministerio de Salud (Minsa) solo reconoce seis casos confirmados, uno de ellos ya fallecido, y por tanto Gurdián considera que si la organización está consciente de que la información del Gobierno no se apega a la realidad debería “hacer esfuerzos enormes para que eso cambie”.
No son voceros del Gobierno
Gurdián demandó a la representante de la OPS en Nicaragua, Ana Solís Treasure, que haga “su trabajo” y reclamó que su función en el país “no es aceptar lo que le dice el Gobierno”, sino “apoyar para que el pueblo de Nicaragua pueda mantenerse saludable, pueda evitar esta situación de pandemia”, subrayó.
La directora de la OPS en Washington ha sido cuestionada por su alineamiento político con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien semanas atrás aún sostenía que el organismo regional le había “felicitado” por el modelo de “salud comunitaria”.
Este martes —sin embargo— Murillo evitó referirse a la preocupación de la OPS y reiteró que en Nicaragua “no hay transmisión local” del coronavirus. Hasta este 8 de abril el país acumula seis casos confirmados de covid-19, uno ya fallecido y dos que ya fueron dados de alta.
“Está actitud del Gobierno de no prevenir, de no promover las recomendaciones que están dando las agencias internacionales reconocidas por todo el mundo, es absolutamente demencial, es poner en peligro la vida de los nicaragüenses y después la vida de los centroamericanos”, criticó la exministra de salud.
Ante la negligencia del Estado de Nicaragua, que no ha tomado ninguna medida de distanciamiento social, Gurdián instó a la ciudadanía a implementar medidas para evitar contagiarse del virus. “No tenés que estar esperando a ver si te van a dar una mascarilla. No, hacé lo que tenés que hacer”, destacó.
Para la exministra lo primordial es “salvar la mayor cantidad de gente que se pueda” aunque los esfuerzos que se hagan sean “paralelos” al Minsa, como es el caso del recién creado Comité Científico Multidisciplinario que ha estado brindando recomendaciones sobre cómo protegerse del coronavirus.
Demandan acciones globales
Esta semana un grupo de investigadores publicó en la revista especializada Lancet Global Health un llamado para que la OPS, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los líderes mundiales que tomen acciones inmediatas para “prevenir la pérdida de miles de vidas” en Centroamérica, dado que el Gobierno nicaragüense no ha adoptado medidas de prevención temprana y de contención del coronavirus en el país, exponiendo no solo a sus ciudadanos sino a los de países vecinos.
El documento señala que la respuesta del Gobierno nicaragüense a la pandemia de covid-19 “ha sido —quizás— la más errática de todos países en el mundo”, ya que “al minimizar el peligro de la pandemia y aumentar el riesgo de transmisión comunitaria”, el Gobierno está violando los derechos humanos de sus ciudadanos. A principios de marzo, Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Daniel Ortega, llamó a miles de simpatizantes a congregarse en una marcha callejera bajo el lema “amor en tiempos de covid-19”.
Los investigadores enfatizaron que la negligencia de las autoridades nicaragüenses “podría representar un riesgo para la región”, tal como sugirió días atrás el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Lo anterior debido a que mientras los otros países centroamericanos “han respondido proactivamente a la pandemia”, en Nicaragua es notoria la ausencia de medidas de distanciamiento social.
En El Salvador se ha instituido una cuarentena nacional de 30 días, junto con estrictas restricciones de viaje. Costa Rica y Honduras también han cerrado sus fronteras en un intento de mitigar la propagación de la enfermedad. En todos estos países la curva epidemiológica del coronavirus va en ascenso, mientras tanto en Nicaragua, donde no hay controles rigurosos, las autoridades señalan que “no hay contagios locales”.
Los investigadores también advirtieron que la fragilidad de la infraestructura de salud y la escasez de personal médico en Nicaragua evidencian que los hospitales públicos de este país no están preparados para “soportar una masiva afluencia de pacientes gravemente enfermos”. Por otro lado, Nicaragua es el país más pobre Centroamérica, con un tercio de nicaragüenses viviendo en la pobreza y casi el 10% vive en la pobreza extrema, por lo que será más difícil contener las infecciones y muertes causadas por el virus.
El Minsa no puede trabajar solo
Aunque el Gobierno de Nicaragua ha centralizado la información relacionada a la pandemia de coronavirus, la ex ministra estimó que “el Minsa debe dar ese espacio para que organismos internacionales y organizaciones locales puedan acompañar” en la lucha contra la epidemia.
“Ese Observatorio Ciudadano que se formó me parece extraordinario, ahí hay infectologos, epidemiólogos, gente con mucha experiencia; entonces, alejarlos porque simplemente no están de acuerdo con el Gobierno es absurdo. Aquí todos tenemos que contribuir para que la gente no se muera”, enfatizó Gurdián.
Esta semana el Gobierno de Nicaragua recibió una donación de 26 000 pruebas rápidas para detectar el coronavirus, las cuales fueron financiadas con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Gobierno de Corea del Sur. La exministra aseguró que “hay que comenzar a utilizarlas” a la brevedad posible porque solo así será posible identificar “dónde está el foco”.
Seguí toda la cobertura de CONFIDENCIAL sobre el coronavirus suscribiéndote a nuestro boletín de noticias diario. Para leer más artículos sobre el tema, hacé clic aquí.