5 de septiembre 2022
Familiares de cuatro de los 27 presos políticos que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantienen secuestrados en las celdas de El Chipote, manifestaron su estupor, frustración, preocupación y dolor, al recibir las ‘pruebas de vida’ que ofreció la dictadura que gobierna Nicaragua.
La semana pasada, los reos de conciencia fueron llevados a unas ilegales ‘audiencias informativas’, que fueron transmitidas por los medios propiedad de la familia gobernante, y sirvieron para constatar el deterioro físico que sufren los reos que fueron exhibidos.
El programa Esta Semana, que solo se transmite en línea por causa de la censura impuesta por el régimen Ortega-Murillo, habló con Renata Holmann, hija del gerente general del diario La Prensa, Juan Lorenzo Holmann; con Ramón Mendoza, hermano del periodista Miguel Mendoza, así como con Alfredo Mairena y Kélner Mena, hermano e hijo respectivamente, de los dirigentes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, para conocer sus impresiones después de haber visto las imágenes.
A la par del dolor ante la injusticia que sufren sus familiares —así como el resto de rehenes de la dictadura— las reacciones de los cuatro es de preocupación, ante el evidente deterioro físico y de la salud de todos los exhibidos, lo que los llevó a demandar la liberación de todos, convencidos de que no han cometido ningún delito por el que tengan que estar presos.
Como lo expresa Mairena, “nuestros familiares, nuestros amigos y todos los presos políticos no tienen por qué estar presos, si no han cometido ningún delito. Si aquí alguien ha cometido delito es la dictadura. Son los dictadores y sus cómplices los que tienen que estar presos, porque no es solo el dictador, sino la Policía, el sistema judicial… todos están involucrados para perpetuarse en el poder a costa de la sangre y del dolor del pueblo”.
Juan Lorenzo Holmann sigue comprometido con Nicaragua
Renata Holmann, hija de Juan Lorenzo Holmann, relata que la última vez que lo vio en persona fue en marzo de 2021, cuando él viajó a Estados Unidos para hacerse un chequeo médico y una cirugía de corazón, y que la última vez que habló con él, fue un día antes de la toma de las instalaciones de La Prensa, el 13 de agosto del 2021… hasta que vio las fotos que publicaron los medios oficialistas.
Dice que no lo reconoció al verlo tan deteriorado, tan delgado, débil y convaleciente, siendo que él es alguien que siempre se ve fuerte. Ver esa imagen, le hizo sentir que “tenía el corazón partido, encogido”, al punto que le cuesta mucho poner en palabras los sentimientos que experimentó, pero el shock, la tristeza, rabia e impotencia, al ver esa injusticia, se convirtieron en orgullo, al ver que su papá “es el de siempre: una persona que está firme y comprometida con Nicaragua, a pesar de los abusos que ha vivido”.
La hija del empresario demandó la libertad de todos los presos políticos que hay en el país. “Mientras se les garantiza ese derecho, pido que se respeten las ‘Reglas Nelson Mandela’; y que se les dé la comida que necesitan para subsistir, y si el Gobierno no puede proveer, que dejen que los familiares la podamos llevar; que les dejen ver a sus abogados, y a su médico, para que los evalúen y les den tratamiento para sus padecimientos de antes y de ahora”.
Medardo Mairena casi está ‘desapareciendo’
El dirigente campesino y preso político, Medardo Mairena, en los Juzgados de Managua. Foto: Tomada de Diario BarricadaAlfredo Mairena refiere que él tampoco reconoció a su hermano Medardo, al que considera que “prácticamente lo está matando la dictadura”, en este, su segundo encierro. Siente que el líder campesino está viviendo “en condiciones inhumanas”, y que casi “está desapareciendo. Yo era flaquito al lado de él, y creo que ahora él está más delgado que yo. No hay palabras para describir las reacciones y las impresiones que tenemos como familia al verlo en su estado físico actual”, aseguró.
La familia está preocupada porque no conocen los planes de la dictadura, temiendo que sea “dejar morir a todos los presos políticos, y no sería nuevo, porque ya ha habido presos políticos que han fallecido estando en manos de esta dictadura”. De ahí que les preocupe la falta de atención médica, y de una alimentación adecuada, como lo evidencia el deterioro físico de su hermano Medardo, y resto de presos políticos.
