13 de septiembre 2021
Nicaragua se encamina a lamentar más muertes provocadas por la pandemia del coronavirus. “Vamos a esperar un incremento más significativo en la mortalidad”, advierte el epidemiólogo Álvaro Ramírez, tras asegurar que mientras no se detengan las aglomeraciones o se promueva una cuarentena para reducir el nivel de circulación comunitaria del virus, los contagios tampoco disminuirán.
Al menos 329 personas fallecieron bajo sospecha de covid-19 durante la última semana, señaló el independiente Observatorio Ciudadano. La cifra es la segunda más alta desde el 26 de mayo pasado, cuando se registraron 351 muertes.
El doctor Ramírez, especialista con más de 30 años de experiencia radicado en Irlanda, explicó en entrevista en el programa Esta Semana que en el país se subestimó el impacto de la pandemia, pensando que “iba a ser igual que un catarrito, que una gripe normal”. Explicó que después de año y medio de la circulación del virus y de la aparición de variantes que se caracterizan por ser más agresivas, como la delta, es notorio que la covid-19 puede provocar mayor daño pulmonar y manifestaciones gastrointestinales, y que cuando estos dos síntomas se combinan, la mortalidad es mucho mayor. A esto hay que agregarle el riesgo de la infección llamada hongo negro, sobre todo, en los pacientes diabéticos, dijo.
“Hay que hacer cuarentena voluntaria”
“La situación del nicaragüense es muy crítica en este momento en todo el país y hay que estar en alerta, y hay que hacer un llamado urgente a que todos los nicaragüenses nos quedemos en casa, hay que hacer una cuarentena voluntaria porque es la única manera que podemos reducir la circulación de este virus, y que podemos prevenir el impacto de mortalidad tan grande que se nos viene encima (…)”, expresó el también exdirector de epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa).
El repunte que vive el país ha sido calificado como “peor” que la primera ola de contagio en 2020, según médicos independientes y fuentes de hospitales públicos. El incremento acelerado de casos obligó a que el Hospital Alemán Nicaragüense se convirtiera en el primer nosocomio de atención exclusiva de casos covid-19, mientras la capacidad de los principales hospitales del país continúa bajo presión.
Fuentes médicas confirmaron a CONFIDENCIAL que el promedio de fallecidos por la pandemia en el hospital Alemán ha escalado a 22 personas por día. En el hospital San Juan de Dios, en Estelí, fuentes estiman que solo en agosto murieron por covid-19 entre 150 y 200 pacientes.
Los hospitales están saturados y para atender la demanda de pacientes han ampliado las “salas covid-19, reportaron fuentes sanitarias”. Sin embargo, esa realidad sigue siendo negada por el Ministerio de Salud (Minsa), que tampoco se ha pronunciado sobre el fallecimiento de embarazadas y jóvenes contagiados por el virus.
Una población joven sin vacunarse contra la covid-19
Ramírez explica que las nuevas variantes del SARS-CoV-2 afectan a grupos poblacionales más jóvenes. En Nicaragua, aunque el Minsa aseguró que aún no se ha detectado la presencia de ninguna de estas, la posible circulación de las mismas encontró a una población sin vacunarse, que se complica fácilmente y tiene mayores riesgos de morir, dijo.
En otros países donde la inmunización contra la pandemia ha avanzado más rápido, lo que se observa es que entre un 20% y 30% de los infectados están vacunados, por lo que estas personas se complican menos y tienen menor riesgo de fallecer, que es el objetivo de las vacunas. “En Nicaragua, como no se ha hecho nada, la tasa de vacunación es menor del 3% de la población, entonces podemos ver que el impacto de la mortalidad es muy alto, aunque traten de tapar el sol con un dedo”, criticó el epidemiólogo.
El pasado 9 de septiembre, el presidente Daniel Ortega se olvidó de la promesa de vacunar al 70% de los nicaragüenses, que es la meta internacional requerida por país para lograr la protección de toda la población contra la covid-19, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). El mandatario aseguró que el modelo de vacunación contra la covid-19 que se implementa en el país solo cubrirá a 2.8 millones de personas, las mayores de 30 años, que representan el 32% de la población total.
“El modelo que hemos venido implementando es de los 30 años para arriba, 2 800 000 ciudadanos, de estos ya han sido vacunados 523 557, eso corresponde al 18.6% de esa meta de ciudadanos”, afirmó Ortega, sin explicar por qué se ha excluido-por lo menos por ahora- al grupo poblacional menor de 30 años, que precisamente está siendo golpeado por el rebrote de la pandemia.
Al respecto, Ramírez considera que esta medida deja por fuera a un grupo de población vulnerable porque se ha demostrado que con la variante delta todos los grupos de edades están en riesgo de infectarse. “Buscar un artificio numérico para decir que están logrando mejores metas es simplemente una falsedad política, que en este momento la necesitan”, cuestionó Ramírez.
A la vez, señaló que las medidas del Gobierno con respecto a la vacunación muestran la “falta de voluntad política de proteger a la población nicaragüense y las consecuencias de la inoperancia”.
Se requieren entre ocho y diez millones de vacunas para proteger a toda la población, y por lo menos, de tres a seis millones para cumplir la nueva meta de Ortega, indicó Ramírez, pero como aún no las tienen, “no hay forma que esa meta sea alcanzada”, consideró.
Hasta ahora, a Nicaragua han llegado un poco más de 1.4 millones de vacunas. La cantidad exacta se desconoce porque el Gobierno no informó el número de dosis que llegaron en el cuarto lote de Sputnik V.
Para el epidemiólogo, la vacunación no se debe desarrollar en los hospitales, sino en los centros y puestos de salud, como parte de la atención primaria y sin aglomeraciones.
El médico recordó que cumplir con las medidas de prevención es clave ante el rebrote que atraviesa el país e insistió en “no asistir a las aglomeraciones, quedarnos en casa, prevenir la infección”. Si bien es cierto la vacuna reduce los riesgos de enfermar de forma grave y morir, no protege a la persona para que no se infecte del virus, expresó.