2 de mayo 2023
“No hay manera de formar un sindicato en este país” asegura el docente “Pedro”, quien fue despedido sin derecho a liquidación por haber pretendido organizar una agrupación independiente a la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (Anden), una organización sindical alineada al Frente Sandinista y responsable del control y vigilancia de los maestros en las escuelas de Nicaragua.
“Pedro” asegura que junto a un grupo de profesores cumplieron con todos los requisitos solicitados por el Ministerio del Trabajo (Mitrab) para crear el nuevo sindicato; sin embargo, la única respuesta que recibió a esta iniciativa fue su carta de despido. La iniciativa le surgió a "Pedro" ante lo que consideró como la falta de beligerancia de Anden en la lucha por los derechos laborales de los maestros.
En los años noventa, Anden lideró como un organización sindical en oposición a las administraciones liberales, protestas en demanda de mejoras salariales y condiciones laborales para el magisterio nacional. “Anden representó la esperanza del magisterio nacional” señala “Pedro”. Pero, todo cambió desde que Daniel Ortega regresó al poder en 2007. Poco a poco, los dirigentes sindicales olvidaron la lucha por los derechos de los docentes y se pusieron “a la orden de Daniel Ortega”. Para el profesor de generaciones, Anden representa actualmente “el silencio y la represión” que enfrentan los profesores en todo el país.
La mayoría de docentes no quisieran ser miembros del sindicato, pero continúan asociados por temor a ser despedidos o enfrentar algún otro tipo de represalias, señala el profesor "Pedro", quien mantiene comunicación con profesores activos en las diferentes modalidades escolares.
Los sindicatos sandinistas fueron utilizados como “fuerza de choque en contra los gobiernos neoliberales o democráticos”, apunta el exsindicalista y periodista Onofre Guevara en su columna del 25 de abril, publicada en CONFIDENCIAL.
Agrega que Daniel Ortega y Gustavo Porras, dirigente sindical y actual presidente de la Asamblea Nacional, planearon domesticar los sindicatos para que, una vez en el poder, contaran con “una fuerza sindical adormecida”. “Así el sindicalismo pasó de combativo, a domesticado”, asegura el columnista.
En efecto, los sindicatos que existen en todas las instituciones del Estado se han configurado como un brazo represor y de control gubernamental. Así lo siente “Carlos”, un trabajador sanitario, quien es parte de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud) por obligatoriedad.
“No es voluntario el decidir si querés o no querés formar parte del sindicato y efectivamente es un arma política, desde el momento en que se te exige participar en actividades políticas”, expresó.
Fetsalud funge como una “arma represora”, principalmente tras la Rebelión Cívica de 2018, porque a través del sindicato se ejecutó el despido de varios profesionales de la Salud que no tenían afinidad rojinegra. Asimismo, controlan las oficinas de Recursos Humanos, ya que en la práctica deciden quiénes entran o no al sistema de salud público. “Básicamente por medio de los secretarios políticos introducen a sus allegados, pero es el sindicato el que da la aprobación de quién trabaja o no”, expresó “Carlos”.
Sindicatos se lucran de trabajadores públicos
En el Ministerio de Educación (Mined) existen oficialmente cuatro sindicatos, todos alineados al sandinista Anden. La situación es similar en otras instituciones del Estado, donde únicamente dominan los sindicatos oficialistas, mientras el Mitrab bloquea cualquier iniciativa sindical independiente, apunta el profesor “Pedro”.
Los espacios en los que se acepta la organización sindical son en las empresas privadas, pero siempre y cuando haya afinidad por el oficialista Frente Sandinista. En las escuelas, quienes se atrevan a organizarse en una opción diferente a Anden, se exponen a un despido.
Además del control partidario, los sindicatos sandinistas cobran el 1% a sus afiliados, que es considerado como un “desvío de fondos” por parte de “Carlos”. En teoría, ese dinero debe ser utilizado para incentivar a los trabajadores afiliados, pero más bien, es destinado a la realización de actividades partidarias del Frente Sandinista y para lucro de los dirigentes sindicales.
En un reportaje publicado por CONFIDENCIAL en ocasión de este primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, la funcionara pública "Claudia" consideró que los dirigentes sindicales "dan asco y arrechura" porque se han lucrado de los trabajadores. "Nos han utilizado para sacar provecho. Hablan de los derechos del trabajador cuando ellos son dueños de tantas empresas, casas, tierras...", expresó.
Bajo la misma línea, “Luisa", una docente de secundaria, expresó que a Anden solamente les interesa recaudar las cuotas que le quitan a los docentes a través de nómina, lo que ha facilitado el enriquecimiento de la cúpula del sindicato.
Añadió que la organización se ha quedado callada ante los despidos masivos de profesores, traslados, abusos o amenazas contra maestros, médicos y cualquier trabajador del Estado que han expresado abiertamente su oposición al Gobierno.
“Anden ya no nos representa en lo absoluto”, apunta la docente, quien ha sufrido vigilancia, amenazas e intimidación por disentir del oficialismo.
“Que se diga que aquí en Nicaragua exista un sindicalismo libre es totalmente falso”, reafirma el docente “Pedro”. Más bien, lo que prevalece es “un terrorismo estatal en contra de los trabajadores”, que este lunes, Primero de Mayo, lo vivieron bajo amenazas, represión y temor de caer presos.
Sin embargo, en la burbuja de la dictadura, la realidad es otra. Rosario Murillo, vocera del régimen, envío el saludo del régimen orteguista en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores, reafirmando la supuesta dignidad del trabajador nicaragüense.
"Cuánto orgullo de ser trabajadores y de vivir estos tiempos cuando el trabajo y la paz nos llevan adelante, en fuerza de triunfo, hacia el 44/19 además, y siempre, siempre más allá. Estamos caminando por una existencia digna, verdadera, buena, alegre, comprometida, porque todos estamos comprometidos a avanzar, caminando juntos hacia tiempos de prosperidad", añadió Murillo en su monólogo de este 1 de Mayo.