4 de septiembre 2016
Pese a que el comandante Daniel Ortega evitó pronunciarse sobre la adquisición de armamento ruso con el que se ha reforzado el Ejército de Nicaragua, los tanques T72 B-1 que tanta polémica han despertado en la región, desfilaron este sábado en la conmemoración del 37 aniversario de dicha institución.
Los tanques (50 en total) que el Jefe del Ejército, Julio César Avilés, catalogó en agosto como una donación, -aunque la prensa rusa dijo que fueron una venta y el Gobierno de Rusia no esclarece-, no fueron mencionados en los discursos que pronunció el mandatario.
“Se habla de la donación pero no se habla de los casi 200 millones de dólares que costarían las cuatro patrulleras, las dos misileras y una flotilla al mínimo de cuatro o seis aviones de entrenamiento combate Jack 130. Los tanques T72 B-1 ya son prácticamente tanques de descarte”, explicó Roberto Cajina, experto en defensa y seguridad, en el programa de televisión Esta Semana que se transmite esta noche.
Según Cajina, igual que los tanques T 54 y T 55 adquiridos en la Unión Soviética durante los años ochenta, que no tuvieron ninguna utilidad en la estrategia de defensa del Ejército Popular Sandinista, los nuevos tanques tampoco calzan en el esquema de defensa nacional y cumplirán una función decorativa en los desfiles militares.
Lo que debería preocupar, indica, es que en el imaginario nicaragüense, por una tradición militar, este tipo de adquisiciones simbolizan poder. Sin que se sepa diferenciar, resalta, quién ejerce el poder y el poder que representan estas transacciones.
Además del mensaje interno, Cajina destacó la reacción de los países centroamericanos del llamado "Triángulo del norte". Se ha hablado incluso del temor a que la zona entre en una carrera armamentista, pues pese a que el Ejército de Nicaragua tiene un gasto miilitar menor, como porcentaje del gasto total del gobierno, es el que más lo ha incrementado desde 2007.
“El ministro de defensa de Guatemala acaba de anunciar, hace unos cuatro o cinco días, que va a pedir un incremento sustancial al presupuesto de defensa. Honduras tiene un proceso de militarización en la medida en la que está vinculado más a las tareas públicas. La donación de 30 millones de dólares que le hizo el gobierno de Barack Obama a gobierno de Guillermo Solís en Costa Rica, que no son medios ofensivos pero al final de cuenta son medios militares, independientemente que los use la fuerza pública de Costa Rica", recalcó Cajina.
Intereses no son ideológicos sino económicos
En los actos oficiales del aniversario del ejército, el comandante Ortega, acompañado de la primera dama Rosario Murillo, compareció con su "doble sombrero", como jefe supremo de la institución y candidato a la reelección del FSLN, con su esposa como fórmula electoral. La cercanía entre el Ejército y al FSLN ahora, asevera Cajina, ya no es un asunto de ideología sino de intereses económicos.
“Los intereses corporativos del Ejército representados por el Instituto de Previsión Social Militar, los intereses individuales de la cúpula militar, con los intereses del consorcio Ortega – Murillo por llamarlo de alguna manera”, resaltó el experto.
Según él mientras los intereses no se contradigan, el Ejército seguirá jugando un papel en el pierde su carácter autónomo como institución. Cajina citó un ejemplo para demostrar su punto:
Cuando en 2012 Nicaragua ganó a Colombia en la Corte Internacional de la Haya no se dispuso dinero para comprar equipos para vigilar y defender ese mar recuperado, pero sí en el Presupuesto General de la República se asignaron cuantiosos recursos para la construcción del nuevo Hospital Militar. Por eso, asevera, es válido afirmar que en Nicaragua no impera la soberanía nacional, sino la soberanía de los negocios, apuntó.
“Si el Hospital Militar tiene 75 mil afiliados, la gente debe saber que por cada afiliado que es atendido en el Hospital Militar el Ejército recibe 300 córdobas mensuales, vaya o no vaya (el asegurado) a consulta. Si multiplicás eso la cantidad que te da por mes es millonaria y más si lo multiplicás por los 12 meses del año”, aseguró Cajina.
Que los altos mandos del Ejército permanezcan activos (pues se amplió el tiempo en servicio y el tope de la edad en retiro) se debe a que hay un interés por preservar a los “fundadores, que ya son poquísimos, que quedan en el Ejército, de tal manera que se pueda garantizar la lealtad política, vinculada con los intereses comerciales y económicos para el proyecto político de Ortega”, explicó.
En la celebración oficial del Ejército también fue presentada la titular de defensa Marta Río. Según Cajina, el Ministerio de Defensa Civil es casi decorativo, porque no se han establecido que el titular de él aparezca en algún eslabón de la cadena de mando donde sí figuran el Presidente de la República y el Jefe del Ejército.
Este dos de septiembre, el jefe del Ejército, general Julio César Avilés, cumplió seis años al frente de la instución en virtud de la reforma al Código Militar, promovida por Ortega, que eliminó el plazo de cinco años en el cargo para pasar a retiro.
Ahora, tanto el general Avilés como los otros generales pueden quedarse indefinidamente en el cargo, explicó Cajina, lo cual representa un "tapón" que ya está impidiendo el ascenso de otros oficiales de acuerdo al escalafón militar
Las elecciones y el mensaje de Humberto
El viernes Daniel Ortega, presidente y candidato en los comicios de noviembre, destacó el rol que el Ejército juega en la distribución, seguridad y transporte del material electoral y del personal necesario para echar a andar las elecciones.
“Estamos seguros de que este proceso electoral, tal y como se viene llevando, se va a culminar también en paz, sin confrontaciones, sin violencia, sino que en paz, definiéndose a final de cuentas con el voto”, dijo Ortega.
Ese mismo día, su hermano y ex jefe del Ejército, Humberto Ortega, publicó en un campo pagado en los diarios un texto en el que desestima que en Nicaragua haya una dictadura o dinastía. Lo que sucede, explica Ortega, es que “reaparece el estilo personalista-familiar en la presidencia, diferente a una dinastía que nadie proclama y es inviable”.
En el mismo espacio justificó el nuevo armamento del Ejército asegurando que esto cabe dentro del “balance razonable de fuerzas”.
Para Roberto Cajina, investigador y experto en temas de seguridad, el mensaje prueba que “Humberto se ha acomodado un poco al régimen de su hermano Daniel, no entra en contradicciones políticas con Daniel, le maquilla dictadura o dinastía por personalista, que las diferencias son como entre el brazo y la muñeca, dónde está uno y dónde comienza el otro”, concluyó.