19 de enero 2019
El Gobierno de Nicaragua envió una “enérgica protesta” a Costa Rica por acoger en su territorio a una presunta banda de delincuentes que habría asesinado a cuatro policías. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad Pública costarricense ha negado que su territorio sea utilizado para atacar a algún país vecino.
“El Gobierno de la República de Nicaragua presenta su más enérgica protesta al Gobierno de la República de Costa Rica y llama a adoptar las medidas correspondientes para que tales hechos criminales no se sigan repitiendo”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense en una nota divulgada este sábado por el portal gubernamental "El 19".
Al menos cuatro policías, entre ellos una mujer, fallecieron el jueves pasado tras ser atacados por una presunta banda de delincuentes en la comarca San Ramón, del municipio nicaragüense de San Carlos, departamento de Río San Juan, fronterizo con Costa Rica, según la Policía Nacional.
Los agentes del orden patrullaban la zona, en el sur de Nicaragua, en una camioneta cuando fueron atacados “cobardemente con armas de fuego por la agrupación delincuencial conocida como Banda el Jobo, que comete delitos de asalto, narcotráfico y robo de ganado, desde su base en Costa Rica”, señaló la Policía Nacional en un comunicado.
La Cancillería de Nicaragua sostuvo que esa banda, de la que no identifican a sus integrantes, tiene su base de operaciones en territorio costarricense, “desde donde penetra a territorio nicaragüense a realizar sus prácticas terroristas de crimen organizado”.
Desmentido desde Costa Rica
El Gobierno del presidente Daniel Ortega recordó al de Costa Rica “la obligación que tiene de que en su territorio no se permita la organización y permanencia de bandas delincuenciales armadas que incursionan en territorio nicaragüense para cometer delitos de asesinato, crimen organizado, narcotráfico, asalto y robo de ganado”.
El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica desmintió el viernes que su territorio sea utilizado para atacar a algún país vecino. En un comunicado de prensa, la institución aclaró que sus policías mantienen un monitoreo en la frontera norte del país y que “en ningún momento, hemos detectado que nuestro territorio esté siendo utilizado para la operación de algún grupo criminal que esté atacando a países vecinos”.
“Sobre el incidente fuera de nuestras fronteras queremos destacar que tomamos conocimiento desde fuentes informales, no es nada oficial”, afirmó en unas declaraciones a los medios el director de la Policía de Fronteras, Allan Obando.
El Ministerio costarricense también reafirmó su “compromiso de no permitir ningún tipo de agresión de esa naturaleza contra ninguno de los países limítrofes”, cita el boletín.