30 de septiembre 2018
La detención de Miriam Socorro Matus, de 78 años de edad, mejor conocida como "doña Coquito", indignó a los nicaragüenses que a través de las redes sociales observaron cómo un grupo de policías la montó de forma violenta a una patrulla, cuando la mañana de este domingo participaba junto a otros nicaragüenses en una concentración cerca del Mercado Iván Montenegro, en Managua.
Junto con "doña Coquito" también fueron detenidas otras dos mujeres, incluyendo a una que vestía un traje folclórico y fue identificada como "doña Flor". Un par de horas después, la Policía liberó a la anciana que se ha convertido en un rostro simbólico de las protestas en Nicaragua, después de que en mayo pasado obsequió su venta de bolsas con agua helada durante una de las primeras manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La detención, además, ocurre dos días después de que la Policía Nacional emitió una nota de prensa declarando ilegales las manifestaciones contra el Gobierno, que las tilda de violentas, aunque su disposición atenta contra los derechos constitucionales a la movilización y la reunión pacífica de los ciudadanos, y ha sido criticada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
Matus fue trasladada al Distrito VII de la Policía Nacional y luego a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como El Chipote, donde el régimen ha encarcelado a cientos de presos políticos que en su mayoría ya han sido trasladados a cárceles del Sistema Penitenciario Nacional, incluso sin tener una condena fija.
"No me maltrataron en El Chipote, pero si los (policías) que me montaron a la camioneta... me dijeron que estaban manipulando, yo les respondí que no", aseguró Matus a Confidencial en su casa de habitación, tras ser liberada.
La mañana del domingo, decenas de patrullas policiales y camionetas Hilux rodearon a un grupo de 25 a 30 ciudadanos que pretendían participar en una marcha más de repudio al régimen, cerca del Mercado Iván Montenegro.
Matus estaba en ese grupo, que esperaba la llegada de más ciudadanos para manifestarse en este sector de la capital.
La noticia, repetida por los canales de televisión, enardeció a los ciudadanos que se expresaron a través de las redes sociales, condenando la actuación represiva de un cuerpo como la Policía Nacional, llamado a proteger a los habitantes, y a garantizar el libre ejercicio de sus derechos constitucionales.
En Twitter, el fotógrafo Jorge Mejía reclamó: “A esto le tiene miedo la Dictadura. Más de 20 policías violadores de los DDHH han apresado a estas dos señoras en este momento. Que impotencia. Asco. Dictadura No. Cobardes, violentos”, ilustrando la entrada con fotos de doña Coquito y doña Flor.
A esto le tiene miedo la Dictadura. Más de 20 policias violadores de los ddhh han apresado a estas dos señoras en este momento. Que impotencia. Asco. Dictadura No. #SOSNicaragua #Nicaragua Cobardes, violentos. pic.twitter.com/jdFj6IVXOx
— Jorge Mejía Peralta (@jmejiap) 30 de septiembre de 2018
En otra entrada, el mismo usuario dice “Doña Flor. Secuestrada hoy por el brazo armado de la Dictadura. Su delito, bailar con un huipil azul y blanco en las marchas”.
El abogado y exdiputado liberal, Eliseo Núñez, escribió “actúan con un odio visceral incomprensible, renuncian a su condición de humanos cuando hacen eso”.
Actúan con un odio viceral incomprensible, renuncian a su condición de humanos cuando hacen eso. https://t.co/9EMwKkoQZx
— Eliseo Fabio Nunez M (@eliseonunez) 30 de septiembre de 2018
La noticia también despertó la indignación de periodistas que trabajan para medios nacionales y extranjeros, como Tifani Roberts, que se preguntó “¿para qué quiere la Policía Nacional a una anciana de 80 años?”.
Y para que quiere la Policia Nacional a una anciana de 80 años? #SOSNicaragua
— Tifani Roberts (@TifaniRoberts) 30 de septiembre de 2018
Igualmente, la periodista Amalia del Cid, del diario La Prensa, refirió que “Estaba asustada cuando vi las primeras imágenes de una viejita siendo tratada como el peor de los delincuentes por el ‘crimen’ de ir a una marcha; pero entonces recordé que fueron capaces de quemar viva a una familia entera, bebés incluidos”, en alusión a la familia de Óscar Pavón, que fue quemada viva en el barrio Carlos Marx, en junio pasado.