Lo único que les tranquiliza es que los reos se mantienen firmes en sus convicciones, en su lucha por la libertad de Nicaragua, y que a pesar del sufrimiento y las torturas que están viviendo, tienen su conciencia tranquila. “Saben que tienen que salir porque son inocentes, y sé que no se arrepienten de lo que han hecho, porque ha sido por la libertad de Nicaragua, de nosotros mismos, de su familia, y de todo el pueblo”, expresó.
Que la niña no vea a Miguel Mendoza en ese estado
Miguel Mendoza, periodista deportivo. Foto: Tomada de TwitterRamón Mendoza, hermano de Miguel, relató que la familia del periodista ha comprobado con espanto cómo se ha ido deteriorando el cuerpo del periodista, además de narrar los esfuerzos de todos los cercanos para que Alejandra, la hija del comunicador, no sea expuesta a esas imágenes tan desconsoladoras.
El clan familiar -con Margine, la esposa de Miguel a la cabeza- está muy cerca de la niña, y a diario hablan con ambas. Explica que la decisión fue que la niña no viera las fotos de su padre, porque “Margine, que vive cada día el sufrimiento de la niña, sabe -porque la niña se lo ha dicho- que ella quiere ver a su padre igual como el último día que estuvo con él, ese 21 de junio en que fue secuestrado”.
Como alternativa, lo que hacen es presentarle a diario, videos de entrevistas hechas por Mendoza, que están colgadas en YouTube, o que conservan en archivos, para no empañar las memorias de la niña, y que ella lo recuerde igual, sin que eso signifique que no quieran que lo vea. “Cada día la niña pide verlo, y se está cometiendo un abuso en contra de ella y de Miguel, porque no han permitido que pueda visitarlo”. El abogado familiar ha metido once escritos para que la niña pueda ver a su padre, y hablar con él, pero no lo permiten, aseveró.
La familia agradece las muestras de afecto, cariño, solidaridad y sorpresa, que han recibido de parte de la gente, de los colegas de Miguel Mendoza, de parte de la prensa independiente, al ver el estado físico del comunicador, y reitera su demanda de libertad, así como atención médica profesional, que reciban mejor alimentación y mejor trato carcelario, pero primero “su libertad, porque Miguel Mendoza no es ningún delincuente, ni ha cometido ningún delito. Demandamos su libertad, porque el suyo ha sido un juicio lleno de arbitrariedades”, reiteró.
Kélner Mena: reos están “a un paso de la muerte”
La última vez que Kélner Mena vio a su papá, el líder campesino Pedro Mena, fue en Costa Rica en 2019, poco después que los liberaran, y después, nuevamente en Nicaragua, aunque conversaban con frecuencia por teléfono o por WhatsApp. Verlo en fotos fue “bastante decepcionante. He sentido mucha impotencia. Me he sentido frustrado, enojado”, al ver las condiciones “inhumanas, de desnutrición” en que lo tienen.
Recuerda que si bien es cierto en 2018 ellos presentaban pérdida de peso, “no era algo exagerado, como pudimos observar en estos días, al ver la lamentable presentación de los presos políticos, que mostraban un deterioro increíble. Simplemente no lo creía. Tuve que ver las imágenes muchas veces, porque mi papá siempre ha sido fuerte, robusto”, y las veces en que estuvo enfermo, “nunca lo había visto en ese estado. Muchas personas que lo conocen desde hace muchos años, me han comentado que es inhumano cómo lo tienen”, narró.
Kélner reiteró la preocupación familiar porque Mena no salga con vida, porque “podemos ver que los tienen a un paso de la muerte. Es tanta la pérdida de peso, que temo que en cualquier momento me llegue la mala noticia de que mi papá falleció, o cualquiera de los presos políticos a los que tienen en condiciones inhumanas”, confesó.
Su temor se basa en que su padre es diabético, y no recibe cuidado médico para esa dolencia, a lo que suma las secuelas por “las torturas que el régimen ha venido dando a los presos políticos”, y que en el poco tiempo que estuvo en libertad, “nunca dejaron que lo revisara un médico, porque no lo dejaban salir, ni siquiera del lugar donde estaba, porque la Policía estaba en constante asedio en contra suya”, por lo que responsabiliza “al Gobierno por todo el daño físico y psicológico, y cualquier cosa que le pase a mi papá”, concluyó.