15 de septiembre 2023
El ascenso de diecinueve comisionadas generales y la instalación de las “cojefaturas” dentro la Policía Nacional es parte de una estrategia de la dictadura sandinista para comprometer a las mujeres policías a “reprimir más”. A la par, según feministas y expertos en seguridad, “calman el descontento” dentro de las filas policiales, “pagan lealtades” y posicionan a Rosario Murillo como “defensora de los derechos de las mujeres”.
“Quieren aparentar que hay una política de equidad de género, pero los ascensos en grados de mujeres no significan que tengan más autoridad o que desempeñen cargos de mayor responsabilidad”, opina un experto en temas de seguridad que pidió omitir su nombre.
Explica que “las nuevas cojefaturas son un artificio de propaganda porque en la estructura jerárquica de la Policía, una unidad ya sea municipal, departamental o de alguna especialidad, no puede tener dos jefes o dos mandos”.
“Lo que está haciendo Ortega es incriminando a las mujeres como represoras, comprometiéndolas”, agrega.
Ortega aprovechó el 44 aniversario de la Policía Nacional para ascender a 19 mujeres como comisionadas generales. Las nombró como “cojefas” —un cargo que no existía— de 19 delegaciones departamentales y de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote.
“No creo que a nivel mundial exista otro país donde la Policía tenga establecido ese tipo de ordenamiento”, celebró Ortega.
Promueven a oficiales “leales a su régimen”
Sólo una de las 20 comisionadas nombradas “cojefa”, Martha Ligia Solórzano, ya ocupaba este rango en la delegación de Boaco, desde septiembre de 2022.
Además, Ortega nombró a otras tres mujeres como jefas de contingencia del Sistema Penitenciario de León, Matagalpa y Managua. Ellas fueron Miurel Hernández Velásquez, Betty Mercado García y Pamela Guerrero López. Todas ya ocupaban cargos en estas cárceles.
El analista Eliseo Núñez opina que, con estos nombramientos, Ortega coloca “a mujeres reprimir, porque sabe que ellas son uno de los componentes más beligerantes”.
“Quiere poner a reprimir a mujeres para no asumir el costo de poner oficiales varones a golpear a opositoras”, comenta en una entrevista con el programa Esta Noche.
La feminista María Teresa Blandón considera que el ascenso de estas mujeres, disfrazado como equidad de género, no es más que una “patraña”, ya que solo promueven a oficiales “que han sido leales a su régimen”.
Tanto hombres como mujeres, afirma, “van a tener que pagar esos ascensos con más disciplina, más sometimiento, con más lealtad y, por ende, más violencia”.
Ortega justifica la violencia de mujeres policías
En el acto policial, Ortega reconoció que todas las comisionadas ascendidas participaron activamente en la represión de 2018.
“Se enfrentaron a los terroristas de abril, sin vacilar, y se han mantenido ahí con un trabajo abnegado”, dijo orgulloso el dictador.
Adelantó que los opositores —a quienes tildó de “golpistas” y “vendepatrias”— iban a “vociferar en contra del nombramiento (de las comisionadas)”. Ante esta situación, advirtió que más les dolera “cuando estas compañeras mujeres, si insisten en sus actos de terrorismo, los capturen y los agarren del pelo ahí donde andan tratando de sembrar el terror”.
Para Núñez, que “Ortega diga eso implica que él justifica cualquier tipo de violencia. La agresión física no es el papel de la autoridad”.
Falso discurso género con mujeres policías
Ortega aseguró que crearon más de un centenar de Comisarías de la Mujer, lo que para Blandón no reduce los niveles de violencia machista.
Entre enero de 2018 y agosto de 2023 fueron asesinadas unas 392 mujeres y otras 513 sobrevivieron a intentos de femicidio, según datos del observatorio Voces.
La dictadura ha ordenado el cierre de más de 315 oenegés que se dedicaban a la promoción de los derechos de las mujeres, según detalló el último informe del Alto Comisionado de la Naciones Unidas. Muchas de las organizaciones brindaban acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia e incluso tenían albergues donde estas se refugiaban.
Blandón enfatiza que en Nicaragua no se puede hablar de equidad de género porque las mujeres “pagan un alto costo” por la pobreza y falta de políticas que atiendan sus necesidades.
“En realidad no hay una política de género detrás, es una fachada, una simulación”, reitera el experto en seguridad. Señala que la dictadura es “profundamente machista y patriarcal”. Esto se aprecia “en los niveles de desprotección y negación para el ejercicio de los derechos de las mujeres”.
La feminista opina que Murillo no necesita de estos ascensos para ganar poder, pero los usa para “presentarse como una defensora de los derechos de las mujeres”.
Comisionadas profesan lealtad a Ortega y Murillo
Tras el nombramiento, las nuevas comisionadas generales reiteraron su fidelidad a la dictadura. Beatriz Teodora Narváez Pereira, “cojefa” de la delegación de Granada, dijo en entrevista con Canal 4: “nosotros como Policía nos debemos a tener una lealtad, el empoderamiento con la institución policial y con el jefe supremo (Daniel Ortega)”.
Para Narváez, “2018 marcó un antes y un después”, por lo que “ahora nosotros tenemos que estar un poquito más comprometidos y comprometidas”.
La comisionada general María Magdalena Bucardo Pastora, “cojefa” de la delegación del Triángulo Minero, ratificó su lealtad a Ortega y Murillo. “La equidad de género no es un discurso, es una realidad”, dijo.