28 de junio 2016
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Byron Ortiz, el activista indígena costarricense detenido el pasado sábado La Fonseca, Nueva Guinea, dijo que durante las 48 horas de su desaparición, estuvieron encerrados en un “cuarto bastante insalubre” en la sede de la Dirección de Migración y Extranjería, en Managua. Las autoridades jamás les explicaron por qué estaban encerrados.
Ortiz participaba junto a otros cinco activistas (tres mexicanos, un español y una argentino) de la Caravana Mesoamericana en un taller sobre “tecnología alternativa” para construir hornos eficientes, que impartían en La Fonseca a miembros del movimiento campesino anti canal.
El sábado, relató Ortiz vía telefónica, los Policías los trasladaron a la estación policial de Nueva Guinea donde los interrogaron. “Pero el interrogatorio no terminó, porque bajo un operativo policial que nos sorprendió, nos llevaron hacia Managua”, narró.
A los activistas les dijeron que en “Managua” solo serían unas “preguntas rápidas”. Sin embargo, no se imaginaron que estarían más de 48 horas incomunicados con sus embajadas y sus familiares, y sin saber la razón de la detención.
Los jóvenes fueron llevados a Migración y Extranjería donde los interrogaron en repetidas ocasiones. “¿Qué organización los financian? ¿Qué información tienen del Canal?”, eran las preguntas lanzadas por los oficiales de migración.
“Nos intimidaron con las declaraciones, pero no nos golpearon. Les decíamos que no nos financia nadie, porque nos auto gestionamos”, recordó Ortiz. Pero la insistencia de los oficiales los llevó a las amenazas. “Si no hablan los vamos a llevar un lugar donde la van a pasar muy mal”, añadió Ortiz, de origen indígena.
Los cinco activistas varones fueron separados de Ana Laura Rodríguez, de nacionalidad argentina y la única mujer del grupo. Ella estuvo en un cuarto diferente al de los jóvenes, quienes aseguran que era “bastante insalubre”, y que tuvieron que limpiarlo.
La noche del sábado que llegaron a Migración no les dieron comida, hasta el domingo por la mañana. “Estábamos como en un albergue bastante sucio y solicitamos artículos de aseo personal”, aseguró Ortiz.
Pese a que los activistas demandaban conocer la razón de su encierro, las autoridades de Migración jamás se las dieron. Incluso los conminaron a firmar un papel y el espacio que decía la razón de la retención estaba vacío.
“Nos negamos a firmar los documentos, porque no sabíamos por qué estábamos detenidos. Ni la Policía Nacional ni Migración nos dijo algo”, sostuvo Ortiz, quien este lunes será trasladado junto a Rodríguez hacia San José, donde les prestarán atención.
Los sacaron a las 3:30
A eso de las 3:30 de la tarde, los oficiales de migración montaron a los mexicanos en un microbús. Luego, Ortiz y Rodríguez fueron subidos en una camioneta que iba escoltada con cuatro policías y cuatro oficiales migratorios.
“¿Dónde nos llevan?, le preguntamos. Y nos respondieron que cuando llegáramos nos íbamos a dar cuenta. Cuando reconocimos el camino nos dimos cuenta que nos llevaban a la frontera. Actuaban como con urgencia de sacarlos”, recordó Ortiz.
La única pertenencia que les entregaron fue el pasaporte. Fueron entregados a la Migración costarricense, y los oficiales nicas desaparecieron de inmediato.
“Es un total abuso de autoridad, porque no sabemos por qué los detuvieron, tampoco nos acusaron formalmente de algo… Nicaragua es un país lindo, pero las autoridades lo están haciendo pasar mal”, lamentó Ortiz.
Los mexicanos están en este momento en la embajada de México en Honduras, según informaron familiares.
