17 de octubre 2019
Con el tiempo en su contra, Misael Burgos intenta conseguir una visa humanitaria para asistir al funeral de su hijo Cristian Burgos en Estados Unidos. Hace 14 días, el adolescente de 17 años murió ahogado en Florida, después de rescatar a una madre y su hijo de nueve años. El cuerpo permanece en la morgue del Jackson Hospital de Miami, esperando que Misael llegue a despedirlo, pero él fue deportado de ese país en abril de este año y cada día que pasa disminuyen sus posibilidades de viajar.
A Misael no le interesa quedarse a vivir en Estados Unidos: “¿Para qué? Si ya viví veinte años allá”, reflexiona. Él solo quiere despedir a su hijo, quien “murió como un héroe” y será enterrado en aquel país porque era ciudadano americano y le gustaba vivir allá. “Yo le decía venite para acá (Nicaragua) a trabajar, estoy construyendo la casa, con tu mamá venganse, entonces me decía: “No papá yo solo lo voy a llegar a visitar”, recuerda.
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El hijo de Misael es considerado un héroe en Estados Unidos. El ayuntamiento de Florida se hizo cargo del pago del hospital donde permanece el cadáver. Sus compañeros del colegio donde cursaba high school le realizaron un homenaje. Su padre solo quiere verlo por última vez.
En el ayuntamiento “nos dieron 15 días para esperarme, a ver si me daban la visa humanitaria”, explica Misael. El funeral de su hijo está previsto para este domingo 20 de octubre y las autoridades de Florida siguen intentando conseguir un permiso migratorio para que Misael pueda asistir.
La concejal de Sweetwater, en la Florida, Sophia Lacayo precisó que ella y el equipo del alcalde de Miami, Francis Suárez, han realizado dos procesos migratorios para ayudar a Misael. Primero solicitaron una visa de turismo debido a que el trámite es más expedito, “pero fue negada porque él tiene un proceso de deportación” y ahora emprenden una carrera contrarreloj para conseguir una visa humanitaria.
La visa humanitaria le permitiría a Misael entrar a Estados Unidos específicamente al funeral de su hijo y la solicitud cuenta con el respaldo de las personas a las que el adolescente les salvó la vida.
“La señora que Cristian Burgos salvó es una señora de origen hondureño y el niño es americano de 9 años. Ellos han estado consternados y agradecidos con lo que hizo el joven Cristian Burgos y efectivamente la señora es un punto muy importante para esta visa humanitaria ya que con su testimonio ha sido parte importante sobre la petición de esta visa humanitaria”, precisó la concejal Lacayo.
Quería ser bombero o policía
Cristian Burgos era un adolescente de complexión fuerte, iba a la playa los fines de semana y nadaba perfectamente. El día que se lanzó al mar a rescatar a dos personas sus acompañantes creyeron que todo saldría bien y a pesar que logró su objetivo, la fuerza no le alcanzó para nadar contra una corriente que lo arrastró.
“Él me decía que iba a ser policía o bombero, siempre me decía que le gustaba la acción, andar siempre en movimiento”, evoca Misael. El adolescente tenía planeado venir a Nicaragua en diciembre, él y su madre, Carmen Avendaño, pasarían la Navidad con Misael. Su padre lo esperaba con ansias: “Como yo me vine hace cinco meses, me puse a construir la casa para que cuando ellos vinieran estuviera bonita, imagínese que no la vio terminada la casa”, lamenta.
Para Misael cada día que pasa aumenta la desesperación. Recuerda que habló con su hijo Cristian media hora antes que ocurriera la tragedia: “Yo le dije “Cristian tené cuidado que el mar es peligroso”, sentía una corazonada, algo que no era normal puesto que su hijo siempre iba a la playa y nadaba perfectamente.