21 de septiembre 2024
Fuentes vinculadas a Eveling Carolina Matus Hernández, una presa política de 35 años, madre de familia y pequeña empresaria, demandan que los funcionarios del Sistema Penitenciario “La Esperanza” admitan que la tienen detenida en esas instalaciones para poder llevarle alimentos, instrumentos de limpieza y que permitan la visiten sus dos pequeños hijos.
Matus Hernández fue arrestada a finales de junio de 2024 después que durante un interrogatorio la Policía encontró una antigua publicación suya en X (antes Twitter), llamando a monseñor Silvio Báez su “verdadero líder”, así como fotos que la mostraban participando en actividades de protestas en el año 2018.
“Hallar esas fotos en su teléfono bastó para considerarlas ‘evidencias’ que permitieran acusarla de ‘terrorismo’ y ‘traición a la patria’”, explicó a CONFIDENCIAL una fuente relacionada con Matus.
Eveling Matus estudió en la Universidad Centroamericana, donde fue parte de la primera generación que se graduó en Mercadeo y Publicidad. Trabajó unos años como coordinadora de Publicidad de Claro, hasta que organizó una empresa de paquetería en abril 2018, a la que puso por nombre ASAP, siglas de As soon as possible (Tan pronto como sea posible).
La tarde del 25 de junio, al salir de las instalaciones de su empresa en residencial Lomas del Valle, Eveling Matus fue detenida por agentes policiales que la hicieron retornar al negocio, donde realizaron un allanamiento.
Poco después aparecieron varias patrullas policiales que “se desplegaron montando un dispositivo impresionante, al punto que no hubo manera que los vecinos no se dieran cuenta, con tanta gente entrando o saliendo del residencial, de regreso de sus trabajos”, dijo una fuente que pudo observar el operativo.
Unos minutos después, la llevaron al Distrito Tres de la Policía Nacional para interrogarla, porque habían visto un comentario que hizo en su cuenta de X, acerca de monseñor Silvio Báez, relacionado con la persecución contra la Iglesia católica. Al revisarle el celular, encontraron también fotos que la ubicaban en una marcha realizada en 2018.
En el Distrito Tres o en “La Esperanza”
Aunque su familia no ha podido verla, una persona que la vio cuando estuvo detenida y se contactó con ellos un mes después de su secuestro, les indicó que el 2 de julio la habían llevado al Juzgado, acusada por “traición a la patria” y “menoscabo de la integridad territorial”, usando como “evidencia” las fotos que tenía en su celular. El 3 de julio la trasladaron al Sistema Penitenciario La Esperanza, y el 10 de julio la llevaron nuevamente a los Juzgados.
Luego de eso no han tenido mayor información, ni por terceras personas ni por fuentes oficiales, que les permita tener alguna certeza acerca de su estado de salud y de su paradero, sea que esté en el Distrito Tres o en La Esperanza, como les aseguró la persona que la vio en la delegación policial.
La fuente dijo que la familia ha ido reiteradas veces al sistema penitenciario a preguntar por ella, pero siempre les dicen que “ahí no está”.
La liberación y destierro de 135 reos de conciencia, el pasado 5 de septiembre, les hizo albergar esperanzas de que ella fuera parte del Segundo Vuelo de la Libertad, pero no fue así. Al ver que no se comunicaba con ellos para decirles que ya estaba libre, recurrieron al Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua, quienes distribuyeron una foto de ella entre las presas políticas que estaban en Guatemala.
Ninguna excarcelada la reconoció, aunque muchas de ellas dijeron que en otros pabellones había más presas a las que no lograron identificar. La confirmación de que nadie la vio, generó preocupación adicional, por lo que sus conocidos y allegados demandan al régimen que diga “dónde está la empresaria desaparecida”.