13 de julio 2020
“Si tiene miedo de contagiarse no vaya (a orar a las calles). Lo más seguro es que se puede contagiar y morirse. Y si se muere se va para el cielo mi hermano y ganó la batalla. No sé por qué la gente tiene miedo de morirse. ¡Es ganancia!”.
La frase pertenece al pastor evangélico Rafael Mercado de Grace International, en Matagalpa. La dijo el cinco de julio en una transmisión en Facebook Live de un servicio religioso en el que, pese a las recomendaciones de distanciamiento físico para prevenir el contagio de covid-19, tocó a varias personas de la congregación en la cabeza, para orar por ellos.
Mercado ha sido blanco de diferentes críticas en redes sociales por sus polémicas declaraciones durante sus servicios religiosos, principalmente por recomendar a los asistentes el uso de “agua con sal”, para eliminar el virus, pero va más allá cuando en el video se dirige a un asistente y le dice: “¿usted cree que esa máscara le va a evitar (contagiarse)? Si la máscara es para el que anda enfermo”.
La Iglesia evangélica Grace International de Matagalpa cerró sus puertas por dos semanas al inicio de la pandemia en Nicaragua, pero posteriormente Mercado decidió abrir y en sus servicios religiosos alega que tienen cuatro meses de tener encuentros presenciales y “todos están bien”.
Su Iglesia no es la única que decidió mantener las puertas abiertas en medio de las afectaciones por la covid-19 en Nicaragua, que ya ha cobrado la vida de más de 2225 personas, según el monitoreo independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19, hasta este ocho de julio.
De hecho, Matagalpa es el segundo departamento con más afectados después de Managua, con un estimado de 849 casos sospechosos de covid-19 y 171 fallecidos con síntomas asociados, según el mismo Observatorio.
Mercado justifica: “Los bares estaban abiertos y las iglesias cerradas”
Consultado por CONFIDENCIAL, Mercado explicó que decidieron abrir nuevamente, después del breve cierre, porque miraba que “los bares estaban abiertos y las iglesias cerradas” y alega que en su congregación religiosa no han tenido ni una persona muerta.
Cada domingo, desde que reabrieron, celebran lo que denominan como la “santa cena”, un culto religioso en el que oran por los enfermos y asegura que “todo el templo se llena”. El edificio tiene una capacidad para unas mil personas, según expresa, lo que les permite mantener a todos a al menos un metro y medio de distancia.
La Iglesia evangélica ha sufrido la muerte de 66 pastores de diferentes denominaciones, en el contexto de la pandemia, aunque no todos se atribuyen a la covid-19, según aclaró el presidente de la Alianza Evangélica Nicaragüense, Mauricio Fonseca.
“Nosotros no sabemos si murieron por covid porque los familiares no dicen, sí han muerto en medio de la pandemia”, dijo Fonseca a CONFIDENCIAL.
Bajo el paraguas de la Alianza Evangélica se encuentran al menos 106 denominaciones evangélicas en Nicaragua, pero a ninguna se le puede ordenar que hagan algo, según explica Fonseca. Entonces, queda a criterio de cada una tomar sus propias decisiones.
Algunas, como las Asambleas de Dios, la denominación evangélica más grande de Nicaragua, cerró las puertas de sus templos y a finales de julio cumplirán tres meses de esa decisión. A pesar de eso, nueve pastores evangélicos, entre ellos una mujer, perdieron la vida como consecuencia de la covid-19, según precisó el presidente de las Asambleas de Dios, Pedro Pablo Rojas.
“Un detalle es que la mayoría de esos pastores no se contagiaron en la iglesia, porque tenemos los templos cerrados desde hace tres meses, lógicamente estos pastores no se han contagiado en los cultos evangélicos, sino en cualquier lugar como todos los demás ciudadanos”, explica Rojas.
Todos los afectados han sido mayores de 60 años, dice, y muchos de ellos padecían de enfermedades crónicas, como diabetes o hipertensión.
Las afectaciones económicas por el cierre de templos
Una de las críticas más constantes que se hace en contra de Mercado y de otros pastores evangélicos en las redes sociales, y que puede verse en el video publicado por el pastor de Matagalpa, es que los templos evangélicos se mantienen abiertos por razones económicas.
