19 de marzo 2024
Una excesiva supervisión y presencia de agentes policiales observaron los asistentes al concierto de Los Temerarios, el viernes 15 de marzo de 2024, a tan solo tres días de la nueva normativa que impone el control del Ministerio del Interior a todos los eventos y shows públicos en Nicaragua. Varios asistentes describieron a CONFIDENCIAL que los policías se desplazaron, durante todo la actividad, dentro y fuera del Estadio Nacional Soberanía, en Managua. Además, los policías impidieron a algunas marcas comerciales distribuir material publicitario porque incluían los colores azul y blanco, vinculados por la dictadura con las protestas ciudadanas de 2018.
Asistentes al concierto compararon que la presencia policial fue excesiva, contraria a la observada en los conciertos anteriores.
“El concierto estuvo lleno, pero algo que noté fue que había demasiados policías, de esos que llevan uniforme azul oscuro o negro (agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía de Nicaragua), se paseaban por todo el Estadio como supervisando cada lugar y honestamente daba un poco de miedo”, dijo uno de los asistentes al concierto.
Otro ciudadano que solicitó el anonimato por seguridad, recordó que el 5 de febrero asistió en el mismo lugar al concierto del cantante Luis Miguel, y no identificó una acción intimidatoria por parte de los agentes policiales como la vista en el reciente evento.
“En el de Luis Miguel andaban algunos policías, pero no muchos, imagino que hacían su trabajo de resguardo y rutina en ese entonces; pero esta vez fue diferente, iban de un lado a otro, tal cual como que buscaban algo entre el montón de gente”, revela el ciudadano.
Impiden distribución de souvenirs
Previo al inicio del concierto, una de las marcas empresariales, que participaba con toldos de exhibición en las afueras del Estadio, fue impedida de repartir sus promocionales.
“Estaban dando promocionales a los visitantes y la Policía les quitó los souvenirs, porque llevaban colores azul y blanco, e incluso les prohibieron que se grabara en ese momento”, denunció uno de los asistentes, quien agregó que fue señal de alerta para las otras empresas que estaban en el lugar.
Los actos denunciados se dieron tres días después que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo aprobó una normativa para regular a los productores, promotores de actividades y organizadores de actividades, eventos o espectáculos públicos en Nicaragua.
El Acuerdo Ministerial 08-2024, publicado en el Diario Oficial La Gaceta, establece entre las funciones y estructura del resucitado Ministerio del Interior, “garantizar medidas necesarias para la seguridad ciudadana y humana, así como el orden interno en el territorio nacional”.
La publicación del 12 de marzo de 2024 ordena un “marco regulatorio aplicable a todas las personas naturales o jurídicas nacionales o de otra nacionalidad que se dediquen a la producción y organización de actividades, eventos y espectáculos públicos”, que estarán supervisados por el Ministerio del Interior.
Además, indica que se creará “el registro de productores, promotores y organizadores de actividades, eventos y espectáculos artísticos públicos”, que estará a cargo de la misma cartera, aunque hasta ahora se desconocen los detalles de cómo iniciará este registro, y su finalidad bajo el estado policial de facto. En los años previos, el mismo ministerio —antes llamado Ministerio de Gobernación— ha sido el responsable de la cancelación de miles de oenegés nacionales y extranjeras.
Radicalización totalitaria
Un experto en temas de seguridad ciudadana, exiliado por la persecución política en Nicaragua, comentó a CONFIDENCIAL que la dictadura establece normas poco transparentes porque “pretende imponer sobre toda Nicaragua un sistema de control totalitario”.
Para el especialista, la normativa de control que implementará el Ministerio del Interior va más allá de regular los espectáculos públicos.
Además, considera que todo es “parte de esa radicalización totalitaria y la intención de controlar a toda la población”.
A su juicio, impedir cualquier diseminación de material que recuerde la lucha iniciada en abril de 2018, y con mayor peso en lugares donde se concentra una multitud de personas, demuestra que la dictadura “tiene mucho temor del enorme descontento que se está acumulando y que surjan protestas entre la población”.
“Las medidas que están tomando a partir de su aprobación tienen fines intimidatorios, quieren eliminar cualquier posibilidad para que la gente exprese sus sentimientos, especialmente en contra del régimen”, valoró.
El especialista descartó que tras la normativa haya alguna intención de proteger o dar seguridad a las personas. Por el contrario, sostuvo, el objetivo es “controlar y atemorizar”.