23 de junio 2017
Liseth Ramírez vive en el centro de Masaya. Combina su labor de docente universitaria con la de administradora de un negocio de comida. En su local trabajan su esposo y cinco personas, y desde hace un año todos tienen la orden de ahorrar agua potable.
Desde el primer día que comenzó su emprendimiento, la tubería de agua que instaló fue de PVC. Contrario a la forma habitual en que se encuentran los tubos en otros negocios, Liseth decidió que los suyos no podían estar enterrados. “Es que si los metía y había una fuga no me iba a dar cuenta”, argumenta.
Inicialmente las facturas de Enacal registraban costos de 450 córdobas mensuales. Luego en 2015 aumentaron a 700 y en 2016 la mayoría de recibos fueron de más de mil córdobas.
“Yo no gasto tanta agua, es un negocio de comida, pero tratamos en la medida de lo posible de ahorrar. Me presenté a Enacal a reclamar y emitieron una resolución diciendo que mi problema era por fuga. Eso es imposible, porque mi tubería es de PVC y no está enterrada, es decir, yo puedo ver que no hay escapes”, relata.
Liseth es una de tantas personas afectadas por la inesperada alza en los servicios de agua potable. Organizaciones como el Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor (CJSAC), catalogan este tipo de incrementos como ilegales, pues la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) no ha realizado ningún anuncio público explicando esta disposición.
Juan Carlos López, director del CJSAC, dijo en el programa televisivo Esta Noche, que Enacal realizó un ajuste en la tarifa de forma técnica y que no la adecuó al marco legal ni la solicitó al Instituto Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (INAA), que debe ser el primer ente que establezca cualquier ajuste, según la normativa del decreto para la fijación de tarifas de agua potable y alcantarillado.
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“La Ley 480, Ley General de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario, que establece el funcionamiento de Enacal, determina cómo la empresa va a establecer los pliegos tarifarios. Enacal realizó el último ajuste en el año 2009. Luego lo que ha hecho es aumentar el precio de una forma discrecional sin que las personas se estén dando cuenta”, explica el director del CJSAC.
Las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN), definen el precio del metro cúbico de agua en el año 2009 en un promedio de 8.15 córdobas. Hasta febrero de 2017, la media es de 12.17 córdobas.
Para el CJSAC los aumentos continúan siendo ilegales, pues Enacal no ha solicitado a INAA un ajuste tarifario. Tampoco consideran que las estadísticas del BCN sean apegadas a la realidad nacional, pues de ser así, los usuarios no reclamarían por los elevados costos en los recibos.
“La normativa establece cuatro categorías que son la tarifa de asentamiento, que es receptora de subsidio; tarifa residencial, que son lugares de mayor nivel económico; luego está la tarifa de generadores de subsidios y los generadores de subsidios de acuerdo con la institución pública o privada”, explicó López.
Ruth Selma Herrera, exdirectora de Enacal, explicó después de analizar varias facturas de Enacal, que la empresa ha estado usando varios mecanismos, entre los que están el duplicado del costo en la tarifa.
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“Yo percibo en varias facturas que he revisado, que han duplicado del año pasado para acá. Otro mecanismo es la reclasificación. Si mañana aparece una pulpería en cualquier domicilio, inmediatamente cambian a la tarifa comercial, que es tres veces más cara que la domiciliar. Esto es lo que está reventando a todos los pequeños negocios”, aseguró Herrera, quien agregó que esto sucede sin que exista notificación o inspección.
Alternativas frente al aumento
José Castro es habitante de Ciudad Sandino. También es otro afectado por el alza inesperada en la factura de agua potable. En 2014 pagaba por el servicio un total de 140 córdobas mensuales, sin embargo, en enero de 2016, el recibo aumentó hasta en 450 córdobas.
“El primer mes pensé que habíamos gastado mucha agua, y decidimos ahorrar. Si alguien iba al baño, ya no se bajaba la palanca, sino que se llevaba un balde para no abrir la llave del agua. El problema fue que en febrero, marzo y abril salió la misma cantidad y metí mis recibos a reclamo. Actualmente el proceso está hasta en la Corte Suprema de Justicia”, narró Castro.