“Si los tontos no llegan se le acaba el billete, por eso la iglesia se mantiene abierta”, criticó un usuario en Facebook. “Si cierra el negocio el dinero no le cae”, se leía en otro comentario.
Fonseca reconoce que muchas de las denominaciones evangélicas dependen de las contribuciones de los asistentes y que en el momento en que muchas deciden cerrar sí se generan complicaciones económicas, pero no solo para el pastor o su familia.
“Internamente se paga el agua, la luz, el contador, la persona que limpia y la familia pastoral, los mismos hermanos miembros son los que aportan, eso se administra bien y con eso se llevan las ofrendas y diezmos mensuales. Por lo general nadie del extranjero nos manda las grandes cantidades de dinero para mantenernos”, detalla.
Esta dinámica ocurre en los 16 000 templos evangélicos que hay a nivel nacional que tienen la misma cantidad de pastores, según detalles brindados por Fonseca.
Sin embargo, el pastor Augusto César Marenco, del Ministerio Apostolar Centro Cristiano, expresa que no solo se trata de los aportes de las congregaciones en forma de ofrenda, sino que también hay apoyo internacional a las Iglesias evangélicas.
“Las Iglesias tienen un autogobierno y un sostenimiento. Las Iglesias tienen instituciones que les apoyan a nivel internacional y tienen formas de trabajo que desarrollan para sostenerse. La gente no necesita ir al templo para dar su aporte. La iglesia se reúne en sus templos para buscar fuerza espiritual, para buscar a Dios”, explicó Marenco.
En efecto, muchas de las Iglesias evangélicas recurrieron al uso de Facebook, Zoom y otras plataformas de video para seguir brindando sus servicios religiosos.
Muchas de estas plataformas ofrecen facilidades a sus creadores para poder pedir contribuciones económicas a quienes los miran, esto ha sido una salida para compensar el descenso en los ingresos.
Pero los pastores defienden que la idea de reabrir no se trata de un asunto económico, sino de mantener la cercanía con su feligresía.
El plan de reapertura, previsto para agosto
Las Asambleas de Dios se preparan para abrir nuevamente sus templos el primero de agosto, justo cuando se cumplan tres meses exactos de haberlos cerrado por temor a la pandemia. No era un temor infundado, el cinco de junio falleció el pastor Ovidio Valladares, director de Radio Restauración y considerado una figura prominente en el mundo evangélico nicaragüense.
“A cualquiera lo pone a pensar cuando se muere un directivo y una figura importante como esta”, reflexiona Rojas.
Ahora el plan es establecer reglas estrictas para la realización de los servicios religiosos en los templos evangélicos, como por ejemplo, no aceptar por el momento adultos mayores y niños, no permitir el ingreso de personas con padecimientos crónicos, establecer distanciamiento entre los asistentes y darle la opción a los pastores que no quieran abrir, para que permanezcan cerrados el tiempo que consideren prudente.
“Ir a las calles”, como hacía Jesús, afirma Mercado
En la iglesia Grace International en Matagalpa, continuarán igual sus servicios religiosos presenciales: tres días a la semana y todos los domingos.
El pastor Mercado, en su video del cinco de julio invitó a su congregación a ir a las calles de la ciudad a orar, como él lo ha hecho en los últimos meses, pues dice que si no van donde están los enfermos, “qué clase de Jesús estamos predicando”.
Mercado hace esta alusión por los pasajes bíblicos en los que se menciona que Jesús tocaba a los leprosos para curarlos, y así, uno a uno también toca a los asistentes de sus cultos en la cabeza mientras piden orar por ellos.
“De hecho hay personas que han llegado y no nos dicen que (tienen) el virus, pero después que nos damos cuenta de los síntomas, creemos que es el virus (covid-19) y algunos han sido sanado”, defiende el religioso.
Y además, cree que la pandemia ha sido magnificada por los medios de comunicación mientras critica a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por no dar información concreta de cómo combatir el virus o sus efectos.
“Por otro lado, esto de la pandemia ha sido como un ensayo del sistema del nuevo orden mundial que viene. La otra cosa es ver la variedad de información de la OMS, un día salen diciendo una cosa y otro día la otra. ¿Por qué Estados Unidos se retira de la OMS? Tanta manipulación de los medios infunde pánico en la gente”, alega Mercado.
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