7 de abril 2020
Con más de 330 000 casos positivos y más de 10 000 fallecidos, Estados Unidos se ha convertido en el principal foco de la pandemia del coronavirus, que fue detectado en la provincia de Wuhan en China en diciembre del año pasado, y ya ha provocado mas de 1 200 000 contagios y más de 70 000 muertos en todo el mundo.
En Estados Unidos, el Covid-19 era considerado como un virus “importado” hasta que el 26 de febrero se detectó en el condado de Solano, en el norte de California, el primer caso de “contagio comunitario”, que fue diagnosticado en el hospital de la Universidad de California en Davis. El hallazgo quedó registrado en un ensayo científico titulado “Un caso de transmisión comunitaria del síndrome de aflicción respiratoria severa debido al SARS CoV2 en Estados Unidos”, que diez médicos de la facultad de medicina de UC Davis publicaron la revista especializada Clinical Infectious Diseases
La Médico de Familia nicaragüense, Sonia Acevedo Espinoza, explicó en el programa televisivo Esta Semana, en una entrevista por Skype, cómo este caso cambió los protocolos existentes hasta ese momento en Estados Unidos para detectar el coronavirus y practicar los test a los pacientes sospechosos del virus.
Graduada de medicina en la UNAN-León, la doctora Acevedo hizo su residencia en Medicina Familiar en la Universidad de Wisconsin en Madison y cursó una maestría en Ciencias de Salud Pública en la Universidad de Missouri. Desde enero del 2016 trabaja como Médico Familiar en la Universidad de California en Davis, una ciudad universitaria ubicada en el norte del estado, donde entró en contacto con los pacientes del coronavirus.
“En enero, cuando comenzamos a escuchar sobre el Covid-19 en China, no sabíamos mucho sobre el virus, venían los pacientes y cometíamos el error de decirles que no se preocuparan, que lo más importante era concentrarse en prevenir la influenza --que desde octubre 2019 hasta marzo de este año ha matado a 63 mil norteamericanos--”, relata la doctora Acevedo.
A medida que avanzaban los días, los doctores entendieron que el covid-19 merecía mayor atención que la influenza. El principal hallazgo que los llevó a esta conclusión fue conocer la mortalidad del virus que, de acuerdo a Acevedo Espinoza, era diez veces más alta que la primera. “Nos preguntamos ‘¿qué vamos a hacer con un virus para el que no tenemos vacuna, medicamentos y es diez veces más mortal que la influenza’. Nosotros nos asustamos”, confió la doctora de 41 años, originaria de Managua.
En esta entrevista, además de relatar su experiencia como Médico de Familia en la prevención del coronavirus en Davis, California, Acevedo también se refiere a los retos que enfrenta Nicaragua para prevenir el coronavirus, ante la falta de acción y liderazgo del sector público. “El mensaje que quiero que quede claro es que esto no es una gripe, no es una influenza, esto es grave, muy serio y se va a necesitar que todos apoyen y ayuden. No hay tiempo para esperar si el Gobierno quiere o no adoptar estas medidas de aislamiento”, aconsejó la doctora Acevedo.
¿Cuál era el protocolo que se utilizaba en California para las personas sospechosas que podían padecer el coronavirus? ¿Se podían practicar exámenes o era considerado solo un virus “importado”?
Esa fue una de las frustraciones más grandes a nivel de la atención primaria y la consulta externa porque cuando tuve a varios pacientes que vinieron, que tenían fiebre alta, que tenían todos los síntomas, les hacía la prueba de la influenza y salía negativa. Todo salió negativo. Desafortunadamente, los protocolos en ese momento eran que, si no había viajado a China o a países donde había casos (de coronavirus), no podíamos hacer la prueba covid-19, entonces el paciente regresaba a la comunidad, no podíamos hacer la prevención de su contacto y tampoco ponerlo en cuarentena. Así hubo varios.
El primer caso en el país que se pudo diagnosticar que era de contagio comunitario se dio en el hospital (de Davis, el 26 de febrero) y se tuvo que pelear por el derecho de hacer esa prueba. La paciente era relativamente joven, sin ninguna enfermedad crónica o factor de riesgo. Llegó al hospital, la tuvieron que entubar por qué tuvo fallo respiratorio, le pusieron antibiótico y no mejoraba, le hacían todas las pruebas y todo salió negativo y se tuvo que pelear para que Atlanta (el Centers for Disease Control CDC) permitiera a los médicos hacer la prueba. Cuando al final se pudo hacer, se confirmó que la paciente sí tenía Covid-19.
¿A partir de este caso qué decisión tomaron las autoridades sanitarias de Estados Unidos?
Esto cambió todos los protocolos en Estados Unidos porque ya sabíamos que el virus estaba en la comunidad. Esta paciente no había tenido contacto con nadie que hubiera viajado. Ya sabíamos que teníamos que cambiar la forma en que estábamos pensando del virus, no podíamos hablar de contención. Cambiamos a la fase de mitigación, sin embargo, el problema que todavía tenemos es con las pruebas. Hasta este momento no tenemos el equipo para hacerlas, entonces, aunque ya no tenemos el requisito de que tiene que haber viajado, igual no le podemos hacer la prueba a todos los pacientes que creemos que tienen el virus.