El director del CJSAC explicó que las personas tienen dos vías para determinar cuál es el problema. La primera es revisar si existe alguna fuga o si es por mucho consumo.
Una recomendación vital es no dejar las llaves abiertas. Usualmente las personas que se quedan sin el servicio, abren el grifo para escuchar cuando el agua cae en las pilas o barriles. Esta acción provoca que el medidor, a pesar de no expulsar ningún líquido, comience a medir presión de aire.
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“Si el problema no es por consumo y está determinado por aumento de forma técnica, el ciudadano debe agotar la vía de reclamo por escrito a Enacal, que debe dar una respuesta en diez días, aunque generalmente se demoran de dos a tres meses. Si la resolución no es a favor, la persona debe ir a INAA y si persiste, puede recurrir a la Corte Suprema de Justicia”, especificó López.
Otra recomendación es que los ciudadanos lean su factura y cotejen con lo que marca el medidor. Para calcular la lectura actual de su dispositivo, se deben tomar los primeros cuatro números de la izquierda y restarlos con la del mes anterior. También es necesario descargar de la página del BCN el pliego tarifario.
“El usuario tiene que hacer conciencia y saber lo que está pagando. En el recibo se desglosa cuánto paga por el agua, cuántos metros cúbicos consumió, cuánto le cobraron por eso. Y si en el mes anterior o el año anterior le cobraron menos, debe reclamar”, agregó Herrera.
Enacal en riesgo
La Ley 480 indica que INAA puede verificar los costos operativos, las deficiencias que pueda tener Enacal por el tema de generación de bombeo o por distribución. Pero esto no se cumple y al final la mayoría de funciones recae en la empresa del agua.
Enacal se declaró insolvente en 2013, cuando el gobierno, a través del decreto 10-2013, ordenó al Ministerio de Hacienda y Crédito, pagar una deuda de 250 millones de córdobas con Unión Fenosa.
“Esto se ha prorrogado por los siguientes años. Enacal no está bien financieramente. Esto es una clara muestra de que la empresa no tiene la capacidad para que sus órganos operativos trabajen con eficiencia. Hace poco tuvo que pedir otro rescate millonario”, mencionó López, quien agregó que el tema debe ser abordado por el gobierno y crear un modelo de salvación, pues de no resolver esta situación podríamos padecer una crisis de agua en los próximos años y tener una factura tres veces mayor que la actual.
El pasado 23 de mayo, el gobierno autorizó la partida de 250 millones de córdobas por medio del acuerdo presidencial 65-2017, publicado en La Gaceta, Diario Oficial. El dinero se destinó a favor de la distribuidora eléctrica Disnorte-Dissur en concepto de pago de deudas por suministro de energía a Enacal.
La exdirectora de Enacal, Ruth Herrera, manifestó que además de la insolvencia, existe ineficiencia operativa y un desperdicio abundante de agua. “Vos no te podés dar el lujo de ir a reparar una fuga y tardar más de 24 horas. Más bien tienen que estar preocupados por asegurar que no vayamos perdiendo tanta agua para poderle dar a los usuarios”, afirmó.
Confidencial solicitó una entrevista con Enacal, pero no contestaron ninguna llamada. De igual forma intentamos comunicarnos con el área de comunicación de INAA, sin embargo, no obtuvimos respuesta.
Los expertos aseguran que la situación debe tratarse como una prioridad y crear planes en los que estén involucrados el gobierno, la empresa privada y los ciudadanos. Una opción podría ser la oportunidad que ofrece la Ley de Asocio Público Privado, que permitiría crear sociedades mixtas entre Estado y empresarios para salvaguardar el recurso agua.
“El tema de fondo, por encima del costo elevado en las facturas o de problemas de consumo, es la falta de información que tenemos respecto a cuánta agua queda disponible en los pozos que se están aprovechando. Estos pierden nivel con el tiempo. Sumado a esto, tenemos que no se han realizado obras para detener el agua y reservarla. Estamos sobreexplotando el manto y Enacal no está previendo de dónde nos va a dar agua en los próximos años”, finalizó la exdirectora de Enacal.