¿Cuántas pruebas en promedio hace un laboratorio en un hospital en California?
Las estamos haciendo en pacientes que están en grado suficiente para estar hospitalizados, que son de alto riesgo, porque no tenemos el material para hacerlo a todo el mundo. Un laboratorio está haciendo como 160 pruebas. Es bien difícil que la gente entienda que se necesita al personal adecuado para hacer las pruebas. El Estado informó que se han hecho 92 500 pruebas, pero hay 59 500 pruebas de las que todavía no tenemos los resultados, no se han procesado, entonces no podemos seguir mandando más pruebas al laboratorio porque existe este atraso.
Los datos del estado de California registraban más de 15 000 casos positivos y 350 muertes, vos decías que se han hecho más de 90 000 pruebas, pero faltan muchas por analizar. ¿Está California mejor preparado que otros Gobiernos en Estados Unidos?
Creo que sí, nuestro Gobernador tomó una excelente decisión de dar la orden de cerrar todo lo que no fuera esencial desde el 19 de marzo, entonces cerraron todos los colegios, centros de recreación, los salones, hasta Disney cerró aquí. Lo único que está abierto son los súper y las clínicas médicas y hospitales. Hay algunos restaurantes que están abiertos, pero sólo para comida para llevar.
¿Cuándo se espera el momento pico de la pandemia en el estado de California y cuáles son las proyecciones?
El 26 de abril sería el pico de la pandemia. Según las proyecciones vamos a tener suficientes camas en cuidados intensivos. Se están haciendo todos los planes para usar diferentes edificios como hospitales alternativos. En Los Ángeles ya vino un barco del Ejército, todavía estamos batallando un poco porque no sabemos si vamos a tener suficientes respiradores, pero sí estamos mejor que muchos estados, por ejemplo, en Nueva York, los números asustan y las condiciones están muy graves.
En Nicaragua hay miedo e incertidumbre entre los médicos y el personal de salud en hospitales, porque no exsten apropiadas medidas de protección. ¿En tu caso y tus colegas, qué tipo de medidas adoptan para la protección de tu salud y del personal médico?
La falta de equipo de protección es algo que todos estamos sufriendo, no hay suficientes máscaras, no hay suficientes batas. Una cosa que estamos haciendo es que hemos minimizado el contacto físico con el paciente, por ejemplo, casi todas las visitas las hacemos por video, a la mayoría no los estamos viendo en persona. Si el paciente necesita que le hagamos las pruebas, se coordina para que todos vengan a la misma hora, se les hace la prueba en su carro y así también minimizamos cuántas máscaras se tienen que usar porque hay mucho temor de que nos vamos a quedar sin máscaras antes de que llegue la fecha pico.
¿El personal médico no va a buscar a los eventuales contagiados por la enfermedad?
Absolutamente no, no queremos tener contacto físico, tiene que ser lo mínimo posible. Hemos cambiado la forma que practicamos medicina. El 100% casi de todas las visitas en la consulta externa son por teléfono o video llamada.
En Nicaragua hay una actitud negligente de parte de las autoridades ante el coronavirus, al grado de que el presidente del Parlamento, Gustavo Porras, que también es médico, dice que no hay motivo para alarmarse por algunos “casos esporádicos” de Covid-19. Y más bien han sido las familias, las organizaciones de la sociedad civil, las iglesias, los gremios empresariales, quienes que lideran las acciones de prevención. ¿Qué le dirías a tus colegas en Nicaragua y al Gobierno?
Lo primero es que tienen una gran ventaja. Ahora ya tenemos más conocimientos sobre el virus. Al existir casos positivos en Nicaragua, hay que practicar todas estas medidas de aislamiento. No hay tiempo para esperar si el Gobierno quiere o no adoptar estas medidas.
Esto no es una gripe, esto no es una influenza, esto es grave, y se va a necesitar que todos apoyen y ayuden. Sé que hay falta de confianza del pueblo nicaragüense con el personal de salud, pero cuando llegue el coronavirus y vean en carne propia la magnitud de este problema, vamos a necesitar de todos los médicos, entonces hay que trabajar juntos. El pico para Nicaragua creo que todavía está varias semanas adelante, creo que cuando llegue quizás ya tenemos medicamentos también, pero mientras tanto les ruego por favor que lo que más necesitamos es que se queden en su casa.
Hay un debate en Nicaraguas sobre por qué no se han pruebas masivas de Covid-19, como lo están demandando algunos científicos. El Gobierno no ha dado una información transparente sobre las pruebas que han realizado. Ellos dicen que han hecho de 100 a 200. ¿Esta cifra qué impresión te provoca?
Para poder controlar el virus necesitamos hacer pruebas masivas, por ejemplo, el país que realmente ha podido cambiar la curva ha sido Corea del Sur y la diferencia está en las pruebas masivas, pero como decía antes, si ya hay un caso en Nicaragua, no tenemos tiempo para estar hablando de que si el Gobierno aprueba o no esto. Aquí tampoco tenemos pruebas como nos gustaría tener. Ya es muy tarde para estar hablando de muchas de estas cosas, hay que quedarse en su casa y si hay pruebas para los pacientes graves se hacen, pero si no, hay que asumir que cualquier persona con fiebre y gripe es Covis-19 hasta que se compruebe lo contrario.
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